Parece mentira, con lo grande que es Madrid, los bares que debe haber, y no encontramos ninguno para el cafelito de rigor. Por fin y después de una carrerita para no enfriarnos, divisamos uno. "¡ahora que haya sitio!". Bueno pues hay suerte. Tomamos los cafés ,nada baratos por cierto, pero es lo que hay. "Pagando afeitan", dice uno de mi pueblo.
Nos vamos a la salida los tres juntitos, con unas bombillas en la mano para reciclar. Vemos a Isaac, de Torrijos. Le saludo y me quedo solo entre tanta gente vestida de azul. 17.000 corredores,¡¡Casi nada!!.
¿donde estarán estos?. Menos mal que ya con anterioridad habíamos hablado de quedar en un sitio para después de la llegada a meta. De casualidad veo a Javi y le digo: ¡"De aquí no nos movemos"!.
Vemos a unas chicas haciéndose fotos con el móvil. Les comentamos que si nos pueden hacer una y enviarla por watsApp. Acceden encantadas, pero, o han tomado mal el número o se han quedado con nosotros. La foto aún no ha llegado.
Dan la salida y a correr. Pero quien pueda, porque esto es un infierno. Gente por todos los lados. Javi se esta jugando el tipo y se va por entre los árboles dándole las ramas en la cabeza. Le he perdido y trato de seguir como puedo. Ya habrá tiempo de correr.
Hay dos subidas antes de llegar a donde se separan los que van a correr cinco kilómetros y parece que se puede correr con más desahogo.
Al final entramos como podemos Jose Luis, Yo (Alfonso) y Javi por este orden. Nos cambiamos y decidimos ir para Toledo a tomar unas cervecitas.
A las 11:30 en casa. ¿para eso hemos madrugado?. La carrera ha sido por una buena causa y algo de dinero vendrá a Toledo para investigación.
Hasta la próxima.
Alfonso
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