sábado, 22 de octubre de 2022

La Desertica. BTT

   105 km con 2500 + por el desierto de Almería. Esto tiene buen pinta. Allí nos presentamos Ismael, Iván, Ángel Cesar, Juanma, algunos Buhos como Pucherito, y un servidor.

  Llegar, comer, ir a por los dorsales y por último, antes de la cena, ir a dejar los coches a Roquetas que es donde está situada la meta de esta prueba.






  El día de la prueba iba a ser muy movidito, ja ja ja. Con todo preparado la noche anterior, decidimos ir a desayunar a una cafetería a pocos metros de los apartamentos en los que estamos alojados.

  Luego, vestirse de corto, por que la temperatura es bastante buena, e ir a buscar al resto de la expedición que están en otro bar tomando un cafetito.






  Y directos para la salida. Control de pasaportes y al cajón. Allí todos juntos nos quitamos los nervios mientras charlamos y nos hacemos unas fotillos.

 Allí coincido con Reinaldo y con Moreno. Siempre es un alegrón ver a gente buena y con los que he vivido tantas cosas  y de los que tengo tantos recuerdos.

  Y a la hora indica se da el cañonazo de salida. Da comienzo a esta nueva aventura a la que denominan La Bestia.




  La carrera estará siempre en mi retina. Junto a Ismael afrontaremos las subida infernales y las bajadas de vértigo.  Cruzaremos los polvorientos caminos y ramblas del desierto Almeriense. Con la gran organización de la Legión.

Muy compactos siempre en los primeros km y atasco en las primeras rampas. Ya estamos dentro del desierto Almeriense. Pasamos por el cuartel de la brigada de la legión. Muchos recuerdos tengo de ese cuartel. Allí hice la preparación para la primera misión a Yugoslavia. Varios meses de calor y duros entrenamientos para esa participación. 






También hice allí el curso de cabo 1º, junto al que hoy es el organizador de esta prueba. Todo ello cuando todavía no estaba aquí emplazada la brigada de la legión.

Bueno, por resumir un poco, allí estábamos Ismael y yo salvando los desniveles y disfrutando de las enormes bajadas. Algunas de ellas bastante peliagudas por la velocidad que se cogía. 

  Pero estábamos disfrutando como niños. Hasta llegar a la calzada romana donde con la bici a cuestas, tuvimos que salvar un desnivel bastante importante. Pero hasta eso me gustó. Estas cosas que a la gente tanto le incomodan, a mí me encantan, ja ja ja.

 Y bueno, a partir de esta última subida, encadenamos una larga bajada hasta lo que sería la playa de Roquetas de Mar. Entre medias algún repecho que otro nos quedaría por salvar. 

  En la playa solo queda darle cera y disfrutar de estos últimos km para entrar en meta con el trabajo bien hecho.

  Pasamos por debajo del arco y nos cuelgan la preciada medalla que llevamos tantos km deseando. Pero ya la tenemos colgada en  nuestro cuello. Nos damos la enhorabuena y nos vamos derechos a comer que estamos muertitos de hambre.




  Allí en la comida, coincidimos con nuestros compis que han llegado hace 40 minutos. Allí nos contamos un poco las aventuras e intercambiamos impresiones. 




  Muy chula a la vez que dura esta prueba. Pero estoy convencido que volveremos. 

  Recomendable 100%. Y así se lo trasmito a mis compis legionarios con los que charlo un poco al finalizar la prueba y antes de emprender el regreso a Almería.

  Hoy ha tocado muy resumidito..... El poco tiempo hace que no pueda contarlo como a mí me gusta, pero bueno, unas pinceladas siempre hay que poner.

  Un saludo y hasta la próxima.


  Capi

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