sábado, 30 de septiembre de 2017

Maratón ultra trail Los Artesanos.

  Como cada día que vamos a alguna carrera, el madrugar es lo normal y hoy no va a ser distinto. Cuando algunos están volviendo de fiesta, yo estoy recogiendo a Javi para desplazarnos a Torrejoncillo (Cáceres). Lugar donde se va a disputar este maratón.
  El viaje super tranquilo. Guiado por el gps llegamos al pabellón donde después de cambiarnos nos montamos en un autobús que nos dejará en Portachuelo. Pueblo desde donde saldremos los que disputamos esta distancia de 45 kms.


  Allí me encuentro a varios amig@s con los que charlo un ratillo. Nos disponemos a recoger el dorsal y nos piden DNI y licencia federativa. Bueno, pues no la llevamos encima por que hemos venido (como todo el mundo) ya cambiados. El resto ya lo ha recogido el día anterior, pero nosotros no nos hemos dado cuenta de llevarlo encima para recogerlo.
  Después de hablar con el de la Fexme, se llega a la conclusión de que no nos deja correr. Sabemos que tiene razón pues él no sabe quienes somos ni si tenemos licencia. Le decimos que le firmamos un papel como que tenemos licencia y que la entregaremos al llegar a meta (lugar donde tenemos el coche).
 Bueno, después de un par de llamadas nos dice que si pagamos el seguro del día nos deja correr. Por no discutir mas y gracias a que tenemos dinero podemos hacer efectivo el pago de cinco euros para el seguro y así poder correr.
  Digo por no discutir mas, por que al final da la sensación que ha sido para sacar dinero. Le agradecemos que, aunque sea pagando, nos deje correr. Pero ya que lo hace, que lo haga con todas las consecuencias (bajo mi punto de vista).
  Me explico:  No nos da el dorsal ni nos deja correr por que no llevamos DNI ni licencia. Pero si pagamos cinco euros si nos deja correr. ¿Pero como sabe el que nosotros somos los que decimos ser si no tenemos DNI?. Pagando cinco euros si se fía de que somos nosotros, pero si no pagamos no nos deja correr por que no se fía que tengamos licencia. Flipante. Pero bueno, nosotros calladitos y a correr que es a lo que hemos venido aquí. (esto es un pensamiento mio, ehh)
  Aún así le agradecemos que nos dejen correr, claro está.


  Todo esto sucede a menos de 10 minutos de darse la salida. Pero todavía nos da tiempo para ponernos el tatuaje con el perfil de la carrera y a pasar el control del material. ¡Ahh!, y a hacerme una fotillo con Montse que al final sería la ganadora de la prueba.


 Son las ocho de la mañana y se da la salida de la carrera. Viendo los avituallamientos de la carrera, que son bastantes y distanciados en pocos kilómetros, decidimos salir con un cinturón de hidratación en vez de mochila.
 Pasados un par de kilómetros, a Javi le sale despedido el bidón. Con tan mala suerte que se le rompe el pitorro. Vaya lío. Un corredor que va detrás nos dice que eso es una señal, je je je. Javi le contesta que ya llevamos muchas señales, ja ja ja. Esperemos que sean para bien.
   Aun así mete el bidón en el cinturón para aprovechar el agua que se pueda. Un kilómetro mas adelante lleva el pantalón empapado. Decide beber un poco y tirar lo que queda. Nos tendremos que apañar con mi bidón, le digo.
  Mientras tanto y saliendo del castillo por el que pasamos, me tuerzo el pie. Ufff, que dolor. Continúo intentando no pensar mucho y parece que no va a ser muy seria la cosa. Esperaremos a ver que pasa con el paso de los kilómetros.
  Esta es una carrera en la que la primera parte transcurre en su mayoría por cortafuegos. Cortafuegos con bastante desnivel y con un terreno muy arenoso y con muchas piedras. Las subidas se hacen como se pueden, pero las bajadas son complicadas por que hay que ir reteniendo y los cuádripces van a sufrir de lo lindo.
 Disfrutamos del paso por un castillo que atravesamos por su interior. Es el castillo de Portezuelo.

  Pasamos por una zona que ha sido quemada. Vamos retirando las ramas de los arbustos altos que están negras. Al salir de esta zona me limpio un poco el sudor de la cara con las manos y cuando me doy cuenta tengo la cara como un Siux con pinturas de guerra. Las señales siguen apareciendo. Le digo a Javi que si hoy terminamos va a ser de milagro, je je je.
  Saco el bidón y me limpio la cara negra. No me he dado cuenta pero le llevo lleno de isotónico. Ahora tengo la cara limpia pero pegajosa. Madre mía que carrerita nos estamos dando.......
  A partir de aquí una sucesión de cortafuegos se suceden. Tanto de subida como de bajada. Esto te machaca las piernas en un plis. Intentamos cargarnos lo menos posible para en la el último tramo que es bastante corrible tener piernas para poner ritmo crucero.


  En el km 16 mas o menos tenemos delante nuestra una subida bastante rocosa donde intentamos coger cada uno nuestro ritmo ya que esta tiene tela. Javi va siguiendo mis pasos mientras un dron sobrevuela nuestras cabezas.
  Tampoco se ha hecho tan dura como la vista nos quería hacer creer. Y... Como todo lo que sube, baja, pues eso a bajar de nuevo por una veredita y volver a salvar varios desniveles positivos, nos vamos hasta el km 25. Aquí tenemos un avituallamiento a la sombrita donde reponemos fuerzas y Javi se relaja después del susto que se ha llevado al salirle un tío detrás de un árbol ladrando como un perro feroz, je je je.


  Nada mas salir del punto de agua, tomamos un camino serpenteante en ascenso para volver a descender por otro cortafuegos. Aquí las patitas ya van haciéndose notar.  Todavía nos quedaran un par de repechos que Javi y yo vamos solventando poco a poco.


  Después de el último descenso fuerte llegamos al pantano de Torrejoncillo. Le vamos bordeando hasta llegar a la carretera donde un voluntario nos indica el momento de cruzar.
  A partir de aquí, el dúo Bikilamanjaro pone ritmo entreno. Camino con algún que otro sube y baja donde vamos dando caza a unos siete corredores en total.
 Pasamos por las casas de Trabacuartos, por el km 40 menos que mas y donde tenemos fruta y bebida. Nos quedan unos cinco kms donde podemos correr bastante. Llevamos un ritmo bastante alegre con la vista fija en el pueblo que esta delante nuestra.
  Por fin entramos al pueblo. Nos toca subir hasta la plaza. Bueno Javi, esto está  finiquitado. Y... Como dicen por ahí, esta ya no nos la cuentan.
  Al fin giramos a la derecha y hacemos nuestra entrada en la plaza donde está ubicada la meta.  Después de 6 horas 50 minutos terminamos este maratón demoledor para las piernas donde los cortafuegos nos han puesto a prueba.

  Después de recoger nuestro regalo de Finisher, decidimos ir a ducharnos y quitarnos los kilos de polvo y arena que llevamos en lo alto.

 
  Lo que pasó en las duchas esta en secreto de sumario, je je je.
  Una vez adecentados volvemos a la plaza para recoger la bolsa del ropero y dar la enhorabuena a Montse por su victoria, je je je. Como lo sabia yooooooo...
   Y.... De vuelta para casita parando a tomar un montaito por el camino.
  Gracias a todos por vuestros ánimos.
  Por cierto, las señales no se para que eran. Lo importante es que no fueron para mal que es lo que en un principio nos temíamos.....

    Capi

1 comentario:

  1. Lo acabo de hacer este año y me ha parecido durisimo, terrible la subida del kilómetro 20 justo antes del avituallamiento donde parastéis

    ResponderEliminar