La Mamova. Una carrera de la que tenemos buenas referencias. Este año ha sido posible ir a participar al maratón. El Sábado por la mañana nos plantamos en Andilla. Pueblo donde tenemos el alojamiento. Allí la casera nos dice que lleva tres años casi sin llover y que las temperaturas son muy suaves. Ella lleva estos tres años sin sacar el abrigo del armario.
Para este fin de semana y después de unos meses primaverales, parece que dan algo de lluvia, pero que es para el domingo por la tarde cuando se esperan.
En el sitio donde comemos están en una mesa larga los organizadores y algún voluntario del Mamova. Con ellos esta comiendo Miguel Heras con el que charlamos un rato. Mañana también va a correr este bicho de la montaña.
Bueno, con estos detalles y después de comer algo y descansar, nos dirigimos al pueblo de al lado, La Pobleta, a recoger los dorsales. Este pueblo está a un kilómetro y medio por un camino por lo que decidimos ir andando, ya que si vamos en coche hay que dar una vuelta cojonuda y por carretera no muy buena, ja ja ja.
Les preguntamos a un responsable del maratón, que esta comiendo donde nosotros, por ese camino y nos dice que esta balizado por que por ahí pasa la carrera. Así que siguiendo las balizas nos damos un paseíto hasta el pabellón de La pobleta. Recogemos el dorsal y la bolsa del corredor. Toca irnos a tomar un café.
Decidimos irnos de nuevo a Andilla que se está empezando a hacer de noche. Siguiendo el camino de ida, hacemos el de vuelta. Esta vez controlamos el tiempo que tardamos por que mañana haremos lo mismo para la carrera.
Cena, café y directos para la habitación a preparar la mochila y el atuendo de mañana. Esta noche cambian la hora y dormiremos una hora menos. La organización ha decidido retrasar la salida una hora para que tengamos las mismas horas de sueño. Detalle de agradecer.
Suena el despertador a las siete de la mañana. Desayunamos tranquilamente. Txule mira por la ventana y......, la lluvia a llegado antes de lo previsto. Tres años sin llover y tiene que se hoy. Nos quedamos con lo bueno que es que llueva y la necesidad que hay, pero podría haber empezado por la tarde, ja ja ja.
Bueno, pues con margen suficiente nos vamos andandito para La Pobleta. Bajo una fina lluvia y la temperatura situada a unos 7 u 8 grados, llegamos al pueblo. Necesitamos un café como el comer. Nadie lleva dinero hasta que me doy cuenta que detrás de la funda del móvil llevo 15 pavos. -"Yujuuu, café para todos".
En la cafetería volvemos a coincidir con Heras y esta vez sí, nos hacemos la foto de rigor con un grande de la montaña.
Ya en la salida nos comenzamos a colocar no sin antes hacernos una instantánea para el recuerdo. El cielo está encapotado. Bastante gris y cerrado y cae una leve lluvia. Veremos a ver lo que aguanta así el tiempo.
Hablo con Susana un poco y la deseo suerte en su carrera hoy en Toledo. La carrera solidaria Juanelo Turriano que nunca defrauda.
Hablo con Susana un poco y la deseo suerte en su carrera hoy en Toledo. La carrera solidaria Juanelo Turriano que nunca defrauda.
A las nueve en punto, se da la salida de esta nueva edición del Mamova. Mucha suerte a todos y en especial para nosotros, je je je.
Comenzamos a correr. Todos detrás de Heras, como era de suponer. Una vueltecita al pueblo para que disfrutemos un poco de la civilización antes de perdernos por el monte. Pasado el primer kilómetro ya estamos pisando caminos.
Llegado el km dos Javi tiene problemas con su lesión gemelo y nos temíamos lo peor, pero después de andar un rato el dolor va desapareciendo y reanudamos la marcha. Vamos, que esto ha sido pasajero. Comenzamos, ahora sí, nuestra aventura Mamovers.
Ha comenzado a llover un poco mas fuerte. El cielo está muy cerrado y gris. Creemos que esto va a ser la tónica de la carrera y de todo el fin de semana.
Javi ha sacado los palos mientras Txule y yo todavía los llevamos guardados. Comenzamos una larga subida, con algún descenso intermedio, que nos llevará hasta el km 13 mas o menos. Durante este tramo y según vamos ascendiendo, la cosa se pone cada vez mas fea.
La lluvia comienza a ser mas fuerte. El aire comienza a soplar y lo mas jodido es la temperatura. Esta bajando considerablemente. Las piernas comienzan a ponerse coloradas del frío. Los tres llevamos en la parte de arriba la camiseta corta con manguitos y el impermeable. De momento vamos aguantando, pero el frío cada vez es mas intenso.
Llegando casi a la cima, txule nos dice que va muy tocado de piernas. El frío no le deja ni correr. Dice que es como si le pincharan agujas. Esta zona está pelá. Hace unos años hubo un incendio grandísimo y dejó toda la zona bastante afectada. Por eso el aire campa a sus anchas por esta zona.
Nadie se esperaba un día como hoy y son muchos los que vamos pajaritos. Estamos llegando a la loma del Rabalsador. Hace muchísimo frío y de cintura para abajo vamos calaitos. Menos mal que llevamos un buen impermeable y aunque llevemos frío, la parte de arriba va seca.
Yo llego el primero a la cima y allí hay colocada una carpa. Hay tres voluntarios debajo intentando resguardarse, aunque es tarea imposible por que la lluvia con el aire se mete por todos los lados. Me meto con ellos para esperar a mis compis y reagruparnos. -"Ufff, que rascaaaaaaaaaa". Los voluntarios me enseñan los chupones que cuelgan de la carpa. Estamos por debajo de 0 grados y de la lona cuelgan estalactitas de hielo.
Me dicen que me vaya que me voy a congelar. Mientras boto en el sitio les digo que voy a esperar un poquito a mis compis. Al poquito viene Javi y salgo de la carpa para comenzar la bajada. Me dice que Txule va un poco mas atrás, pero que viene. Ha sacado los palos y Javi le ha aconsejado mover los brazos mientras sube para intentar entrar en calor.
Comenzamos la bajada donde todo está empapado. Todo esta muy resbaladizo. Los corredores bajamos con mucha cautela.
Dejo pasar a un corredor que me dice que nuestro compañero ha dicho que se retira. Se ha quedado en la carpa con los voluntarios. -"Joder, no puede ser".
Uff. Javi y yo no sabemos que hacer. Volver a subir es una locura. Miramos constantemente hacia atrás para ver si en la hilera de corredores que baja localizamos a Txule.
Llegamos a la zona baja y allí hay un coche de la organización. En esta zona estamos un poco mas resguardados y nos paramos para ver si viene nuestro compi. Le digo a Javi que si Txule se va a retirar tendrá que bajar hasta aquí para montarse en el coche.
Después de unos minutos de incertidumbre, le localizamos y al poquito se une con nosotros. No era Txule el que se quería retirar si no otro corredor. Bueno, ha sido una equivocación que al final nos la hemos tomado como una anécdota.
Parece que por esta zona y mientras continuamos bajando, vamos a calentar un poco el cuerpo. Así llegamos al km 17 donde tenemos un avituallamiento. Comemos algo y sin mucha demora salimos pitando por que a la mínima que te pares comienzan los temblores.
De momento, en los avituallamientos que hemos estado no hemos rellenado bidones. Esto nos indica que estamos bebiendo muy poco. El clima tan húmedo y con tanta lluvia hace que no tengas sensación de sed. Casi siempre bebemos un poco al tomarnos las sales, que eso si lo llevamos a raja tabla.
En nuestro camino hacia la media maratón pasamos por Andilla. A escasos 50 metros de nuestro alojamiento. En mi pensamiento está pasar por él y ponerme algo mas de abrigo, pero como por aquí esta mas calmada la cosa, al final tiramos para adelante.
Este camino nos le conocemos ya que es el que hemos hecho varias veces para la recogida de los dorsales y para ir a la carrera por la mañana. Y así llegamos a La Pobleta. Los de la maratón por relevos se van hacia el pabellón y nosotros giramos a la izquierda para comenzar la segunda parte.
Aquí nos paran unos voluntarios y nos dicen que donde tenemos que subir ahora, la cosa está muy muy fea. Hace mucho aire, está lloviendo de lo lindo y que junto al frío que esta haciendo hay posibilidades de que nieve. -"Si alguno va lo mas mínimo tocado o tiene la mas mínima duda, que se quede aquí", nos dicen.
Uff, pinta mal la cosa. Nosotros ahora mismo estamos bastante bien. Vamos a continuar, pero creo que todos pensamos en que como sea peor que la primera parte nos vamos a tener que abrochar los machos.
Continuamos para adelante y unos 500 metros mas adelante, un organizador nos para de nuevo y nos hace la misma indicación que antes. Madre mía, tiene que estar seria la cosa. Le agradecemos el aviso y continuamos hacia el infierno.
Al pasar por el parking vemos que hay corredores que se están cambiando y abrigándose para afrontar esta segunda parte de la carrera. Bien que hacen, la verdad.
Vamos chicos, que esto lo tenemos chupao. Y... En el km 24 volvemos a pasar por Andilla, pero esta vez por la mismísima puerta del alojamiento. Decidimos, después de los dos avisos del tiempo, parar un instante para ponernos por lo menos algo de abrigo en la parte de arriba.
En cero coma, estamos de nuevo pateando las calles de Andilla. Ya vamos un poco mas abrigados a conciencia para la parte final. Además yo llevo en la mochila otra chaqueta por si alguno lo necesitamos, aunque llevamos ya camisetas térmicas e impermeables puestos.
Salimos del pueblo después de subir a una peña que hay en mitad de él, que para acceder arriba hay que subir ayudado por tres tramos de cadenas. Hoy no lo vamos a disfrutar como en un día soleado y con buena temperatura, pero es alucinante este sitio.
Comienza de nuevo a llover copiosamente. Saco los bastones para intentar hacer esta parte con ellos y quitar un poco de carga a las piernas. En menos de cinco minutos los vuelvo a guardar por que se me quedan los dedos congelados. Sin ellos, meto las manos dentro de las mangas y protejo las manos de la lluvia y el frio. Así voy bastante bien, cosa que con los bastones no puedo hacer y por eso decido guardarlos.
Vamos con la cabeza agachada evitando la lluvia en la cara, lo que hace que nos saltemos el desvío y andemos unos cientos de metros hasta darnos cuenta del fallo. Volvemos hacia atrás y ahora sí cogemos el camino bueno.
Comenzamos el ascenso hacia la zona complicada que nos indicaron antes. No se si es por el cambio de ropa, pero nos parece que la primera parte ha sido, de momento, mas dura que esta. Llegamos al km 27 donde ascendemos y bordemos Peñaparda. Ya nos hemos quitado lo peor. A partir de aquí tenemos que bajar hasta un avituallamiento situado en el km 34 y pico.
Bajada con tramos algo técnicos que nos los señalan con una cinta verde y negra. Varios tramos de cadenas, donde hay tener mucha precaución por lo resbaladizo de tema, hacen aún mas atractivo el recorrido.
También pasamos por debajo de un puente metiéndonos en el cauce del riachuelo. Llevamos los pies y las zapas empapadas, pero intentamos no mojarnos mas de la cuenta por este tramos donde ya comienza a correr un pelín de agua.
Seguimos sin rellenar bidones. Todavía nos queda agua. Lo que si hacemos es comer fruta, chocolate y muuuuchas gominolas. En este avituallamiento incluso nos comemos un sándwich que ya hay hambre, je je je.
Aquí decidimos mandar un mensaje a las mujeres que hoy las tenemos en ascuas. El problema es que sacar el móvil de la funda impermeable con los guantes mojados, lloviendo y demás, hace que peligre el celular. Pero un mensajito es necesario y después de decirlas como vamos, el teléfono vuelve a su sitio, ya hasta meta.
Llevamos cinco horas y media y nos quedan unos siete kilómetros. Nos han dicho que en estos últimos nos han preparado un par de cortafuegos para completar el desnivel positivo de la carrera.
Hay en un momento dado que se quiere asomar el sol. Se ha hecho la luz. Pero va a ser un espejismo por que al momento se vuelve a cerrar ese pequeño hueco y continúa lloviendo sobre nuestros húmedos y arrugados cuerpos.
Pues nada, ya tenemos el primer cortafuegos delante nuestra. La subida la hacemos a un buen ritmo donde adelantamos a varios corredores que las piernas no les permiten ir mas rápido.
El segundo cortafuegos es una réplica del primero. Subimos bastante rápidos y seguimos pasando gente. Cuando rematemos esta subida, ya solo nos quedará ir descendiendo hacia el pueblo.
Pues nada a correr un poquito. Aunque el terreno está muy resbaladizo. Hay zona de piedras muy peligrosas y caminos de barro amenizados con raíces. En cualquier momento te puedes tropezar, o resbalar pudiendo hacerte una avería, así que con tranquilidad que lo duro ya está hecho. Ahora nos toca disfrutar de lo que nos queda y de lo que hemos dejado atrás, que ha tenido tarea.
A falta de unos dos kilómetros hay balizas que marcan dos caminos diferentes. Suponemos que uno seria el de subida, ¿pero cual coger?. Txule después de visualizar un poco la zona, entre los árboles ve una parte del pueblo y nos indica el camino a seguir.
Esperemos que sea el bueno, ja ja ja.
Ahora sí, pisamos el alquitrán de las calles de La Pobleta. Ya lo tenemos colegas. Menudo tute nos hemos metido hoy. Menuda mañana de lluvia nos han colocado. Menudo frío hemos pasado. Pero todo eso tiene su recompensa y estamos a escasos metros de conseguirla.
Ya en la recta de meta, nos saluda Heras que suponemos que llevará ya varias horas terminado. A nosotros nos queda pasar por debajo del arco. Bueno chicos, pues ya somos Mamovers.
Enhorabuena y felicidades a los tres. Yo me incluyo, claro. Hemos conseguido terminar la que ha sido la mas dura edición de la carrera, según dirán días mas tarde.
Una carrera donde se ha retirado muchísima gente. Una carrera que ha sido casi por eliminación. Carrera para el recuerdo. Carrera que nos une más todavía. Carrera que nos enseña que la montaña es espectacular pero que cuando quiere nos pone a prueba y hay que ir muy bien preparado cuando se sube a ella.
Con la medalla en el cuello, pasamos dentro del pabellón donde comemos y bebemos un poco. No podemos quedarnos mucho ya que tenemos que volver a Andilla andando y sigue lloviendo fríamente.
Nos hacen un bocadillo a cada uno y salimos disparados hacia nuestro alojamiento. El bocadillo empapado entra de lujo y la cocacola aguada también, ja ja ja. Es lo que tiene comer bajo la lluvia.
Lo sucedido en el alojamiento a nuestra llegada es otro capitulo que algún día contaré, je je je.
Solo me queda decir que hoy ha sido el día que menos hemos bebido en un maratón. Hemos salido con un litro y volvemos con mas o menos medio litro. Lo que si hemos hecho es orinar muchas veces. La lluvia es lo que tiene, que te da ganas de mear, ja ja ja.
Por otro lado, carrera muy recomendable, que aunque hoy no nos ha dejado ver mucho el paisaje, con buen tiempo tiene que ser aún mas espectacular.
Y esto es casi todo lo sucedido. Ahora toca el regreso bajo la incesante lluvia aunque ya vamos calentitos dentro del coche.
Gracias por estar ahí de nuevo.
Besitosss.
Capi
Llegado el km dos Javi tiene problemas con su lesión gemelo y nos temíamos lo peor, pero después de andar un rato el dolor va desapareciendo y reanudamos la marcha. Vamos, que esto ha sido pasajero. Comenzamos, ahora sí, nuestra aventura Mamovers.
Ha comenzado a llover un poco mas fuerte. El cielo está muy cerrado y gris. Creemos que esto va a ser la tónica de la carrera y de todo el fin de semana.
Javi ha sacado los palos mientras Txule y yo todavía los llevamos guardados. Comenzamos una larga subida, con algún descenso intermedio, que nos llevará hasta el km 13 mas o menos. Durante este tramo y según vamos ascendiendo, la cosa se pone cada vez mas fea.
La lluvia comienza a ser mas fuerte. El aire comienza a soplar y lo mas jodido es la temperatura. Esta bajando considerablemente. Las piernas comienzan a ponerse coloradas del frío. Los tres llevamos en la parte de arriba la camiseta corta con manguitos y el impermeable. De momento vamos aguantando, pero el frío cada vez es mas intenso.
Llegando casi a la cima, txule nos dice que va muy tocado de piernas. El frío no le deja ni correr. Dice que es como si le pincharan agujas. Esta zona está pelá. Hace unos años hubo un incendio grandísimo y dejó toda la zona bastante afectada. Por eso el aire campa a sus anchas por esta zona.
Nadie se esperaba un día como hoy y son muchos los que vamos pajaritos. Estamos llegando a la loma del Rabalsador. Hace muchísimo frío y de cintura para abajo vamos calaitos. Menos mal que llevamos un buen impermeable y aunque llevemos frío, la parte de arriba va seca.
Yo llego el primero a la cima y allí hay colocada una carpa. Hay tres voluntarios debajo intentando resguardarse, aunque es tarea imposible por que la lluvia con el aire se mete por todos los lados. Me meto con ellos para esperar a mis compis y reagruparnos. -"Ufff, que rascaaaaaaaaaa". Los voluntarios me enseñan los chupones que cuelgan de la carpa. Estamos por debajo de 0 grados y de la lona cuelgan estalactitas de hielo.
Me dicen que me vaya que me voy a congelar. Mientras boto en el sitio les digo que voy a esperar un poquito a mis compis. Al poquito viene Javi y salgo de la carpa para comenzar la bajada. Me dice que Txule va un poco mas atrás, pero que viene. Ha sacado los palos y Javi le ha aconsejado mover los brazos mientras sube para intentar entrar en calor.
Comenzamos la bajada donde todo está empapado. Todo esta muy resbaladizo. Los corredores bajamos con mucha cautela.
Dejo pasar a un corredor que me dice que nuestro compañero ha dicho que se retira. Se ha quedado en la carpa con los voluntarios. -"Joder, no puede ser".
Uff. Javi y yo no sabemos que hacer. Volver a subir es una locura. Miramos constantemente hacia atrás para ver si en la hilera de corredores que baja localizamos a Txule.
Llegamos a la zona baja y allí hay un coche de la organización. En esta zona estamos un poco mas resguardados y nos paramos para ver si viene nuestro compi. Le digo a Javi que si Txule se va a retirar tendrá que bajar hasta aquí para montarse en el coche.
Después de unos minutos de incertidumbre, le localizamos y al poquito se une con nosotros. No era Txule el que se quería retirar si no otro corredor. Bueno, ha sido una equivocación que al final nos la hemos tomado como una anécdota.
Parece que por esta zona y mientras continuamos bajando, vamos a calentar un poco el cuerpo. Así llegamos al km 17 donde tenemos un avituallamiento. Comemos algo y sin mucha demora salimos pitando por que a la mínima que te pares comienzan los temblores.
De momento, en los avituallamientos que hemos estado no hemos rellenado bidones. Esto nos indica que estamos bebiendo muy poco. El clima tan húmedo y con tanta lluvia hace que no tengas sensación de sed. Casi siempre bebemos un poco al tomarnos las sales, que eso si lo llevamos a raja tabla.
En nuestro camino hacia la media maratón pasamos por Andilla. A escasos 50 metros de nuestro alojamiento. En mi pensamiento está pasar por él y ponerme algo mas de abrigo, pero como por aquí esta mas calmada la cosa, al final tiramos para adelante.
Este camino nos le conocemos ya que es el que hemos hecho varias veces para la recogida de los dorsales y para ir a la carrera por la mañana. Y así llegamos a La Pobleta. Los de la maratón por relevos se van hacia el pabellón y nosotros giramos a la izquierda para comenzar la segunda parte.
Aquí nos paran unos voluntarios y nos dicen que donde tenemos que subir ahora, la cosa está muy muy fea. Hace mucho aire, está lloviendo de lo lindo y que junto al frío que esta haciendo hay posibilidades de que nieve. -"Si alguno va lo mas mínimo tocado o tiene la mas mínima duda, que se quede aquí", nos dicen.
Uff, pinta mal la cosa. Nosotros ahora mismo estamos bastante bien. Vamos a continuar, pero creo que todos pensamos en que como sea peor que la primera parte nos vamos a tener que abrochar los machos.
Continuamos para adelante y unos 500 metros mas adelante, un organizador nos para de nuevo y nos hace la misma indicación que antes. Madre mía, tiene que estar seria la cosa. Le agradecemos el aviso y continuamos hacia el infierno.
Al pasar por el parking vemos que hay corredores que se están cambiando y abrigándose para afrontar esta segunda parte de la carrera. Bien que hacen, la verdad.
Vamos chicos, que esto lo tenemos chupao. Y... En el km 24 volvemos a pasar por Andilla, pero esta vez por la mismísima puerta del alojamiento. Decidimos, después de los dos avisos del tiempo, parar un instante para ponernos por lo menos algo de abrigo en la parte de arriba.
En cero coma, estamos de nuevo pateando las calles de Andilla. Ya vamos un poco mas abrigados a conciencia para la parte final. Además yo llevo en la mochila otra chaqueta por si alguno lo necesitamos, aunque llevamos ya camisetas térmicas e impermeables puestos.
Salimos del pueblo después de subir a una peña que hay en mitad de él, que para acceder arriba hay que subir ayudado por tres tramos de cadenas. Hoy no lo vamos a disfrutar como en un día soleado y con buena temperatura, pero es alucinante este sitio.
Comienza de nuevo a llover copiosamente. Saco los bastones para intentar hacer esta parte con ellos y quitar un poco de carga a las piernas. En menos de cinco minutos los vuelvo a guardar por que se me quedan los dedos congelados. Sin ellos, meto las manos dentro de las mangas y protejo las manos de la lluvia y el frio. Así voy bastante bien, cosa que con los bastones no puedo hacer y por eso decido guardarlos.
Vamos con la cabeza agachada evitando la lluvia en la cara, lo que hace que nos saltemos el desvío y andemos unos cientos de metros hasta darnos cuenta del fallo. Volvemos hacia atrás y ahora sí cogemos el camino bueno.
Comenzamos el ascenso hacia la zona complicada que nos indicaron antes. No se si es por el cambio de ropa, pero nos parece que la primera parte ha sido, de momento, mas dura que esta. Llegamos al km 27 donde ascendemos y bordemos Peñaparda. Ya nos hemos quitado lo peor. A partir de aquí tenemos que bajar hasta un avituallamiento situado en el km 34 y pico.
Bajada con tramos algo técnicos que nos los señalan con una cinta verde y negra. Varios tramos de cadenas, donde hay tener mucha precaución por lo resbaladizo de tema, hacen aún mas atractivo el recorrido.
También pasamos por debajo de un puente metiéndonos en el cauce del riachuelo. Llevamos los pies y las zapas empapadas, pero intentamos no mojarnos mas de la cuenta por este tramos donde ya comienza a correr un pelín de agua.
Seguimos sin rellenar bidones. Todavía nos queda agua. Lo que si hacemos es comer fruta, chocolate y muuuuchas gominolas. En este avituallamiento incluso nos comemos un sándwich que ya hay hambre, je je je.
Aquí decidimos mandar un mensaje a las mujeres que hoy las tenemos en ascuas. El problema es que sacar el móvil de la funda impermeable con los guantes mojados, lloviendo y demás, hace que peligre el celular. Pero un mensajito es necesario y después de decirlas como vamos, el teléfono vuelve a su sitio, ya hasta meta.
Llevamos cinco horas y media y nos quedan unos siete kilómetros. Nos han dicho que en estos últimos nos han preparado un par de cortafuegos para completar el desnivel positivo de la carrera.
Hay en un momento dado que se quiere asomar el sol. Se ha hecho la luz. Pero va a ser un espejismo por que al momento se vuelve a cerrar ese pequeño hueco y continúa lloviendo sobre nuestros húmedos y arrugados cuerpos.
Pues nada, ya tenemos el primer cortafuegos delante nuestra. La subida la hacemos a un buen ritmo donde adelantamos a varios corredores que las piernas no les permiten ir mas rápido.
El segundo cortafuegos es una réplica del primero. Subimos bastante rápidos y seguimos pasando gente. Cuando rematemos esta subida, ya solo nos quedará ir descendiendo hacia el pueblo.
Pues nada a correr un poquito. Aunque el terreno está muy resbaladizo. Hay zona de piedras muy peligrosas y caminos de barro amenizados con raíces. En cualquier momento te puedes tropezar, o resbalar pudiendo hacerte una avería, así que con tranquilidad que lo duro ya está hecho. Ahora nos toca disfrutar de lo que nos queda y de lo que hemos dejado atrás, que ha tenido tarea.
A falta de unos dos kilómetros hay balizas que marcan dos caminos diferentes. Suponemos que uno seria el de subida, ¿pero cual coger?. Txule después de visualizar un poco la zona, entre los árboles ve una parte del pueblo y nos indica el camino a seguir.
Esperemos que sea el bueno, ja ja ja.
Ahora sí, pisamos el alquitrán de las calles de La Pobleta. Ya lo tenemos colegas. Menudo tute nos hemos metido hoy. Menuda mañana de lluvia nos han colocado. Menudo frío hemos pasado. Pero todo eso tiene su recompensa y estamos a escasos metros de conseguirla.
Ya en la recta de meta, nos saluda Heras que suponemos que llevará ya varias horas terminado. A nosotros nos queda pasar por debajo del arco. Bueno chicos, pues ya somos Mamovers.
Enhorabuena y felicidades a los tres. Yo me incluyo, claro. Hemos conseguido terminar la que ha sido la mas dura edición de la carrera, según dirán días mas tarde.
Una carrera donde se ha retirado muchísima gente. Una carrera que ha sido casi por eliminación. Carrera para el recuerdo. Carrera que nos une más todavía. Carrera que nos enseña que la montaña es espectacular pero que cuando quiere nos pone a prueba y hay que ir muy bien preparado cuando se sube a ella.
Con la medalla en el cuello, pasamos dentro del pabellón donde comemos y bebemos un poco. No podemos quedarnos mucho ya que tenemos que volver a Andilla andando y sigue lloviendo fríamente.
Nos hacen un bocadillo a cada uno y salimos disparados hacia nuestro alojamiento. El bocadillo empapado entra de lujo y la cocacola aguada también, ja ja ja. Es lo que tiene comer bajo la lluvia.
Lo sucedido en el alojamiento a nuestra llegada es otro capitulo que algún día contaré, je je je.
Solo me queda decir que hoy ha sido el día que menos hemos bebido en un maratón. Hemos salido con un litro y volvemos con mas o menos medio litro. Lo que si hemos hecho es orinar muchas veces. La lluvia es lo que tiene, que te da ganas de mear, ja ja ja.
Por otro lado, carrera muy recomendable, que aunque hoy no nos ha dejado ver mucho el paisaje, con buen tiempo tiene que ser aún mas espectacular.
Y esto es casi todo lo sucedido. Ahora toca el regreso bajo la incesante lluvia aunque ya vamos calentitos dentro del coche.
Gracias por estar ahí de nuevo.
Besitosss.
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