Ya llegó la cita de este año. La Toledo bike maratón. Cuarto año que se celebra y cuarta participación. Cita fija en el calendario. Un paréntesis en el Trail, donde cambiamos por un día, las zapatillas por las dos ruedas.
Salida como siempre, a escasos 400 metros de mi casa. El parque de la Vega acoge la 4ª edición de la Toledo Bike maraton.
Vestidos para la ocasión y defendiendo los colores de Gimnasia Rítmica Toletvm, me presento en la línea de salida. Allí están Iván y Lorena para desearnos suerte. Saludo a muchos amigos y conocidos que también le dan de vez en cuando a esto de la mountain bike.
Por allí anda Rubén con el que hago unas fotillos con la imponente puerta de Bisagra y con el que a la postre, voy a hacer junto a el toda la carrera.
9 horas de la mañana. Se da la salida neutralizada. Esta vez me pongo al final del pelotón por que mi estado de forma no es para tirar cohetes.
La vuelta al valle, sirve para calentar motores. Hasta que llegamos a la subida de la Bastida. Ya estamos en carrera abierta, y se forma el tapón de todos los años. Pie a tierra y a esperar varios minutos hasta que esto se mueve. Y luego no queda otra que subir andando por que es imposible subirse a la bici con tanto gentío.
Una vez arriba, parece que se abre un poco la carrera y ya por las trialeras de la Pozuela, vamos poquito a poco dejando un poco de margen con el de delante. aún así, hay varios parones ya que algunos se bajan de la bici y es imposible adelantar.
Esta primera parte he ido con Chema. Nos hemos encontrado al principio y hemos ido juntos y de aquí hasta el final, junto con Rubén, haremos un trio para llegara meta.
Primer avituallamiento. Allí tenemos a Rubén hinchándose a naranjas y sandías. Yo hago lo mismo que está haciendo calorcillo, aunque parece que se va a nublar y al final nos van a caer una gotillas de agua y todo.
Salimos de allí, ya los tres juntos por veredas muy chulas. Aunque algunos tramos para nosotros son bastante técnicos, es un trazado bastante agradable, quitando alguna subida que te hace echar el pie a tierra.
Subimos a la zona del Cerro de los Palos y llegamos al deposito de agua. Está soltando agua a mares. No sabemos que ha pasado pero esto parece un rio de aguas bravas. Un operario está allí, por lo que parece que es una rotura de tubería. El caso es que no se ve ni el camino. Un camino en bajada con piedras sueltas donde bajamos demasiado rápido. Una piedra me salta y me da en los cambios. Bueno, como tantas otras veces, pero esta vez no se lo que pasa que no me van bien los cambios. Incluso se me sale la cadena entre la piña y la rueda.
En las subidas no puedo subir a los dos últimos piñones por que se me enreda la cadena y parece que va a partir. así que a aguantar como pueda con los piñones centrales y poder llegar al siguiente avituallamiento, ya en al Valle, donde está Nino con su taller móvil.
Pues nada, he conseguido llegar y no descolgarme de mis compis de viaje. Me paro en la carpa que tiene instalada Nino y le explico lo que me pasa. Parece ser que se me ha doblado la patilla. Bueno, yo le dejo allí poniéndomela a punto mientras voy a comer y beber algo.
Allí tenemos montaditos y hay un cortador de jamón haciendo las delicias de los participantes. Aprovecho para hacerme una fotillo con Toledo de fondo junto a mi compañero improvisado.
Venga, parece que Nino me ha enderezado la cosa. Mil gracias amigo, apañado por lo menos para llegar a meta, aunque seguramente tendré que pasar por taller la semana que viene, ja ja ja.
Salimos de allí cogiendo la trialera de la piedra del Rey Moro. Muy técnica para nosotros que somos mas de caminos anchos y buenos, je je je. Conseguimos bajarla, no sin poner algún pie a tierra que otro.
Y justo antes de pillar asfalto, veo a Susana que está esperando nuestro paso. Nos anima y jalea mientras nos hace unas fotos con Toledo de fondo. Mil gracias Mon Amur, te veo en meta.
Y por fin un poco de pista buena. En el asfalto se va de lujo. Pero tenemos un repecho cojonudo para subir a la academia de Infantería. Entramos por la residencia y cogemos la avenida de la Legión.
Siempre es especial pasar por allí. Muchos veranos disfrutados en la piscina. Además tengo el orgullo de haberme bautizado en su capilla.
Pues los tres jinetes disfrutan de este paseo por la academia. Allí al fondo tenemos un fotógrafo que esperemos nos haya sacado guapos.
Salimos de allí para hacer la ronda de Santa Bárbara y adentrarnos en los pinos de la fuente del Moro. Aquí tenemos veredas muy muy chulas donde vamos disfrutando de lo lindo, pero también tenemos algún tramito peliagudo, sobre todo en subida.
Los cambios me vuelven a dar problemas y tengo que ir con mucho cuidado para no partir la cadena, ya que me cambia de piñón solo y suena como una carraca.
Llegamos a lo alto de la torreta, y ahora sí, hemos acabado con las subidas. Ya estoy mas tranquilo por que en los piñones pequeños, parece que me aguanta mejor la cadena.
Carretera y al polígono industrial. Saludo a Jose (el Rubio) que está de voluntario en un corte de carretera. Y por fin vemos el arco de AutoMotor. Allí tenemos un poco de todo, pero lo mejor es la hamburguesa y el zumo de naranja fresquito, del cual me tomo dos vasos.
Allí como todos los años, está José Ignacio, el creador de la carrera de la Cigarra y de la del Corpus. Un crack que no ha podido resistirse a echar una mano a la organización. Una charleta muy animada con él, que termina en una foto de grupo.
Despedidas y con el buche lleno, nos vamos hacia la senda para ya, haciendo relevos, ir hacia la meta. Senda muy agradable de correr, pasear y montar en bici, que hoy tenemos a nuestra disposición para darle caña.
Vemos la meta al otro lado del rio. Dejamos al senda, cruzamos el puente y nos metemos en el parque de Safón. Ya tenemos el arco de meta a la vista. Aquí estamos los tres felicitándonos mutuamente y agradeciéndonos la mañana tan especial que hemos pasado. Felicidades a Rubén y a Chema, y muchas gracias por este ratejo.
Susana nos está esperando con la cámara en mano, y Lorena no va a ser menos. Así pasamos por meta bajo los flases de los fotógrafos y de nuestras incondicionales seguidoras.
José, nos pone la merecida medalla y solo queda morderla para hacer otra muesca al marfil. Felicitaciones mutuas y ahora sí, el beso de Susana como recompensa final.
El señor Ivanovich también se acerca para felicitarme. Se ha arrimado mucho, y creo que he notado su móvil..... O no... No se...Ja ja ja.
Cuatro de cuatro. Lo importante es seguir estando y sobre todo disfrutando. Felicito a Ana por su victoria en la carrera. Para ella también es cuatro de cuatro mas cuatro. Cuatro participaciones y cuatro victorias. Madre mía que nivel. Enhorabuena.
Pues nada, además de charlar y pasar un rato super agradable, disfrutamos del post final donde tenemos fruta, montaditos, hamburguesas, bebidas super frías y como colofón, la deseada paella que estaba de muerte.
Después de la entrega de premios y ya de sobre mesa, rematamos con alguna que otra foto y para casita que el sillón me está llamando, ja ja ja.
He de decir para rematar, que me ha gustado mucho el recorrido. Una distancia buena, pero no muy larga donde te puedes exigir lo que quieras, pero que no te hace llegar muy tarde, incluso a los mataos como nosotros, a meta. Los avituallamientos de diez, con fruta, montaditos y Aquarius de botella, que eso siempre se agradece. El taller móvil de Nino también genial, por que ha solucionado problemas a muchos que hubieran tenido que abandonar. Muchos pinchazos y sobre todo arreglos mecánicos. Y como colofón, para mí, la meta ha ganado mucho en Safón. Mucho mas espacioso donde hemos pasado un rato super agradable. Ahh, y la paella estaba muy muy buena. Otro punto positivo para la organización.
Venga a descansar que mañana hay que currar.
Capi