Veranito en Matalascañas. Está tranquila la cosa hasta que te enteras que hay una carrera nocturna. Aquí es donde te suben las pulsaciones y te entran los nervios. Susana, ¡vamos a terminar las vacas con un poco de emoción!, ja ja ja.
La prueba se disputará el Sábado por la noche. El recorrido es totalmente por la playa, aprovechando que la marea está baja y además que hay luna llena, por lo que no se necesitan ni frontales. La verdad es que nos gusta hacer carreras y más cuando son algo nuevo y distinto a todo lo que hemos hecho antes.
Tomando un helado dos días antes, con unos amigos Bilbainos, salió el tema. No hizo mucha falta para que Alberto, se apuntará a la carrera. Él no corre, monta más en bici, pero una prueba con ese encanto hay que hacerla aunque sea andando y corriendo lo que se pueda. Pero que calentito es, ja ja ja.
El viernes por la tarde recogemos los dorsales y bolsa del corredor. Hablamos con un chico perteneciente al Club Espartanos, que son los artífices de esta carrera. Nos dice que han tenido que dejar de hacer varias cosas por la situación actual, pero que aún así nos va a encantar la carrera.
La bolsa del corredor bastante buena. Camiseta, zapatillero, fruta, barrita, frutos secos, agua, isotónico.... Parece que comienza bien la cosa. ya solo queda esperar a mañana para disfrutar de las playas vírgenes del parque natural de Doñana.
Bueno, pues llegó el día de la carrera. Toda la mañana en la playa disfrutando. Luego a comer, siesta y andando hacia la zona donde los autobuses nos llevarán a las inmediaciones de la salida.
A las ocho de la tarde estamos en la zona de autobuses. Allí llamo a Alberto y Nerea para ir juntos. Ellos han venido en coche hasta aquí, lo que provocó el momento mas divertido del día al termino de la carrera. Pero bueno eso es otra historia que queda en nuestras memorias, ja ja ja.
Ah, se me ha olvidado deciros, que Alberto ha convencido a su mujer, Nerea, para que se apunte y hacer la carrera juntos por esos parajes tan espectaculares.
Y así, los cuatro nos montamos en uno de los autobuses que nos dejará en la denominada, "Cuesta Maneli". Susana, Alberto, Nerea y yo charlamos animada y nerviosamente durante el trayecto. Nuestro acento delata que no somos andaluces, ja ja ja.
Se acabó lo que se daba. Nos deja el autobús en los aparcamientos. Ahora nos toca hacer unos dos km por una pasarela de madera que nos da acceso a la playa. Este trayecto es el denominado Cuesta Maneli. Un recorrido por el interior del parque que hace el día aún mas espectacular.
Las vistas desde su mirador son increíbles. además, hoy, está ambientado y decorado para la ocasión.
Bueno, pues ya pisamos la arena del ruedo. Menudas risas nos hemos pasado durante el trayecto, ja ja ja. Eso quiere decir que hay nervios. Muchas risas flojas para quitar hierro al asunto, pero que hacen mas especial aún la tarde.
En la playa y viendo como va escondiendo el sol por momentos, aprovechamos para hacernos fotos en este entorno tan especial.
La carrera comienza a las 21:30 horas. Queda muy poquito para dar comienzo. Nosotros continuamos con nuestra charleta, mientras por megafonía nos dan unas indicaciones y nos desean mucha suerte para la carrera. El sol sigue bajando y ya casi está desapareciendo lo que hace que disfrutemos de unos momentos mágicos de luz y de color.
Ehhh, que llega la hora. Nos indican que nos vayamos colocando y así los cuatro nos metemos a mitad de pelotón. Hoy toca disfrutar de esta carrera y llevarnos para casa un recuerdo imborrable de una noche mágica.
Pues ya se ha hecho de noche. Justo unos instantes de dar la salida. Pero tenemos la luna llena justo delante para que nos ilumine el camino. Buena suerte pareja. A disfrutar de la carrera. Y así se da el pistoletazo de salida. Susana y yo damos nuestras primeras zancadas mientras nos despedimos hasta dentro de un par de horas de nuestros compis.
Tenemos por delante 14 km de arena y agua, ja ja ja. Los primeros compases como suele pasar siempre, son de nerviosismo y donde muchos corredores te pasan y nosotros pasamos a otros. Cada uno intentando coger su ritmo de carrera lo que hace que vayamos un poco más rápido de lo normal. Al final el pelotón te lleva, pero hay que mirar el reloj e intentar contenerse y llevar el ritmo desde el principio.
El primer km pasa muy rápido. Correr por la arena es bastante pesado. Lo que si notamos es la humedad exagerada que hay en estos momentos. En los primeros metros ya estábamos empapados.
Las luces estroboscópicas nos marcan el camino más o menos. La playa es muy ancha y cada cual va por donde mas le cuadra. Esto hace que muchas veces cojas bastante arena o que te quedes cerrado por las lenguas de agua y tengas que meterte hasta las rodillas para volver a tierra firme. Pero hasta eso hace espectacular de la carrera.
Acompaño a Susana a su ritmo. Como siempre la ánimo lo que puedo. Ella es la que va a dar el callo hoy y yo el que va a intentar hacérselo más llevadero. Ha cogido un ritmo bastante bueno y le vamos a intentar llevar lo más lejos posible.
Pasamos el km 5, ya con las zapas empapadas, por debajo de 30 minutos. Muy muy bien para las condiciones que tenemos hoy. Eso sí, no dejamos de disfrutar del entorno, el olor a mar y el sonido de las olas rompiendo en la arena. Esto si que es un placer.
Intento hacer unas fotos, pero por la noche y corriendo no salen nada bien así que guardo el móvil y a seguir zancadeando.
Pasamos por el km 7 donde tenemos un avituallamiento. Este si que nos va a venir bien. Cogemos una botella de agua y nos hidratamos un poquito. Aquí había un poco mas de luz por las luces de los todoterreno y los quads que hay en el avituallamiento.
Ya tenemos la mitad de la carrera hecha. Vamos a por la otra mitad. En este tramo, vamos pasando a algunos corredores que van disminuyendo el rimo. La humedad y el bochorno sigue siendo muy alto. Las piernas se siguen poniendo mas pesadas cada vez y hace que el ritmo decaiga un poquito. Pero bueno, no pasa ni media. Hemos venido a disfrutar lo que podamos y eso vamos a hacer.
Según pasan los km, vemos la luces del pueblo cada vez mas cerca, aunque la distancia por la noche es muy confusa y es muy difícil hacerte una idea de ella. Ahí seguimos dando zapatilla Susana y yo. Mientras hablamos de como irán nuestros amigos de Bilbao. Seguro que disfrutando como lo estamos haciendo nosotros.
Pasamos por el km 10. Ahora si que se va viendo algo de luz en el final del camino, ja ja ja. La piedra, antigua torre vigía, que está dada la vuelta en mitad del mar a causa de un maremoto, ya se va viendo en el horizonte. Su contraste con la luz de la luna la hace mas espectacular de lo que es todavía.
Seguimos pasando por lenguas de agua y mojándonos los pies. Hay que ir sorteándolas, pero es inevitable tener que chapotear de vez en cuando, ja ja ja.
Y... Me pita el reloj el km 13. Ya estamos entrando en el pueblo. Las luces ya le quitan el protagonismo a la luna. Nos acercamos a la cuesta que da acceso al pueblo. Aquí tenemos un tramo de arena pisoteada donde cuesta mucho avanzar. Pero esto se supera gracias a los aplausos y ánimos de la gente que comienza a haber por aquí.
Se acabó la arena.... Comenzamos la subida donde hay muchísima animación. Pasamos de la soledad nocturna al bullicio de la gente que está viendo y disfrutando del paso de los corredores.
Vamos Mon Amur que ya nos queda poco. Menuda carrera te estás marcando. Solo queda disfrutar de estos últimos metros con toda esta gente animando.
Terminamos de subir la cuestaca y vemos a nuestros peques animándonos sin cesar. Los chocamos la mano y ahora sí, encaramos la recta de meta. Ya escuchamos la megafonía y la música. Vamos Susana que ya lo tenemos.
Giro a la izquierda y paso por meta. Que pasada de carrera. Que entorno mas especial. Que disfrute de noche. Hemos hecho bien en no dejar pasar la oportunidad de correrla. Enhorabuena Susana por la carrera. Ha sido muy especial correr a tu lado a luz de la luna. Muackkk.
Pues nada, solo queda beber un poco para reponer todo lo que hemos perdido y esperar a nuestros amigos. Mientras aprovechamos para cambiamos y después charlamos con los peques y con los hijos de Alberto y Nerea que también están esperando su llegada.
Y... hacen su aparición la pareja de moda. Los animamos con locura. Los hacemos la ola. Los aplaudimos su llegada. Vemos que se lo han pasado pipa por la sonrisa de su cara.
Ole ole y ole. Muy bien amigos. Como os lo habéis pasado, ja ja ja.
Ya nos reunimos con ellos y comentamos lo chula y bonita que ha estado la experiencia. Ha sido una noche que recordaremos toda la vida. He corrido muchas carreras, pero esta es muy muy especial y ha sobrepasado con creces a muchas otras con mas nombre.
Enhorabuena al club Espartanos de Matalascañas por hacer una carrera así.
Ya solo queda volver a casa en el coche fantástico, ja ja ja.
Si pasáis algún verano por aquí, no faltéis a la cita. Os enamorará.
Capi
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