Primera vez que voy a hacer este maratón. La zona increíble. Paisajes muy muy espectaculares por la zona del Calar del río Mundo. Ganas tenía de ver estos sitios nuevos para mí.
Por la mañana muy temprano me desplazo hasta Villaverde de Guadalimar (Albacete). Pueblo desde donde da comienzo este maratón. Aparco a poco mas de 200 metros de la zona donde están preparando todo el meollo. Hace un frío de narices. La organización nos ha avisado de esta climatología y nos ha aconsejado llevar ropa de abrigo de la cabeza a los pies, pues en los picos la sensación térmica es de -11ºC.
Me dirijo a recoger el dorsal y bolsa del corredor. Si problemas me hago con mi dorsal, je je je, y derecho al bar que está un poco más abajo a tomarme un suculento desayuno. Hoy me va a hacer falta, seguro.
Hablo un poquito con Susana que ha quedado con Cruz y compañía para salir a rodar un ratejo por la mañana. Me desea mucha suerte mientras voy engullendo la tostada.
Cuando vuelvo al coche a cambiarme, eso sí, con la calefacción a tope, me encuentro con mis compis de equipo. Sergy, Vilma, Pepo (que ha venido con Marisa, su mujer), y a Javi Bikila que viene con Mariete que va a disputar la media maratón. Buen grupete nos hemos juntado.
Estoy super agusto en el coche, je je je, pero la hora se acerca y no lo puedo retrasar más. Por el camino hacia la zona de salida, nos vamos reagrupando todos. Bastante frio, pero aún así, decidimos salir en pantalones cortos. Eso sí, llevo en la mochila la chaqueta y los pantalones largos por si acaso.
¡¡Vamos Pepooooo!! |
Allí charlamos y hacemos unas fotillos para el recuerdo. También charlamos con varios amigos de Toledo. Isma, Sotero y Fco. José.
Después de unas últimas indicaciones por parte de la organización, donde nos dicen que a la Sarga no se va a subir por que está bastante fea la cosa por allí arriba, esperamos unos minutillos que quedan para la salida. Minutillos donde nos vamos haciendo a la idea de lo que vamos a pasar en los picos de el Picayo, el Cambrón y la parte baja de la Sarga. Nieve, mucho hielo, barro y sobre todo frío. Pufff, dan ganas de quedarse en el coche, je je je.
Y por fin se da la salida. Venga que ya nos lo estamos pensando mucho. A correr se ha dicho. Bajo los aplausos de los que allí están aguantando el frío para darnos ánimos, comenzamos a dar las primeras zancadas.
Vamos a calentarnos que nos estamos quedando pajaritos. Primeros compases por un camino bastante bueno donde voy junto a Pepo. Vilma y Sergy han salido como balas. Yo necesito calentar un poco que si no rompo la maquinaria, ja ja ja.
Bueno, nosotros a lo nuestro que esto es muy largo. A este ritmito vamos un grupo de corredores donde se encuentra la segunda mujer. Comenzamos las subidas por sendas no muy complicadas para poner las piernas a tono.
Pasamos por el primer avituallamiento y solo cojo algo de fruta por que llevo los bidones llenos. Aunque tengo que plantearme el empezar a beber que luego vendrán las madres mías. Con este frio no apetece mucho beber, pero es primordial.
Ahí seguimos Pepo y yo a buen ritmito, sin prisas pero sin pausa. Pero ahora sí, comenzamos ya a meter desnivel positivo. Buenas rampas nos han metido, ja ja ja. Nos disponemos a subir al cerro sepultura. Joder, el nombre ya da miedo, je je je.
Poco a poco va aumentando el frío, aunque me acabo de quitar los guantes por que llevo las manos ardiendo. Veremos arriba que es lo que nos encontramos.
Comenzamos a subir por veredas ya bastante exigentes. El desnivel positivo ya comienza a ser serio. Tenemos por delante la subida al Cerro Sepultura. En su camino pasamos por la cruz del Pernales y el niño del Arahal. Me paro unos segundos para ver de que se trata.
Por resumir, es el lugar donde fue abatido Francisco Ríos González "El Pernales" y Antonio Jiménez Rodríguez "El niño del Arahal". Dos bandoleros a los que la Guardia Civil les tendió una emboscada tras días siguiéndoles la pista. Cosa nueva que aprendemos el día de hoy.
Bueno, seguimos cogiendo altura y ya empezamos a tener zonas nevadas. Subimos al Cerro sepultura y comenzamos una bajada muy chula para encarar la subida al Picayo. Aquí ya si que hay nieve y bastante frío. Eso sí, el paisaje es espectacular. Pero no te pares que te quedas como Walt Disney, congelado.
Esta subida ya tiene zonas bastantes técnicas y "peligrosillas". Algún paso ayudándote con las manos para asegurar no irte barranco abajo, ja ja ja. Pero es espectacular como esta la zona.
No puedo pasar estos momentos para hacer unas fotos del manto blanco, solo roto por la vereda que vamos haciendo los corredores.
A medida que vamos subiendo, mas nevada esta la zona. Pero también hace mas frio. Después de subir el Picayo, comenzamos a perder altura. La vereda con bastante barrillo, hace que tengamos que ir con mucho cuidado y aún así algún resbalón es inevitable.
Y así llegamos a un camino ancho donde tenemos un nuevo avituallamiento. Repongo los bidones y como algo mientras me caliento un poco en la hoguera que tienen allí. Le digo a Pepo que voy tirando, mientras el termina de reponer solidos y líquidos, por que un segundo más al calor de la hoguera y de allí no me mueve nadie ya, ja ja ja.
Camino en falso llano, como dicen por ahí, que hago trotando hasta que llego al comienzo de la subida de la Sarga. Esta si que es buena. Saco los palos y a tirar para arriba. Miro para atrás y he perdido de vista a Pepo. Aquí cada uno va a su ritmo y supongo que luego me cogerá.
Poco a poco me voy acercando al grupo con el que fui al principio y me uno a ellos. Ahí va la segunda chica, que se llama Ana, Con ellos subo un rato hasta que me deja paso y tiro un poco mas que ella.
Zona complicada. Ayudándonos con las manos para asegurar los pasos, hacen que se me están congelando. Decido volver a ponerme los guantes y parece que voy bastante mejor. Llegamos al tramo donde nos desviamos para no tener que subir al pico. La verdad que esta jodidilla la cosa, así que no me quiero imaginar como esta la subida, y aún mas la bajada de la Sarga. Buena decisión de la organización de quitar este tramo.
Y así, lo bordeamos. Y allí, donde había un fotógrafo, hay que saltar unas piedras para comenzar a bajar. Al saltar y bajo la atenta mirada del retratista, me engancho con una rama los cordones y caigo a plomo con el costado izquierdo. El fotógrafo se levanta y se asoma al otro lado, preguntándome si estaba bien. Bueno, pues en principio si, veremos dentro de un rato los daños colaterales, ja ja ja.
Cuando ya me recompongo y comienzo la bajada, me dice que ya hemos sido unos pocos los que nos hemos caído aquí. ¡¡Joder con la ramita!!.
Ya en solitario, bajo con bastante prudencia por algunas zonas que tienen bastante desnivel y donde el terreno está muy resbaladizo por el hielo y el barro. Los primeros que están disputando la media maratón, nos adelantan como balas. "Como van los bichos".
Llego a los Picarazos donde tenemos el avituallamiento número 3. Relleno bidones y como unos trozos de naranja. Aprovecho para tomar unas sales y tomar un poco de aire. Pasamos por el túnel del tiempo que es un paso encajonado entre la montaña y donde aquí sí, está pegando duro el aire y el frio.
Con las pulsaciones un poco mas bajitas, me dispongo a bajar los casi 6 km que tenemos por delante. Tramo muy muy chulo por una vereda con mucha piedra pero que deja correr bastante. Aquí engancho a un corredor, José Julián Megia, que también va a buen ritmo. Detrás de él y con alguna charleta que otra, llegamos a una bajada de hormigón que nos da acceso al pueblo.
José Julián, me comenta que volvemos a pasar por la zona de salida de nuevo. La verdad es que no lo sabía. Y eso que llevo la chuleta del recorrido. je je je.
En esta bajada me dejo ir y en solitario paso por meta. Allí está Javi Bikila y Marisa animándonos y haciéndonos unas fotillos. Paso por meta y me paro en el avituallamiento. Al ratito pasa mi perseguidor y un poco después llega Ana, que ni para. Lo que si oigo decirla es que la primera mujer, o sea Vilma, la lleva tres minutos.
Pues nada, comenzamos la segunda vuelta. Salgo corriendo, le choco la mano a Javi y justo en ese momento aparece Pepo. Le pregunto que que le ha pasado y me dice que se le había caído un bidón y había tenido que volver a por él. Todo eso en segundos, ja ja ja.
Bueno, a correr se ha dicho. Tenemos un falso llano donde me pongo a la altura de Ana. Charlo un rato con ella para distraer la mente y afrontar la subida al Cambrón.
Poco a poco me voy despegando de ella y en los primeros repechos del Cambrón, me vuelvo a unir a José Julián. Llegamos al avituallamiento líquido número 6. Rellenamos bidones, tomo sales y a subir al temido Cambrón.
Desde aquí ya vemos su imponente silueta. Menudo monstruo de montaña. Mucha piedra arriba y también muy nevada. Pero comentamos mi compi de fuga y yo, esto hay que terminarlo así que vamos para arriba poquito a poco.
Rampas bastante duras. Algunas muy resbaladizas. Cada metro positivo que hacemos, la temperatura baja. Aún así, no me pongo nada de lo que llevo en la mochila. Y paso a paso, nos vamos acercando a la cumbre. A lo alto se ve a un voluntario animándonos. Llegamos a él subiendo este tramo casi a cuatro patas. Control de paso y tiempo de corte. Nada, ya estamos salvados, ja ja ja.
Le damos las gracias por los ánimos y ponemos la mirada al repecho final que tenemos que afrontar para llegar a la cumbre. La verdad es que este tramo es duro y en un momento dado, nos preguntamos José Julián y yo: "¿Joder, cuando se acaba esto?". Pero ayudándonos con las manos sobre las piedras heladas y nevadas, hacemos cumbre.
Uff, que descanso para las patas. Ahora toca un tramo que le comento que parece que estamos en la Luna. Como si yo fuera allí los fines de semana, ja ja ja. Bueno, se parece a lo que nos han enseñado estos de la Nasa.
Tramo muy difícil de correr, por la cantidad de piedra que hay aderezadas con la nieve que hace que pises con mucha precaución por no ver lo que hay debajo de ella.
Ahora sí, dejamos este paisaje Lunar y nos ponemos a bajar por unas zetas donde hay una fotógrafa que nos hace fotos muy muy de cerca. Cuando paso por su lado, la comento que nos ha sacado hasta los empaste, je je je. Unas risas la he sacado para amenizar su trabajo bajo este intenso frio. La doy las gracias por estar allí y por los ánimos y continúo bajando detrás de mi compañero de viaje.
Saco de nuevo el perfil del maratón y observo que quedan aún dos repechos. El segundo es corto pero intenso. Nada que no podamos superar, y menos a estas alturas de carrera.
Dejamos atrás el primer escollo y ahora sí, yo tirando del dúo, llegamos al séptimo y último avituallamiento. Sin contar el de meta, claro está. Los voluntarios nos comentan un poco lo que nos queda. Unos cinco kilómetros donde tenemos una zona de sube y baja, para enlazar con la última subida del recorrido. La llamada Murete Era del Cerrillo.
Tramo muy chulo de correr, ya sin nada de nieve y donde vamos disfrutando de lo lindo. Eso sí, hasta que llega el repecho. Uff, duro duro. Al comienzo de la subida, voy yo primero, pero si sigo a ese ritmo me va a dar un tirón en el aductor derecho. Así que dejo pasar a José Julián mientras me tomo una sal y una glucosa.
Bajo un poco el ritmo hasta que me haga efecto la pócima mágica y mi compi empieza a poner tierra de por medio. Aún así adelantamos a un corredor que sube al tran tran. Como todos, ja ja ja.
Medio kilómetro con algo mas de 120 metros positivos. Menudo rampón para el cuerpo. Pero bueno, consigo llegar arriba sin tener que parar y comienzo la bajada, ahora sí hacia el pueblo. Unos tres kilómetros.
Voy bastante suelto, pero al intentar acercarme a José Julián, el aductor me dice que como alargue la zancada un rato más, me atiza, así que acorto la zancada un poco e intento mantener la distancia con él, pero va muy fuerte y poco apoco me va sacando metros.
Entramos en Villaverde y como no, tenemos el último cuestón del día. Muy corto, pero a estas alturas ya pica todo. Aún así le subo corriendo. despacito pero corriendo, para hacer un giro a la derecha y entrar en meta bajo la atenta mirada de los fotógrafos, ja ja ja.
Pues nada, otro más para la saca. Me voy a dar la enhorabuena a mi compi de de este viaje mientras por megafonía me dicen que soy segundo Master. Es lo que tiene ser tan viejo, ja ja ja. Al final, no es que lo busque pero le hace ilusión a uno, oye.
Charlo un ratito con José Julián y me despido de él para felicitar a Vilma que acaba de llegar hace un rato. Joder como está mi compañera. Primera mujer en el día de hoy. Muy muy grande. Enhorabuena bicharraca.
Mientras espero un poco con Marisa, la entrada de Pepo, que supongo que no tardará, em tomo una fantita y unos frutos secos. Pero me estoy quedando congelado y decido ir a cambiar y a abrigarme. Ahora nos vemos a las tres para los premios. Que a no ser que le haya pasado algo raro a Pepo, supongo que subirá al pódium también.
Buahhh, que gusto ponerse ropa limpia y seca bajo la calefacción del coche. Como lo agradece el cuerpo. Y es que menudo fresquete hemos pasado hoy. Ya con el cuerpo caliente me dirijo hacia la meta donde por el camino recojo a Pepo que se esta terminando de cambiar.
Al final ha sido tercero. Mientras esperamos los premios, charlamos un poco de la carrera. Y nos llaman para la entrega de trofeos. Allí nos subimos los dos tan contentos. Ja ja ja. Es una alegría subir al pódium y mas si lo haces junto a un compi tan especial como Pepo.
Pues nada, nos llevamos unos detallitos para casa. Pero hoy es el día de los Bikilamajaros. Vilma sube al cajón como primera mujer y Sergy al tercero como veterano. 4 de 4. Como funciona la juventud de este equipo, ja ja ja.
Sin olvidarme de Mariete que ha conseguido su primer puesto para la copa Castilla la Mancha obteniendo unos puntos muy valiosos. Enhorabuena a este chico que nos va a dar muchas alegrías, seguro.
Pues nada, esto ha sido todo por hoy. Después de tomar unas migas, nos vamos despidiendo para tirar cada mochuelo a su olivo. Gran mañana la de hoy. -"Y nos la queríamos perder".
Os dejo hasta la próxima..... Que esta al caer, ja ja ja....
Capi