Otro año más, y van ocho, nos ponemos en la salida del GTP. Y como el año pasado, Susana participará el domingo en el TP 60.
El vienes después de salir currar a eso de las 6 de la tarde, nos vamos para Madrid. A las 7 de la tarde estamos de camino para llegar sobre las 8 y media.
Sin problemas llegamos al hotel de Navacerrada, donde nos vamos a quedar el fin de semana. Tomamos aposento y a por los dorsales.
Alli nos encontramos a varios amigos y entre ellos a Javi con el que charlamos un buen rato y nos hacemos una fotillo.
Pues nada, después de un ratillo muy agradable donde javituber nos termina de explicar como hacer la mayonesa, ja ja ja, nos vamos al hotel a cenar y descansar el poco tiempo que nos queda.
El Gran Trail Peñalara de 105 km y 5250 metros positivos, comienza a las 23:30. Así que remato la mochila y el material obligatorio y nos vamos hacia la salida.
Menudo ambientazo hay en la plaza de Navacerrada. Allí estamos ya casi todos con los nervios a tope.
Antes de entrar al corralito, me encuentro con Floren, Alejandro y otros amigos habituales por estos lares.
Susana, después de darme los últimos ánimos, me desafío suerte y se va hacia la calle por donde vamos a salir del pueblo para inmortalizar el momento.
Mientras nosotros pasamos el control del material. Me piden el chubasquero, la manta térmica, los dos frontales y sus pilas de repuesto. Pues nada, con todo el protocolo terminado, entramos en el cajón de salida.
Pocos minutos para la salida nos quedan. Es mi octava participación consecutiva y todavía me pongo súper nervioso. Por mucho que la conozca, se que es una carrera muy dura y exigente donde lo más mínimo te deja en el camino.
Después de los agradecimientos y el minuto de silencio, se da la salida a la 15 edición del GTP.
A correr se ha dicho. Voy por eluw ma lado derecho para darle un último beso, por hoy, a Susana. Y efectivamente allí está gritando y deseandome suerte. "Adiós Mon Amur, descansa que el domingo te toca a ti".
Salimos de Navacerrada. Ya estamos solos. Después de tanto jaleo y gentio de la salida, ahora solo queda el sonido de las zapatillas y las respiraciones jadeantes de los corredores.
Como siempre, la subida a Maliciosa ya te poniendo las cosas claras y avisándote de lo que viene y diciéndote que esto no es un juego.
En fila India, vamos cogiendo altura y eso se nota en el frío que va en aumento y algo de aire. Yo me quité los manguitos en el segundo kilómetro y, a pesar del frío en las zonas más altas de la prueba, voy a ir en manga corta de principio a fin.
Corono Maliciosa y guardo los bastones para afrontar la bajada. Una bajada bastante técnica donde voy con bastante precaución. Un tropezón aquí, puede suponer tener un percance serio. Así que, como todos los años me lo tomo con tranquilidad que esto acaba de empezar.
Después de la bajada, el tramo que nos sigue ahora es bastante entretenido. Entre rocas y por la ladera vamos avanzando bastante lentamente.
La noche va a ser larga así que con paciencia. Por fin engancho la bajada a Cantocochino. Un sendero muy chulo por Run pinar, dónde vamos descendiendo haciendo unos zig zag muy chulos.
Los últimos kilómetros antes del avituallamiento de Cantocochino, es bastante corríble, pero hay que ir con mucha precaución por que las ramas y piedras parece que te están esperando para darte un susto.
Aquí voy detrás de cuatro corredores, de los cuales dos se tropiezan y caen al suelo. Parece que ya sido cosa de poco, pero el susto ya te le llevas. Eso sí, esto hace que todos llevemos las orejas tiesas y pongamos los cinco sentidos.
Por fin llegó a Cantocochino. Km 17 y 3 horas 15 minutos. Un poco de fruta, gominolas y un caldo caliente es mi menú. También relleno bidones y me tomo un poco de Coca-Cola.
Bueno, vamos a por la Pedriza. Subida también exigente donde voy detrás de otro grupo de corredores y donde a eirmo cómodo voy meriendo desnivel positivo.
Aquí hay que seguir bien las balizas por que es una vereda muy estrecha y con muchas bifurcaciones. Escalones naturales, ramas, arbustos y mucha tierra suelta.
Una vez arriba y casi sin tregua, comenzamos la bajada. Muy muy larga y con algún tramo también bastante técnico. Aquí me situo detrás de cuatro compis de batalla para ir un poco más acompañado.
Poco a poco, y disfrutando de algún tramo que otro bastante chulo, llegamos a la parte baja.
Un camino bastante más llevadero pegado a un riachuelo, nos llevará, eso sí, en constante subida a la hoya de San Blas. Allí estamos en el kilómetro 27, y tenemos un nuevo avituallamiento.
Coincido de nuevo con Javi que está haciendo acopio de víveres, ja ja ja. Yo hago lo mismo que ya va habiendo hambre. Llevamos 5 horas y 28 minutos se carrera y son las 05:00 de la mañana.
Utilizo una de las sillas que hay allí, para quitarme unas piedras del camino de las zapatillas.
Javi y yo salimos juntos de allí y cogemos el camino ancho y bueno que llevaremos durante muchos kilómetros, unicamente interrumpido por un par de tramos de bosque para cortarnos el ritmo, je je je.
Que buena charla que nos metemos en todo este tramo. Javi tuber, me cuenta muchas cosas de su nueva faceta de cocina fácil para todos y donde me queda claro que si se te corta la mayonesa, hay que hecharle huevos, ja ja ja.
Bueno, corremos bastante en este camino hasta que nos metemos de nuevo en el pinar y comenzamos a subir hacia la Morcuera.
Zona bastante húmeda dondw tenemos que sortear obstáculos naturales y saltar algún que otro árbol caído.
Y así llegamos al parking dela Morcuera. Allí los últimos años teníamos el avituallamiento, pero esta adición le vamos a tener en un albergue juvenil un par de kilómetros más adelante.
Así corriendo pegados a la carretera llegamos al albergue. Allí me como varios cruasáns de chocolate y otro vasito de caldo.
La fruta no puede faltar y las gominolas tampoco. Javi decide tirar hacia Rascafría mientras yo termino de rellenar bidones y beber un poco de isotónico.
Algo más de 12 kilómetros por un camino bastante bueno es lo que tenemos hasta el pueblo. Descenso que hay que regular por que si te das mucha cera luego lo pagas si o si.
Aquí voy a ir más tranquilo de lo normal. Las zapatillas van sin amortiguación y me van doliendo las rodillas y se me van cargando los isquios. Uff, que mal voy. Nada, a correr lo que pueda protegiendome de los impactos bruscos.
Este tramo se hace muy muy largo. Pero bueno, se que en Rascafría tengo la bolsa de vida y una vez allí me cambiaré las zapatillas.
Ya en el pueblo, paso al pabellón y cojo la bolsa. Cambio las Brooks Cascadia por las Brooks Caldera. Las primeras me han ido genial en los tramos técnicos de la primera parte, aunque en la bajada que os he dicho he pagado su poca amortiguación.
Venga, un poco de comida y bebida. Charlo con Alejandro que ya se está yendo. Yo termino de comer un poco de empanada y de nuevo otro caldo.
Venga, a por el Reventó. Este me lo tomo con relativa calma. A ritmo constante y terminando de comer e hidratrarme.
Esta vez se me hace más corto que otros años. Hace muy buena temperatura en estos momentos y eso se nota.
Llego al avituallamiento en donde Alejandro allí reponiendo calorías. Hago lo mismo. Aquí como bastante fruta y gominolas.
Salgo detrás de mi compi para rematar esta subida hasta la loma donde comenzaremos la larga bajada a la Granja de San Ildefonso.
Dejo a Alejandro a un poco atrás. Y comienzo la bajada, primero por una zona de veredas y luego ya el camino ancho y bueno.
En el primer tramo adelanto a Javi que lleva aún dolorcillo en la rodilla y luego, además de a otros, adelanto a Vito.
Las zapas en esta bajada, me están respondiendo de lo lindo. Estoy bajando bastante rápido. Pero que gusto correr sin dolores.
Y así llego a la Granja. Allí me espera Susana que corre conmigo hasta el avituallamiento. La comento brevemente los acontecimientos y sensaciones de estos primeros 74 kilómetros.
Ya en el avituallamiento, como un poco tranquilamente, mientras charlo con Susana.
Al poco llega Javi al que le un fisio le va a pinchar en la rodilla y le va a dar un masaje. También hace su aparición Vito con el. Charlo un rato.
Susana me ha comprado una napolitana. Uff, como me sienta. De maravilla. Y después de despedirme de mis compis de batalla, salgo por mis mismos pasos para comenzar la subida a Claveles.
Unos 3 kilómetros deshaciendo nuestros pasos. Me acompaña Susana un buen rato hasta la salida del pueblo.
Luego me despido de ella y continuo mi camino, ya en solitario.
Bueno, pues vamos a por otra larga subida. Muy divertida al principio por la cantidad de troncos que tienes que sortear, tanto por encima como por debajo.
En un momento dado, me cruzo con dos grandes de la montaña. Sergy y Julián Morcillo. Que alegrón verlos. Una palabrillas con ellos y a continuar. Ellos estan bajando y yo subiendo.
La verdad es que llevo un buen ritmo y esto hace que adelante a unos cuantos corredores. Hasta que llego al avituallamiento líquido del Roscón del Pino. Allí está como todos los años Luque y su chica. Relleno los bidones de agua mientras nos saludamos y continuo mi camino.
Todavía nos queda una buena subida hasta el Collado. Pero todo llega y ya estoy subiendo, otra vez, hacia la laguna de los pájaros donde comienzo la primera subida de la cresta de Claveles.
Aqui la temperatura es fría y hace aire. Aún así yo continuo en manga corta a pesar que todo el mundo lleve el impermeable puesto.
Ya en Claveles, me coge Sergy, que viene atacando desde la Granja. Con él iré hasta la bajada de la tubería.
Llego a Peñalara. Ya estamos en el km 84. Unas palabras con los voluntarios de que están aguantando el mal tiempo con una sonrisa y dándote los ánimos que necesitas para continuar. Gracias a ellos por hacer posible que esta carrera sea posible.
Pues nada, nos vamos para Cotos. Al tran tran y con buena letra vamos descendiendo. La compañía de Sergy me viene de lujo. Hablamos de todo un poco y eso hace que el camino se mucho más llevadero.
Corro lo que puedo en esta bajada tan rota y con tanta piedra suelta. Tramo muy chulo donde te diviertes de lo lindo si vas con piernas, pero que puede ser un suplicio si no las llevas. Yo voy a mitad de patas y disfruto bastante de algunos tramos.
Por fin en Cotos. Abajo me está esperando Susana. Me anima mientras me saca unas fotillos.
Relleno bidones mientras Susana me acerca unos trozos de empanada. Relleno depositos a tope para la subida que tenemos por delante. Salgo del avituallamiento con 16 horas y 32 minutos de carrera.
Yo creo que en dos horas y media más o menos estaré pasando por meta.
Vamos a por el Noruego. Una subida bastante llevadera al principio y que termina con un último kilómetro muy exigente, no solo por el desnivel, si no por que ya llevamos las piernas pidiendo la hora.
Sergy se queda un poco atrás hablando con Susana mientras yo comienzo mi camino a Bola. No tardará mucho en ponerse de nuevo a mi altura.
Y así, cascando, nos vamos acercando al alto de Guarramillas. Se me hace más corto que otros años. Ya estamos arriba y enganchamos la bajada de hormigón que siempre es difícil e incomoda de correr.
Ya estamos en el último avituallamiento. 17 horas y 55 minutos. Ya solo nos queda rematar esperando invertir algo más de una hora.
Los voluntarios nos ofrecen todo lo que tienen y en esta ocasión nos llevamos a la boca unas rodajas de fuet, que está de vicio.
Y ahora si podemos decir que todo lo que nos queda es bajada. Algún falso llano muy Suave, pero ess ya es cosa de poco.
Ya estamos en lo que llamamos la bajada de la tubería. Aquí parece que las piernas me van bien y paso a Sergy como un cohete, ja ja ja.
Y aquí, en la fuente las Cañas, mi compi me abandona. Va a rellenar bidones y luego se va a desviar hacia el mirador para completar 60 km. 60 km de entreno donde ha ido dando ánimos y acompañando a los corredores. Menudo tute se ha metido también el colega. Solo le puedo agradecer su compañía y ánimos durante unos pocos kilómetrazos.
Me despido de él y me lanzo para abajo con muy buenas piernas ahora. ¡¡Como se disfruta esta bajada!!.
Último tramo un poco más técnico que da acceso al parking de la Barranca. Allí tengo el ultimo control de paso. Me ofrecen también agua y algo de comer. Se lo agradezco, pero no cojo de nada.
Me quedan menos de 4 kilómetros para rematar mi 8º GTP.
Hablo con Susana para avisarla de lo que me queda. Corro bastante alegre por este camino que hicimos hace muchas horas, al comienzo de la prueba.
Cruzo el paso de cebra, siempre con prioridad gracias a los voluntarios que me dan paso. Ya estoy a menos de 1 kilómetro. Ahora si que si puedo decir que tengo otra muesca para el marfil.
A la entrada de la plaza, me espera Susana que está haciéndome unas fotillos y darme los últimos ánimos del día. Mejor dicho, dándome las felicitaciones y la enhorabuena por la carrera.
Le choco la mano a Vilma y otros amigos que están allí animando.
Y porfi, después de 19 horas y 11 minutos, piso la alfombra azul. 50 metros para disfrutar lo logrado.
El "Contador de kilómetros", anuncia mi entrada y me choca la mano mientras me dedica unas palabras.
Y fotón en la línea de meta.
Chito me hace una pequeña entrevista através de su micrófono.
Y por fín, me cuelgan la medalla al pescuezo. Otra más para la saca. Otra muesca para el marfil.
Susana no se pierde detalle y ahora la toca a ella. Besazo y abrazaco para ella que me ha tenido en palmitas toda la carera, siguiéndome todo el día, sabiendo que mañana la toca a ella.
Un poco de bebida fresca. La prenda finisher y después de dar las gracias a todos, nos vamos al hotel a pegarme una ducha y ponerme guapo que Susana me va a invitar a cenar.
Mil gracias a todos por los mensajes durante la carrera, por que me vienen de lujo, y gracias a todos por los ánimos y felicitaciones.
Y ahora a preparar lo de mañana, que me toca hacer el seguimiento a Susana. Tarea tiene mañana en esos 63 kilómetros de pura montaña.
Capi
9