Viajecito, de nuevo, del Tridente Verde, hacia Paterna del Madera. Un pequeño municipio situado en la sierra de Alcaraz que ha decidido hacer este primer maratón de montaña que además es la 1ª prueba de la copa de Castilla la Mancha de carreras por montaña.
Bueno, pues en esta ocasión, junto a nosotros vienen los "peques de la casa". Nos va a venir bien un poco de frescura, ja ja ja.
Después de alojarnos en paterna, decidimos dar una vueltecita por el pueblo para situarnos un poco y estirar las piernas. Después, comer, siestecita e ir a la recogida de dorsales. Allí lo tienen bastante bien organizado. Recogida de dorsales y bolsa bastante fluida.
Una fotito de grupo en el cartel de la prueba, nunca debe faltar. Y así lo hacemos. Además allí allí nos encontramos a varios amigos. Algunos también Toledanos y compañeros de algunos entrenos. Isma y Jose también vienen a disputar este maratón. Con ellos estamos un ratillo disfrutando del ambiente.
Después de la cena y de un poquito de futbol televisivo, cada mochuelo a su olivo a preparar lo de mañana e intentar dormir lo mas y mejor posible.
A las 7:00 estamos desayunando como unos campeones. Ya notamos la temperatura que nos va a hacer hoy. El Lorenzo nos va a apretar de lo lindo. Bueno, y después del suculento desayuno, cremita solar y andando a la salida. Por cierto, hoy estrenamos zapas. Soy fiel a Brooks, pero en esta ocasión las Cascadia que son con las que suelo correr en terreno pedregoso, no me hacían mucho tilín. Así que volvemos a confiar en la Sportiva. Veremos como me van. Un consejo, no estrenéis zapatillas en una carrera. Yo es que tengo esa manía, pero no es lo lógico ni lo normal, je je je.
Allí entramos al cajón, tras la medida de la temperatura, ponemos las maquinas a funcionar. 250 relojes buscando satélites, ja ja ja.
Allí, a pocos minutos de darse la salida, nos encontramos con Paco. Amigo y compañero del Cerro del Bù. Fotito y a intercambiar impresiones mientras pasan los pocos minutos que quedan.
Cuenta atrás. Es el momento de chocar puños, y desearnos suerte unos a otros. Es el momento en el que los nervios llegan a su máximo nivel. Una carrera de este tipo, con 48 km, desnivel positivo de mas de 2.400 mtrs, calor, ascensos y descensos de vértigo, hay que tenerla mucho respeto. Cualquier contratiempo, cualquier mínima cosa que te pueda pasar, puede costarte la carrera.
Así que chicos, vamos al lio y mucha suerte a todos. Como siempre, salimos en la parte trasera del grupo. No nos gustan los agobios y hay que dejar el sitio a los que quieren salir mas rápido que nosotros.
Salimos del centro deportivo, aquí conocido como "las piscinas" en bajada. Esto es de agradecer por lo menos en los primeros metros. Pero como es lo normal, rápidamente comenzamos a ascender. Llevamos algo mas de 3 kms. Aquí Javi nos dice que tiremos y que hagamos nuestra carrera. Hace una semana tuvo una desafortunada lesión y viene con una pequeña rotura en el isquio y no quiere forzar mas de cuenta. De momento Txule y yo vamos delante de él pero manteniendo una corta distancia.
Hace muchísimo bochorno. Estamos entre un pinar por donde discurre el rio Madera. Muy muy bonito, pero con una humedad increíble, que además acompañamos con bastante calor a estas horas de la mañana.
Cogemos una senda de las que me gustan a mí. Blandita, con sube y bajas, con giros y además en continuo descenso. Que gozada de tramo. Aquí nos despegamos un poco de nuestro compañero, pero volvemos a tener su compañía al comienzo de la siguiente subida.
En el km 7 más o menos, Javi, nos dice que nos vayamos. Que le va tirando y además nos dice que no quiere retrasarnos mas. Bueno, pues decidimos ir aumentando el ritmo y dejar a nuestro compañero en mil batallas que haga su carrera a su ritmo. Suerte Garri. Pero sobre todo cuidado con la lesión. En un rato nos vemos.
Txule y yo continuamos ascendiendo bajo el caloruzo de la zona. Vamos sudando como pollos. Importante beber y tomar sales, por que hoy va a ser un día de lucha contra la deshidratación y los calambres.
Este tramo es el mismo que el de la media y en esta subida, nos adelanta el primero de esa distancia. Han salido media hora mas tarde que nosotros.
Y así llegamos al km 13 donde tenemos un avituallamiento. Aquí relleno el bidón de agua. Os puedo decir que llevo dos bidones. Uno de agua y otro de isotónico. Lo que mas voy bebiendo es agua, junto a las sales y el isotónico lo voy tomando muy poco a poco, mas que nada para cambiar el sabor de lo que vamos tomando en carrera.
En este punto se divide la maratón y la media. Aquí hay unas casas viejas muy pintorescas. Esta zona se llama aldea del Encebrico. Después de avituallarnos, nos desviamos a la izquierda. Los de la media se irán hacia la derecha.
Continuamos Txule y yo ya en solitario ascendiendo por una senda entre pinos que nos va a llevar a una pista forestal donde están haciendo trabajos en la zona. Poco nos dura esta pista y en nada nos metemos en una senda siempre picando para arriba. Aflojamos un poco el ritmo para bajar pulsaciones e intentar dejar de sudar algo.
Y así, llegamos al collado del Judío. Desde allí comenzamos un cresteo para dirigirnos al pico Gallinero situado a 1630 metros de altura. Este cresteo tiene su miga. Eso sí, unas vistas increíbles donde divisamos el valle de Riopar y a lo lo lejos el pico la sarga con su imponente cortafuegos (este nos toca dentro de tres semanas, uf uf uf).
Pies, manos y cuerdas. todo vale para ir salvando las piedras y rocas que tenemos que salvar para seguir avanzando. Mi compi, me va diciendo hace un rato que va muy justo de piernas. Que tire yo que si no, no vamos a llegar al corte. Bueno, por supuesto le digo que no, que tenemos tiempo todavía. Pero me dice que él se va a quedar en el km 25 que va con muy pocas fuerzas.
No se si tendrá que ver, pero le han vacunado esta semana y lleva así todos estos días. Yo creo que le ha afectado, por que Txule está muy fuerte para tener esa sensación en el km 17, que es donde nos encontramos.
Bueno, de momento sigo con él. Y así llegamos al pico Gallinero. Increíbles las vistas desde este punto. Aquí aprovechamos para relajarnos un poco y aprovechar para bajar temperatura gracias a la brisa que corre.
Después de la obligada foto, Txule ya me dice muy serio que me vaya y haga mi carrera. Con resignación y mucha pena me despido de él. Poco a poco voy descendiendo por una zona donde no hay trazado fijo ya que no hay sendero ni camino. Aquí ya me voy haciendo a la idea que me quedo solo. Bueno, que estamos los tres solos. Solo espero que ninguno tenga ningún percance y que hagamos cada uno lo que esté en nuestras patas. Ánimo compañeros, nos vemos en meta.
Y así, después de una bajada algo complicadilla, llego al avituallamiento del km 20. Lo primero que veo es a siete corredores sentados al sombra y un voluntario llamando al vehículo para evacuarlos. Puff, la que está liando el sol, la humedad y el recorrido. No llevamos ni mitad de carrera y hay muchos abandonos.
Relleno el bidón de agua y como algo de fruta para comenzar ya en solitario lo que me queda de carrera. Salgo de allí junto a otros corredores. Comenzamos de nuevo una ascensión suave donde cojo un ritmito cómodo. Así voy adelantando a varios corredores y eso me dice que voy bastante bien de fuerzas. En el primer tramo de carrera hemos ido bastante tranquilos y eso hizo que fuéramos casi los últimos, así que ahora lo que me queda es ir adelantando, je je je.
Y casi sin darme cuenta después de cruzar la carretera y atravesar el rio Endrinales, llego al km 25. El avituallamiento de la Lagunilla. Me bebo todo el agua del bidón y le relleno de nuevo. Me tomo un par de naranjas, que he de decir que están buenísimas, y un plátano. Tengo un sándwich de nocilla delante, pero ahora mismo no me entra nada mas que líquido.
Bueno, vamos a por la segunda parte de la carrera. Antes de irme, me dice un voluntario que si no quiero un cubatita. Je je je. Pues claro, le contesto. Pero va a ser que no tienen así que nos conformaremos con el liquido elemento llamado agua.
A partir de aquí, viene un bucle de unos 11 km, en donde tenemos que batallar con la temida Almenara. Para volver a este punto e iniciar el regreso, no por el mismo sitio, al punto de partida.
Bueno, pues comenzamos a ascender de nuevo hacia lo que llaman los altos del Pedregal y recorremos por esa altura toda la cuerda larga. Me paro unos instantes para observar el paisaje. Menudas vistas hay desde este punto. Además tengo delante mi amiga la Almenara que esta esperando a que la conquiste.
El calor cada vez es mas alto y aprieta más. Sigo sin descuidar la hidratación y las sales para no tener problemas.
Así comienzo un descenso suave que me deja a los pies de la imponente almenara. Allí tenemos un avituallamiento donde nos indican que rellenemos los bidones que los vamos a necesitar. Decido beberme lo que me queda de isotónico y llenar hasta la boca los dos bidones de agua.
Miro hacia arriba y veo muchos corredores subiendo y otros tanto bajando. Decido inmortalizar el momento antes de la subida y el voluntario me hace una foto para plasmarlo.
Bueno, venga que ya no hay mas tu tía. Para arriba se ha dicho, je je je. Bueno, he de decir que este montoncito le he subido en varias ocasiones. En concreto 4 veces . Y que se que se las trae. Por este lado nunca la he subido, pero es muy parecida. La única diferencia es que en las otras ocasiones llevaba 90 km en las piernas y ahora llevo algo menos de 30, ja ja ja.
Pues eso, que la subida la hago como un spuknic. Bueno en comparación con los corredores a los que voy adelantando. Subo bastante bien y en poco tiempo me planto en la cima, junto al vértice geodésico. Increíbles las vistas desde aquí, también.
Después de ficharme el chip, hacerme una foto en el vértice y sacar varias panorámicas, decido comenzar el descenso. Descenso corto pero intenso, por el mismo sitio por el que hemos subido. Esto hace que nos crucemos los corredores. Pero por poco tiempo, ya que no bajaremos hasta la base, sino que iremos por la cuerda cresteando algo mas de un kilómetro.
Este cresteo es impresionante. Hay que ir con cuidado, pero no hay que perderse el espectáculo que se ve desde aquí arriba. Estamos a algo menos de 1800 metros. Pero ahora viene lo bueno. La bajada es bastante peligrosilla. Muy pendiente, con mucha piedra y lo peor, arena suelta. Varios culetazos que son imposibles de salvar. Pero bueno, todo llega a su fin. Hemos pasado el escollo mas duro de la carrera. Ya solo nos quedan varias subidas fuertes, pero que creo que son bastante llevaderas por lo que me han comentado.
Ya por una pista forestal algo mas corrible, sigo avanzando a buen ritmo. Ya siempre rodeado de corredores a los que voy dejando atrás poco a poco. Y de nuevo una brusca subida. Al tran tran continuamos quitando kilómetros al maratón.
Una vez arriba, cogemos una senda bastante llevadera donde veo un árbol cercado con cintas. El árbol es impresionante. Luego me entero que es un ejemplar único. Es un tejo milenario. Y así continúo por esta senda llamada "senda del tejo viejo".
Bueno, pues me suena el movil. Es Garri que me llama un poquito para saber de nosotros. Aunque voy dando noticias cada poco tiempo a Susana y ella lo pone en el grupo, todavía no sabemos por donde anda Txule. Susana ha mandado alguna foto en las que estoy yo solo y claro, falta nuestro compañero que en principio siguió conmigo.
En un rato se aclara todo y en este momento se encuentra ya en el pueblo. Así que después de hablar un poquito con él y decirle que voy por una senda que me está reventando los tobillos, del peralte que tiene, continúo hacía el km 36 donde está de nuevo el avituallamiento de la Lagunilla.
Nada mas llegar allí, el voluntario de antes, me dice que sigue sin haber cubatas. -"Joder, es lo que me ha mantenido vivo estos kilómetros. El deseado cubata". Ja ja ja ja. Después de unas risas de los que estábamos allí, Naranjas, plátano, agua y a por los 12 kilómetros que me quedan.
Un par de kilómetros en ascenso para comenzar este tramo y que no nos durmamos, ja ja ja. Ahora estamos en el calar de la Osera. Sitio que da nombre a la carrera.
Después de esta subida tenemos una bajada. Es aquí donde cojo a Paco, del Cerro del Bú. Va un poco tocado con la rodilla y aunque ha empezado muy bien, ahora ha tenido que ir mas tranquilo para no forzarla. Después de hablar un poco con él, decido terminar la carrera con su compañía. Prefiero ir acompañado y ayudarle en lo que pueda, a hacer menos tiempo en la carrera, que eso me da igual.
Pues ya a dúo, continuamos con la última ascensión de la carrera. El pico de la cabeza nos espera. No es muy largo pero ya pica bastante. Le dejo a mi compañero los bastones para que le ayude en la subida a cargar lo menos posible la rodilla. También le ofrezco un ibuprofeno y por su puesto a esas alturas de carrera no se desaprovecha. Y por último, saco una bolsa de gominolas, que en mi mochila no faltan nunca y nos endulzamos un poco la mañana, ja ja ja.
Pues esto ya se está terminando. Comenzamos la bajada por el cauce de un rio que con tanta piedra, raíces, y demás trampas, termina de rematar las patitas. Pero tenemos el pueblo a la vista. Eso nos nos hace meter un puntito más.
Y después de un último repechito que nos da la entrada al pueblo, pisamos el asfalto. Aquí tenemos a gente animándonos. Vamos compi que esta ya no nos la cuentan.
Pues nada, encaramos la recta de meta, donde me esperan con la cámara en mano, Javi y Txule, que han dejado la comida a medias para verme llegar a meta. Al final, algo mas de 8 horas tienen la culpa. Un maratón precioso a la vez que duro. Pero que ha merecido mucho la pena conocer.
Saludos con mis compis, que también se han metido sus buenos kilómetros. Todo suma y hay que ir poco hacía los objetivos, que tenemos unos pocos, je je je.
Saludo a Paco y le doy la enhorabuena. Fotitos para el recuerdo y directos a tomarme un bote de Cocacola del tirón, que me hace falta azuquítar, ji ji ji.
Mientras vamos al alojamiento y después de despedirnos de todos, hablo con Susana que hoy ha estado viendo los toros desde la barrera, pero que me ha hecho de enlace para informar al Bikilamanjaro, a Javi y a Txule de los momentos de carrera. Zanquiu, Mon Amur.
Solo queda una buena ducha, comer algo y emprender el viaje de vuelta. Hoy no han salido las cosas como queríamos, pero esto no ha hecho más que empezar. Varios objetivos a la vista nos hacen seguir dándolo todo.
Muchas gracias, como siempre, por vuestros mensajes de apoyo y ánimo para los tres jinetes. Son muy importantes para nosotros.
Capi