sábado, 13 de febrero de 2016

Maratón de Cobeña.

   Que decir de este maratón tan peculiar. Un maratón organizado por Jose Fraile con todo el cariño y la ilusión por este deporte. Esta es su cuarta edición. El año pasado estuve por primera vez y este quería repetir.

   Hoy he quedado con Carlos Utrilla para ir juntos a Cobeña. El maratón comienza a la una del medio día así que hoy no tenemos que madrugar. En poco más de una hora nos plantamos en la plaza del pueblo para tomar un café.
  Allí nos encontramos a Juanlu y Mapi que salen a saludarnos. Tomándonos el café calentito charlamos de todo un poco. También están corredores conocidos de otros maratones e incluso a venido Julián, un marchador que se hace los maratones "andando".








   La verdad es que hay muy buen ambiente pero llegan las doce y Jose saca los dorsales para repartirlos. Creo que somos unos cincuenta que nos vamos a repartir en dos grupos. Uno que va a hacer el maratón en cinco horas y el otro que va a cuatro.
  Pasando lista se reparten los dorsales. Se dan unas pequeñas explicaciones del recorrido, estado del terreno, avituallamientos, etc, etc.


  A las 12.30 se ponen en marcha los que van a cinco horas. Los despedimos entre aplausos y ánimos. No nos volveremos a ver hasta el paso de la media donde nos cruzaremos y el que quiera puede cambiarse de grupo.
  Carlos y yo tenemos media horita para prepararnos así que con tranquilidad nos vamos al coche y nos  cambiamos. Hoy el día amenaza lluvia, frío, aire y además nos han dicho que los caminos están embarrados. Bueno pues después de decidir que ponernos (yo me pongo camiseta de manga corta con manguitos y en la cintura enrollado me llevo un cortavientos), nos vamos para la plaza donde se da la salida.


   Nuestra salida, a las 13:00, se da con puntualidad. Mapi inmortaliza del momento con una foto de grupo (suyas son todas las fotos de esta entrada). Somos unos 20 o 25 corredores. Comenzamos a correr por las calles de Cobeña para dirigirnos a los caminos que nos llevarán a Daganzo.
   Los primeros kilómetros son de charla y de ir cogiendo tono. Comenzamos a saber lo que nos espera. Caminos de barro donde es muy difícil correr. Las zapatillas no agarran y comienzan los resbalones.




   Llegamos al primer avituallamiento donde tenemos agua e isotónico. Este ratito sirve para reagruparnos de nuevo. Después de beber continuamos nuestro camino. Continuo con la compañía de Juanlu como en los kilómetros anteriores. Ahora vamos junto a Gerardo que va con un corredor invidente.


  Charlando y charlando vamos los cuatro bastante animados. Hasta que llegamos al km 15 donde está el siguiente avituallamiento. Esta vez con comida y bebida. Paramos un momento ya que son las 14:00 y tenemos algo de hambre, je je je.
   Después de llenar el estomago hay que seguir corriendo y es donde me doy cuenta que he comido demasiado, je je je.
   Ahora nos toca una larga subida y después de unos metros cogiendo ritmo me uno al grueso del grupo. Barro, barro y más barro. Llevamos las zapatillas con bastante lastre. Esto hace que las piernas empiecen a decir que que pasa. Además los equilibrios por los resbalones también van haciendo mella en las piernas.


   Así llegamos al avituallamiento del km 25. Jamón, queso, chorizo, fruta, barritas, gominolas, frutos secos, etc, etc  nos tienen preparado. Aquí coincidimos los dos grupos. Es el momento de el que quiera cambiar de ritmo se cambie de grupo.
  Los que vamos a cuatro horas nos despedimos y emprendemos la segunda parte del maratón. El barro no nos va a dar tregua. Por lo menos el tiempo nos está respetando. Bastante aire en algunos tramos pero la lluvia que está acechando de momento no esta haciendo acto de presencia.
   Poquito a poco vamos llegando al siguiente avituallamiento. Cruzamos la carretera por debajo y allí está Mapi con su cámara disparando cientos de fotos. Muchas gracias por ese pedazo de reportaje.
  Estamos en el km 28 y hasta el siguiente avituallamiento que está en el 34 vamos de lujo. Son los mejores kilómetros, por lo menos para mi. Por aquí se puede correr algo mejor y el estomago va mas suelto después del atracón de antes.


   Después de una larga recta, cruzamos la carretera para llegar al avituallamiento. Descansito, reponer fuerzas y a continuar. Por aquí volveremos a pasar en el km 39 más o menos después de hacer un bucle. Un par de kilómetros de ida y después de cruzar la carretera, otro par de ellos de vuelta. En estos km parece que se habla algo menos. Vamos concentrados y pensando en nuestras cosas.
  Por aquí Carlos me dice que las piernas ya se van quejando, je je je. Aparte del barro que nos lo esta poniendo muy complicado, el maratón del domingo pasado también está presente.
   Bueno pues ya estamos de nuevo en el avituallamiento de antes pero esta vez estamos casi en el km 39. Es el último antes de meta.
  Después de esta parada viene un kilómetro de subida mas o menos donde la última parte de unos 200 metros tienen bastante desnivel. Aquí cada uno lleva su ritmo y al final de la cuesta estamos Carlos, Gerardo y yo yendo en solitario al siguiente cruce de caminos donde esperamos para reagruparnos.
  Ahora si que no nos queda ni para regalar. Estamos en el km 40 y vamos por un camino ancho con bastantes charcos, pero buscando el sitio bueno se puede correr bastante bien.
   Por fin llegamos al deseado puente donde nos reagrupamos por última vez. Estamos en la entrada del pueblo y nos quedan unos 500 metros para meta. A partir de aquí la tradición es que vayan los primeros marcando el ritmo los que peor van. Todos detrás de ellos comenzamos la subida por las calles para llegar a la casa de Jose donde está situada la meta.
  Allí nos esperan familiares y amigos con aplausos. Por fin estamos en meta y nos damos la enhorabuena. Ahora toca comer y beber en el garaje de Jose no sin antes quitarnos las zapatillas antes de entrar para no ponerlo todo perdido.
  Carlos y yo decidimos ir a cambiarnos para no quedarnos fríos y volver a recibir a los demás corredores del otro grupo.

   Bueno pues ya estamos todos. El garaje es un lugar de intercambio de impresiones. Mientras Mapi lo inmortaliza todo. Yo hablo con Julián "el marchador" que me dice que hoy ha sufrido bastante por causa del barro. Otra muesca mas en sus piernas. Espero verle en Sevilla donde seguro hará un buen papel.
   Bueno pues esto está llegando a su fin y después de las despedidas, besos y abrazos, Carlos y yo emprendemos el viaje de regreso después de haber pasado un día entre amigos.
  Muchas gracias a Jose Fraile por hacerlo posible y esperemos poder estar el año que viene de nuevo por aquí. También a la incansable Mapi que no deja de hacernos fotos y que luego nos gusta tanto ver.
  Y por último deciros que la bolsa del corredor es única. Aquí es donde se nota lo que se hace por amor a este deporte y lo que se hace por la pela. Podrían tomar ejemplo otros maratones (pero ahí no me voy a meter, de momento), je je je.


   Hasta la próxima, que tiene sabor andaluz.....

   Capi 

  
 

4 comentarios:

  1. En Sevilla estaremos, más marchando que andando.
    Animo campeón, que allí hay un color especial.

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  2. En Sevilla nos vemos por lo que veo Capi, y con Julian también con el cual tuve el placer de compartir kms en el Galarleiz 2014. Joe si es que el mundo es un pañuelo cagondiola.
    Antonio Medina

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  3. Desde luego es un placer coincidir contigo siempre, mucho más en una de estas carreras tan entrañables. Si difícil se me hizo este año la carrera, al menos los primeros 15 kms fueron muy entretenidos con tu compañía.
    Un saludo y enhorabuena, también te la doy por adelantado porque ayer te cascaste la 3ª consecutiva, te la volveré a repetir en el blog en su momento.

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  4. Y por supuesto un besote de parte de Mapi.

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