sábado, 16 de septiembre de 2017

Ribera Run Race, 52 km.

    Esta no estaba en mis planes aunque si que la había mirado en alguna ocasión. Pero el destino quiso que no me la perdiera e hizo que gracias a Nutrium, me tocara un dorsal en un sorteo. Y bueno, haciendo un poder me levanté el sábado a las 4:00 de la mañana para poner rumbo a peñafiel (Valladolid). Lugar donde se disputa la prueba.
 
   En algo menos de dos horas y media me planto a pocos metros de la salida. Hoy el gps me ha llevado de lujo. Me dirijo al Coso de Peñafiel a recoger el dorsal. La verdad es que esta plaza es espectacular. Es de noche y todavía no puedo verla en condiciones aunque luego tendré tiempo para recrearme un rato en ella.

 
  En la recogida del dorsal me encuentro con Nanny a la que saludo y me pone al día de todo. Allí también están Carolina y Eduardo que han venido a beber un poco de vino a la carrera, je je je.

 
   La salida es a  las ocho. Estamos a 3ºC. Hace un fresquito muy agradable para correr, o no. Me voy al coche para prepararme. Me cambio dentro del coche por que la verdad es que el fresquito es muy frio, je je je.
  A menos veinte me voy de nuevo al Coso donde está ubicada la salida y allí veo a un tipo muy muy alto. Es Jose Vicente. Un amigo apasionado también de los maratones y largas distancias. Con él voy a estar charlando hasta que den la salida. También aparece Enrique con el que nos hacemos unas fotillos.




 
  Por megafonía nos llaman para pasar el control de chip. Ya estamos todos dentro del cajón de salida. Somos unos 90 valientes los que vamos a intentar terminar esta carrera que pasa por los viñedos y por las  bodegas mas importantes de la localidad.
  Con una cuenta atrás se da el pistoletazo de salida. Comenzamos los primeros compases de la prueba por las calles de peñafiel. Hasta que no salgamos del pueblo el recorrido es neutralizado. Vamos detrás de las bicicletas hasta cruzar la carretera coger un camino por un pinar donde nos dan vía libre para correr lo que queramos, o lo que podamos, je je je.
  Por el pinar voy junto a Jose Vicente y Enrique. Son momentos para charlar e ir tomando contacto con el terreno. El cielo está despejado por lo que creo que las temperaturas irán en aumento. Yo de momento voy con los manguitos y parece que así no estoy mal.
  En el km 3 mas o menos, una paradita para ir al excusado me separa de mis compis. Me va a tocar correr para volver a enlazar con ellos, pero no tardaré en estar de nuevo con su compañía. Enrique también ha hecho lo propio y se ha quedado un poco atrás.
  Jose Vicente me dice que me vaya yo a mi ritmo que el quiere coger el suyo. Me despido de él deseándole mucha suerte y tiro para adelante intentando coger mi ritmo crucero.
   Paso por el segundo avituallamiento que esta en el km 7, el primero era en el km 3, y bebo un poco de isotónico. Aquí cogemos un camino que va por la ribera del río Duero. Un camino con continuos sube y bajas pero que deja correr bastante bien. El río está super calmado y la niebla a ras del agua lo hace casi misterioso.
  Llego al km 10 donde está el siguiente avituallamiento. Justo en la central eléctrica Padilla. Aquí me saluda y me anima la mujer de Jose Vicente. Muchas graciaaaasss.
  Unos escalones hechos en el terreno y adornados con troncos nos hacen salvar un desnivel importante para volver a coger la senda del rio. De momento voy solo aunque llevo a corredores delante y detrás, pero intuyo que al paso de los kilómetros iré mas solo que la una.
  Este camino es precioso. Muy bien cuidado y señalizado. Es el denominado GR 14. Continúo por él hasta que en el km 13 cruzamos el río por un puente que de lejos me parecía de hierro, pero que al pasarle me doy cuenta que es de madera. Super chulo el puente este.

 
   Al salir del puente nos adentramos de nuevo en un pinar. Arena de playa es el menú de este tramo. Vamos buscando el mejor sitio por donde ir y pillar la menor arena posible. Así será hasta que lleguemos a la primera bodega. Situada en el km 14,5.
  Entramos en la Bodega Dehesa Los Canónigos. Impresionante. Todo muy bien cuidado hasta el mínimo detalle. Allí tenemos nuestro cuarto avituallamiento. Una larga mesa con agua, isotónico, fruta..... donde me paro a repostar. Y unos metros mas adelante una barra con una selección de sus vinos. Una mujer me ofrece probarlos pero de momento no me apetece tomar vino. Se lo agradezco enormemente y continúo mi camino.
  Salgo de la bodega y volvemos a coger camino de arena. Voy detrás de otros tres corredores. Todos intentando coger la trazada buena por que este terreno nos está cargando los gemelos. Y por fin volvemos a coger la ribera del río. Esta vez por su margen derecho. No dejaremos el GR 14 hasta llegar a San Bernardo donde a las puertas del monasterio de Santa María de Valbuena, tenemos un puesto con agua. Aquí reposto y me hago unas fotillos con el monasterio de fondo.






  Ahora tenemos un tramo de carretera que me llevará directos a la Bodega Emina. Estoy casi en la media maratón.



  Aquí hay control de chip y el spiker anuncia mi llegada. Voy directo al avituallamiento para beber algo. Han montado castillos hinchables para los peques y alguna actividad para su disfrute.




  Aquí volvemos tener de todo un poco. Tomo fruta, Chocolate..... Y me ofrecen también salmorejo que me encanta pero que ahora mismo no me apetece mucho. También tenemos degustación de vinos de la bodega.
  Cuando voy a salir llega Eduardo. Hablo un ratillo con el y después continuo el camino marcado. Una larga subida es lo que nos toca ahora. Aquí me pongo a la altura de Silver, un chaval de Cadiz que sería mi compañero en estos últimos 30 kms. Por detrás viene Eduardo que sube corriendo y nos pasa como un avión.
  Después de salvar este desnivel, viene la parte mas bonita del recorrido. Los campos de viñedos se abren a nuestro paso. Tenemos que pasar por medio de las viñas emparradas, lo que lo hace superchulo pero que para las patas es muy cargante. Aquí cogemos a Eduardo que va disfrutando del paisaje.


  Aquí comienza la andadura de los tres. Muchas conversaciones, conocernos un poquito y sobre todo disfrutar de la carrera en buena compañía.





  Y.. Llegamos a la bodega hacienda Monasterio donde volvemos a tener un suculento refrigerio, je je je. Tengo que decir que coincidimos también con otro corredor. Este no para en los avituallamientos. Aquí nos adelanta y luego en el recorrido le adelantamos nosotros. Esa será la tónica hasta la meta.
  Cogemos un camino todo recto que va paralelo a la carretera. Vemos a lo lejos la siguiente bodega por donde tenemos que pasar. En un momento dado oímos un zumbido muy fuerte que nos hace levantar la vista hacia el cielo. Un dron vuela sobre nuestras cabezas observando nuestros movimientos.


  Por fin, ya en el km 31, llegamos a la bodega Nexux. Impresionante también esta bodega. Llegamos al avituallamiento y de momento paramos a tomar algo de fruta y dulce, pero rápidamente nos vamos al stand de la bodega donde se encuentra Eduardo probando un vinito y jalándose un pincho de tortilla que nos han preparado.



  En esta ocasión si que pruebo el vino y un trocito del pincho. Madre mía, dan ganas de quedarse aquí un par de horas para disfrutar de todo esto. Repostar, unas fotillos y vámonos que si no, no salimos, je je je.


  Salimos los tres disparados sin mirar atrás. Pasamos por medio de Pesquera de Duero donde algunos lugareños nos animan a nuestro paso. De aquí a la siguiente bodega tenemos un camino bastante corrible entre viñas y sembrados. Llevamos un ritmo crucero de 5´el kilómetro. Las charlas no dejan de hacernos mas llevaderos el camino, aparte de conocernos un poquito mejor.
  Y llegamos a la bodega Comenge donde están en plena actividad. También hay un grupo de turistas visitando las bodega y sus viñas. Muy animada esta la cosa.
  Al salir de aquí vemos en lo alto la residencia real del castillo de Curiel. Impresionante donde está construido. Muy muy bien conservado. Nos llama bastante la atención y no dejamos de admirarlo hasta que entramos a Curiel y nos adentramos en sus calles.
  Y volvemos a recorrer caminos entre viñedos y otros campos sembrados.  Silver lleva el piramidal un poco tocado de una antigua lesión, pero va aguantando como un cosaco. Eduardo lleva una fuerza increíble. Hay momentos que nos lleva con el gancho puesto, je je je.
  Tenemos unos tres kilómetros por camino polvoriento donde hemos cogido buen ritmo con la mente puesta en el siguiente avituallamiento. No tarda en llegar y nos adentramos en al bodega Legaris. Al fondo vemos el avituallamiento donde unas ocho voluntarias nos animan al ir acercándonos.


   No dudamos en parar y probar un poquito el vino que nos ofrecen. Charlamos con ellas un rato. Dicen que nos ven con buena cara e incluso hay una de ellas que quiere que le dejemos las zapatillas y ya termina por nosotros. Es un avituallamiento de un club de atletismo y eso se nota en la animación y la alegría que nos transmiten.


   Perooooo, sintiéndolo mucho tenemos que continuar con el camino. Nos despedimos de ellas mientras Silver se pone una cinta compresiva en la pierna de la lesión para intentar que no le molesta mas de lo que lo está haciendo.
  Estamos casi, casi en el km 44. Muy prontito volvemos a coger la senda del río para dirigirnos a Peñafiel. Llevamos viendo el castillo desde hace unos kilómetros lo que nos dice que ya vamos rematando el recorrido. Nos quedan ocho kilómetros de disfrute por el GR 14. El río está super calmado. Da gusto correr por aquí.
  Y llegamos al avituallamiento que esta situado en el puente medieval. Estamos muy muy cerca del pueblo. Los voluntarios nos dicen palabras y frases de ánimo. Muy amables y simpáticos todos los voluntarios en el día de hoy.
  A escasos dos kilómetros del siguiente avituallamiento, Miryam, la mujer de Silver le hace una llamada y le dice que está en la bodega Protos esperándole. Y casi sin darnos cuenta estamos entrando en la mencionada bodega donde Silver nos da un dato interesante. La bodega Protos es del mismo arquitecto que la T-4 de Madrid.
  Por fin entramos en la bodega donde comemos fruta, chocolate y bebemos de todo un poco. Eduardo no duda en coger una copita de vino para probar su tinto.  La mujer de Silver nos hace unas fotillos al pie del castillo al que tendremos que subir cuando salgamos de aquí.




   Despedidas de todos los que se encuentran allí y casi sin pasar por la casilla de salida tenemos la subida al castillo. Un camino hacia el castillo donde tenemos que usar las manos en un par de ocasiones para subir. Vamos dejando a nuestra derecha las chimeneas de las bodegas caseras que se sitúan debajo de la falda de la montaña.


  Llegamos arriba y bordeamos el castillo para bajar por la otra cara. Una bajada algo peligrosa no tanto por el desnivel sino por el terreno de arena suelta en el que frenarse es un poco complicado. Pero sin ningún incidente llegamos a la carretera que nos da entrada al pueblo.


   Un kilómetro escaso para completar esta carrera tan bien hecha. Pasamos por las calles de Peñafiel bajo los aplausos de los paisanos del pueblo. Y después de un giro a izquierdas entramos en el Coso. Allí el spiker anuncia nuestra entrada. Los tres nos saludamos y chocamos las manos antes de pasar por meta.





  Y... 5 horas 12 minutos de autentico disfrute y en muy buena compañía. Da gusto encontrarse gente así con la que compartir un porrón de kilómetros. Gracias chicos por esta mañana que siempre recordaré. ¡AH!, y enhorabuena...



  Quería desde aquí hacer una mención a Silver. Hoy corre por su padre que esta pachuchillo. No suele correr estas distancias pero la prueba lo merecía ya que su padre es enólogo. Espero que vaya todo bien y este esfuerzo de hoy haga que tu padre se mejore. Eres grande colega. Un honor correr con un tío como tu. Espero volver a coincidir contigo en alguna otra ocasión.
  A Eduardo creo que si le veré mas a menudo por que le va la marcha igual que a mí, je je je.. Ya me contarás que tal le ha ido a Carolina en la media.
  Después de unas fotillos y de avituallarnos, por última vez nos despedimos los tres integrantes del mejor grupo de hoy.
  Yo por mi parte doy por finiquitada la experiencia de hoy y voy al coche para cambiarme y emprender el camino de regreso antes de que el sueño haga acto de presencia.
  Solo me queda dar las gracias a Nanny por su amabilidad y su curro como voluntaria y pedirla perdón por irme tan rápido, aunque seguro que no tardaremos en vernos de nuevo, je je je. Gracias por todo.
  Bueno, pues esto es un poquito de lo que ha pasado hoy en la Ribera Run Race. Carrera muy recomendable sobre todo a los que les gusten los paisajes y el vino, je je je.
  Hasta la próxima..

   Capi
   

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