Ya estamos terminando casi el año, y vienen las típicas e indiscutibles carreras de montaña de Ciudad Real.
Hoy toca la Zenagas trail. Carrerón por todo lo alto, lo mires por donde lo mires. Muy muy bien organizada tanto en balizaje, avituallamiento, recorrido, situación y como no, su avituallamiento final.
El domingo por la mañana muy temprano, decidimos Susana y yo, después de unos días donde ella ha estado mal, con gastroenteritis, que iría yo solo y ella se quedaba terminando de recuperse.
Así que, con mucha pena, me desplazó solo hasta la dehesa del Boyal, en Puertollano. La zona es espectacular para pasar una mañana increíble.
Aparco el coche en la zona habilitada a escasos metros del meollo y con una horita de margen a la hora de salida, como a mi me gusta.
Recojo los dorsales y bolsa del corredor de Susana y mio y aprovecho que todavía hay muy poquita gente para tomarme una tostada y un café.
Han abierto el bar exclusivamente para la carrera y lo tienen todo preparado para que sea súper rápido y ágil el desayunar. Hasta en eso este evento lo tiene todo pensado.
A la par que va avanzando la hora, van apareciendo los corredores. Muchos de ellos conocidos y amigos con los que charlo un rato.
Por allí aparece Pepo. Un compi del Bikilamanjaro que se ha venido con la familia a disfrutar de lo que parece va a ser un gran día, climatológicamente hablando.
Hace un rato me hice una foto con el Carmelo, el demonio de Zenagas, en el photocoll de la prueba.
También aproveché para saludar a Ana de Running Team y recoger unas cosillas que la encargué.
Con Pepo me hago la foto en este rincón tan solicitado por los corredores.
Cada vez hay más conocidos. Esto se va animando. A las 08:30 comienza la carrera. Nos ponemos de corto, dudando si llevar mochila o bidón en la cintura. Son 30 km con 1600 +. Sabemos de otros años que los avituallamientos están de lujo y muy bien situados, así que bidón al canto.
La mañana está fresca, pero parece que van a subir bastante las temperaturas. Decido salir con los manguitos que nos han dado en la bolsa, que están súper chulos.
Nos dirigimos a la salida donde faltan pocos minutos para el comienzo de la prueba. Allí charlamos con los compis mientras Marisa nos hace un par de fotillos.
Quedo con Pepo en que si le aguanto voy a ir con él para hacernos compañía. Él está luchando por el primer puesto de la copa de CxM de Castilla la Mancha. Así que nos va a venir bien ayudarnos.
Bueno, se da la salida y bajo los aplausos de los acompañantes y de los que van a disputar la prueba corta, que sale a las 10:30, comenzamos a dar las primeras zancadas.
No he podido hablar con Susana, por que aquí no hay nada de cobertura. Tendrá que ser a la vuelta.
Vamos al lío. Comenzamos a subir, como siempre en estas carreras, jajaja, para adentranos en el bosquecillo. Una vereda que nos hace ir de a uno y siempre en subida, nos hace subir las pulsaciones.
Aquí Pepo y yo detrás de Arantxa vamos a buen ritmo. Siempre bromeando y haciendo más amena la subida. Hasta que nos topamos con el demonio Carmelón que nos grita ánimos y comenzamos a bajar sin control, jejejeje.
Un túnel iluminado para la ocasión, nos enlaza con la siguiente subida. Aquí las subidas son duras. No son muy largas pero pican en las patas.
Aquí adelantamos a Arantxa, para tirar un poco nosotros que ya nos toca.
Toca tomar sales que va haciendo calor. Ha salido el sol. Los manguitos me los quité en la primera subida así que, ya no hay más que quitar, jejejeje.
Nos toca reventar los cuádripces. Bajada larga, primero por un cortafuegos y luego por pista muy muy espinada. Hay que ir frenando que si no bajamos rodando.
Aquí oigo unos pasos que se acercan por detrás. Es Arantxa que baja como un cohete. Como va. Venga amiga, aprovecha esa zancada. Pepo y yo creo que estamos muy mayores y muy cascaos, jajaja. Tenemos que reservar patas para el futuro.
Terminamos la bajada, giro brusco a la derecha y a subir. Al tran tran, como dicen por ahí. Volvemos a adelantar a nuestra compi y continuamos la subida junto a un chaval con el que llevamos varios temas de conversación.
Algún tramo jodido, pero en general una subida llevadera que nos da enlace al tramo más corríble de la carrera. Una bajada entre arbusto alto haciendo multitud de curvas, muy chulo de correr. Algún tramito más peliagudo por tener mucha tierra suelta, pero en general bastante divertido.
Un cortafuegos muy ancho y largo en bajada donde vemos la hilera de corredores que van delante, nos da acceso al tramo más llano y corrible. Aquí cogemos ritmo maraton.
Que ganas de andar, dice Pepo. Tanto correr ya nos cansa, jajaja.
Pero bueno, en nada estamos en el avituallamiento donde paramos un momento para rellenar el bidón y tomar algo sólido. Chocolate, fruta y gominolas es mi menú en este puesto.
Seguimos nuestro camino para continuar por este tramo tan corrible que nos va a bordear la zona del Boyal.
Vamos por un senderito dejando la dehesa a la derecha y escuchando la música y viendo toda la zona del evento.
Así llegamos al camino que si giramos a la derecha, vamos derechos a la meta. Pero unos voluntarios en el avituallamiento, nos indican que para la izquierda. Jo, que rabia, jajaja.
Bebo un poco de Coca-Cola y tomo unas naranjas y a correr. Camino largo y cansino que le hacemos sin parar de correr, aunque había ganas de andar un poquito.
Giro a la derecha y ahí está. El cortafuegos que de solo verle te quita el aliento. Venga Pepo, a por él. No nos queda otra, jajaja.
Poco a poco vamos terminando este cortafuegos para meternos en la pedrera. Menudo tramito. Aquí voy a ir subiendo a un ritmo un poco más alto que mi compi. Pero le voy a dejar que suba a su ritmo. Así, adelanto a varios corredores en esta dura subida.
Bajo por una Vereda también bastante chula y divertida y llego al avituallamiento. Allí esperaré a mi compi mientras bebo, como y charlo con los voluntarios.
Empiezan a pasar los corredores que adelanté en la subida. También pasan otros tres que venían por detrás y al fin llega Pepo. Me dice que se le ha atragantado un poco la subida. Por eso le habían pasado esos corredores.
Bueno, hidratate, come algo y al lio. Tenemos una larga bajada ahora. Mientras descendemos, vamos analizando un poco lo que nos queda. La verdad es que no nos acordamos muy bien del año pasado, pero creemos que nos queda un tramo de subida para ya bajar hasta la meta.
No lo tengo yo muy claro, pero bueno, lo que tenga que ser será.
Y así, terminado el descenso y ya por el camino que nos lleva al Boyal, nos encontramos unos voluntarios que nos indican que para la izquierda.
Joder, si aquí solo hay subuda, jejejeje. Menudo repecho nos queríamos perder. Bua, alucinas con la subida. Esto sí es una subida en condiciones. Piedras, retamas, ricas grandes, tierra suelta y mucho desnivel.
Venga Pepo, que está ya di que es la última. Y poco a poco, animandonos vamos quitando metros positivos. No se ve el fin. Llevamos un corredor delante, a lo lejos y nos hace ver con claridad lo que nos queda.
Los dos estamos de acuerdo en que esta subida es la más dura del recorrido. También por los kilómetros que llevamos en las piernas, pero sin duda es la peor.
Sabemos que es la última, así que vamos a dejar todo lo que tenemos. Pepo la sube bastante mejor que la anterior y así paso a paso, llegamos a la cumbre.
Olé, solo nos queda un tramito de subida tendida y a bajar. Primero por Vereda pegada a una alambrada, y luego ya si, una bajada para terminar de quemar cuádripces.
Uno detrás de otro vamos descendiendo y dejándonos las uñas de los pies por el camino. Un fotógrafo nos apunta con su cámara y nosotros no podemos ni mirarle por tener que ir pendiente del terreno.
Y por fin estamos en el camino que hemos pisado ya en tres ocasiones, pero a diferentes alturas. Pero esta sí. Esta es la buena, jajaja.
Encaramos la bajada hacia la meta. Ya se ve todo el mogollón de gente y la música se oye al ladito.
Vamos Pepo que ahora si lo tenemos. Y después de felicitarnos y alagarnos mutuamente, le digo que tire. Que pase él primero. No voy a ser yo quien le quite puntos para su clasificación de la copa.
Pasa Pepo y unos metros después, paso yo. Abrazaco en meta por que nos lo merecemos. Lo hemos sufrido, pero también lo hemos disfrutado a tope.
Allí está su familia esperándonos. Su hijo todavía con el dorsal puesto ya que ha hecho la prueba corta. Enhorabuena también para él.
Y después de tomar algo y de marcarnos un bailecito, me despido de ellos.
Decido irme para casita y comer con la familia.
Buena mañana se trail que nos han preparado. Este ha sido mi cuarto año, pero no va a ser el último.
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