domingo, 6 de diciembre de 2015

Carrera de montaña de Chiva. 61 km.

   La semana pasada terminé un mes de infarto. Trail Doñana (73 km), maratón de Valencia, media maratón de Miguelturra y el maratón de San Sebastián. Todo terminado con éxito y con muy buenas sensaciones.
  Hace unas cuantas semanas Javi Garrido me dijo que si le acompañaba a una carrera de montaña en Chiva (Valencia). La verdad es que era muy tentador pero todavía tenía por delante varias de las carreras que os he puesto arriba y no sabía como iba a acabar.
  Terminada la penúltima, la de Miguelturra, le dije que le acompañaba, que había acabado bastante bien y que muy mal se tenía que dar San Sebastian para no poder acompañarle.
  Bueno que me enrollo. El caso es que el domingo estamos los dos integrantes del equipo Bikilamanjaro, entre los que se encuentra el presidente, y yo no soy, je je je, en la salida de esta carrera de montaña que tiene 61 kms de distancia y 3000 metros de desnivel positivo.
 
 




   Estamos a 13 grados y son las 6:45 de la mañana por lo que preveemos que nos hará bastante calor durante el día.
   Antes de entrar por el control de chip me encuentro con Loreto. Una chica maratoniana con la que he coincidido en alguna que otra locura de estas.
   Bueno, pues después de charlar un rato hay que pasar el control y situarse en la línea de salida. La hora se acerca y antes de guardar el móvil en la mochila nos hacemos una foto para el recuerdo.


   Hoy estamos muy motivados en que esto va a salir bien. Javi y yo chocamos las manos y nos decimos. "¡Vamos, a disfrutar!". Con una cuenta atrás se da la salida. Es muy de noche todavía así que el frontal se hace imprescindible.
   Comenzamos a correr por el pueblo. Una subida de unos dos kilómetros un por camino asfaltado nos empieza a avisar de lo que nos tienen preparado. Dejamos el asfalto para comenzar los senderos.


  Nos ponemos a la altura de Loreto y mientras le damos a la húmeda continuamos con la subida. El recorrido está muy bien señalizado con luces intermitentes rojas y balizas naranjas reflectantes. Esta subida nos va a llevar hasta el km 6 más o menos para comenzar la bajada no muy técnica pero con piedras sueltas.

  De momento vamos bastante bien y llegamos al primer avituallamiento situado en el km 9. Aquí nos encontramos a voluntarios disfrazados dejándose la garganta animando. Por su puesto mientras Javi repone bidones yo saco el móvil y me hago una foto con las animadoras de la carrera.
 

   Después de reponer continuamos nuestro camino. Ahora nos toca una nueva subida de unos dos kilómetros con bastante desnivel. Se empiezan a pone las piernas durillas, je je je. Javi me dice que va empapado en sudor. La verdad es que hace un calor y una humedad bastante alta. Hay que ir bebiendo e hidratándose desde el principio que si no luego no hay vuelta atrás.
   Terminamos la subida y comenzamos la bajada que nos llevará al siguiente avituallamiento en el km 15. la bajada tiene mucha piedra y tierra suelta por lo que hay que bajar con cuidadín.
   Javi va detrás y me voy dando cuenta que no va fino. Le voy sacando cada vez más distancia con solo correr un poquito rápido. No es normal. Decido ir bajando y controlando la distancia. Corro y le espero, corro y le espero mientras le voy dando ánimos.
  Llegamos al km 15 y mientras reponemos agua y sales, y comemos fruta, chocolate y frutos secos entre otras cosas, me dice que el cuerpo no le responde. Que quiere y no puede. Le digo que no se preocupe que con el paso de los kilómetros se irá reponiendo y empezará a coger buenas sensaciones.
   Continuamos el camino para encontrarnos un control de chip. Aquí comienza una crono-escalada hasta el km 17 de fuerte subida que premia al hombre y a la mujer mas rápidos en este tramo. Nosotros no estamos para competir, je je je, asi que a nuestro tran tran comenzamos la subida.
   Aquí nos encontramos con tramos en los que hay que subir ayudados por cuerdas. Tierra y piedras sueltas son el terreno del tramo. Javi se sigue quedando atrás. Le voy observando y no deja de hidratarse y de comer para ver si su cuerpo se entona.
  Completamos la subida y comenzamos el descenso.  Tiene bastantes zonas técnicas con carteles de zonas peligrosas. Vamos bastante despacio así que nos da tiempo a ir con bastante seguridad. Sigo animando a Javi. Vamos directos al avituallamiento del 23 donde comienza a salir a flote la idea de la retirada.
  Va con un pajarón de escandalo. Le intento animar diciéndole que no llevamos prisa. Que esto es pasajero y que se va a venir arriba en cualquier momento. Un voluntario que ve como llega le da unos dátiles y le dice que despacito y sin dejar de beber y comer.
   La verdad es que no le veo con buena cara. Veo que ya no es que no le van las piernas, si no que la cabeza le está empezando a fallar y comienza a pensar en la retirada. Mal asunto.
   Yo mientras repongo los bidones, cojo gominolas y fruta y me dirijo hacia el rincón secreto donde hay un avituallamiento especial. ¡Que bueno está!....
     A partir de aquí comienza un autentico calvario para mi compi. Vamos a intentar llegar al siguiente avituallamiento para ver si se le va pasando. Tenemos por delante una larga subida con varios tramos de cuerdas. Una subida del 30 % que nos va a poner a prueba.
    Voy por delante de Javi que sigue queriendo y no pudiendo. Le saco bastantes metros y decido esconderme en un senderito detrás de unos matorrales. No para asustarle si no por que me estaba haciendo popo, je je je. Mientras evacuo le veo pasar y me doy cuenta que va bastante jodido. Mientras yo termino le veo alejarse muy poco a poco.
   No se que pensar. Nos queda media subida y toda la bajada con tramos de mucha dificultad para el siguiente punto de control y no se como lo va a afrontar. Bueno, una vez terminada la faena salgo disparado a su encuentro. Por fin me pongo detrás de él y después de explicarle donde estaba por que pensaba que iba por delante, hablamos un poquito de la situación.
   Me dice que las piernas y el cuerpo no le funcionan y que le dan escalofríos y ha llegado incluso a tener pequeños mareos. Ya me empiezo a preocupar. Le digo que hay muchas carreras y que no hay que arriesgar más de la cuenta. Aguantaremos hasta el siguiente avituallamiento y ya decidimos.
  Voy detrás de él. La cosa sigue sin funcionar. Yo andando voy más deprisa que el corriendo. Da pasitos muy cortos como si las piernas no estiraran del todo. Pufff, las va pasando canutas. Mientras no deja de beber y comer para intentar reponerse.
   Terminamos al subida y comenzamos una bajada que un principio es bastante técnica con un 24 % de desnivel.  En este tramo le adelanto y me despego de él para que vaya a su ritmo y no agobiarle yendo detrás ni tirando de él yendo cerquita.
   Cojo a un corredor que se ha percatado de la situación. Me pongo detrás y me aconseja lo mismo que he hecho yo. Que le deje a su ritmo para no presionarle ni a más ni a menos.
   Nos quedan unos dos kilómetros para el deseado punto de control. Se comienza a escuchar la música. Ya estamos cerca. Voy mirando para atrás y así no perder contacto visual con Javi. Aquí han hecho escalones con trozos de madera y algunos son bastante altos. El terreno está muy resbaladizo y el corredor que llevo delante resbala y cae al suelo. Yo al intentar no llevármele por delante ( y eso que llevaba bastante distancia), me tiro a la derecha y me resbalo cayendo a unos arbustos donde por fin consigo frenar. Estamos los dos bien así que para arriba y a continuar lo poquito que nos queda.
   Llego al avituallamiento. Estamos en el km 32. Hay un bufet libre (je je je) y comienzo a coger de todo. Relleno los bidones, cojo un par de barritas, fruta y un sándwich de nocilla mientras espero la llegada de mi compi.
   En estos kilómetros nos han adelantado muchísimos corredores. Eso da lo mismo pero creo que a Javi le acaba de rematar. Ir viendo como te van pasando uno tras otro muchísimos corredores y ves que tu no vas bien y no puedes dar mas de sí, te va minando la cabeza.
   Por fin llega Javi y directamente se va a uno de la organización para decirle que se queda allí. Que se retira. El hombre le dice que se espere allí y que dentro de poco irán a recogerlos para llevarlos al pueblo.
   Le doy una silla para que se siente. Le relleno los bidones y le ofrezco de comer. Le tapo con una manta mientras le digo que no pasa ni media. Que carreras hay muchas y que no piense más de la cuenta. Hoy ha salido así y mañana será de otra manera. A su lado hay otros corredores que también han decidido abandonar.
   Hay un grupo de bomberos voluntarios y le digo a uno de ellos que me saque una foto.

   Después de unos 20 o 25 minutillos le pregunto que si quiere que me quede con él. Me dice sin pensárselo que me vaya y que termine la carrera. Le doy un abrazo, las llaves del coche y le digo que voy a terminar esto por él.
   Me despido de él y antes de salir de nuevo al recorrido le digo al bombero que no ha hecho la foto que por favor este pendiente de él. Que ha tenido varios mareos y está bastante mal. Me guiña el ojo para decirme que no me preocupe y diciéndole que lleva móvil encima me voy alejando poco a poco con un mal cuerpo y un mal sabor de boca que casi no me deja ni correr. He venido aquí por él y voy a terminar por él.
   Continuo para adelante cogiendo un poco de ritmo. En el avituallamiento nos a adelantado Loreto por lo que tiene que ir por delante. Poco a poco voy cogiendo a corredores. Son los que nos han adelantado en estos últimos 12 kms. Tenemos una fuerte subida donde salvamos mas de 500 metros de desnivel. A mitad de la subida me pongo a la altura de Loreto. Hablamos de lo que la ha pasado a Javi mientras le vamos comiendo terreno al recorrido.
  Después de unos cinco o diez minutos me despido de ella y la deseo suerte. Comienzo a ponerme un poco las pilas. Llego arriba y comienzo un descenso para mí bastante peligroso por ser una zona de sombra y estar todo muy húmedo. Bastantes plantas y helechos nos encontramos por el camino asi que a mirar bien por donde pisas que un resbalón te puede llevar al precipicio.
   La bajada la voy haciendo con mucho cuidado pero con bastante energía y rapidez. Hay tramos en los que no se puede adelantar y tenemos que ir uno detrás de otro lo que hace que podamos descansar un poquito, je je je.
   Llego al avituallamiento del km 41. Hay casi de todo como en los que hemos dejado atrás. Decido pausar un poco y comer despacio, beber tranquilo y rellenar a tope los bidones.
  Miro el mapa y veo que me queda todavía bastante. 20 km y dos fuertes subidas con sus respectivas bajas, claro.
   Comenzamos la ascensión y poquito a poco llegamos a la parte alta donde después de un tramo algo corrible llegamos al observatorio forestal de la Yerbas situado a 1023 metros. A partir de aquí a correr la bajada. Son sendas con muchas piedras puntiagudas que hacen que me empiecen a doler las plantas de los pies. Que mal se corre por aquíííí.....
  Llegamos a la parte baja y cogemos el cauce del rio por el que vamos sorteando muchas piedras grandes que hay casi que escalar. Cantos rodados y piedras sueltas complican la cosa.
  Por fin llego al avituallamiento del km 54. Tarta de manzana, dulces de la zona y otras delicatesen son los manjares de este puesto donde repongo energías para afrontar los últimos kilómetros.
   Ahora viene una zona entre arboles en la que se puede correr bastante aunque los giros bruscos del sendero hacen que tengas que ir muy pendiente. Voy cogiendo a muchos corredores. Uno de ellos me dice que guarde que queda la última subida y es la mas dura aunque no sea la mas larga. Mientras le adelanto me sale una frese que la fuí meditando durante varios kilómetros:-" Yo no voy a parar, si me para que sea la montaña quien lo haga".
   Bueno, continué mi camino hacia la temida subida. Solo espero que no sea muy dura con migo, je je je.
   Ya estoy comenzando a subir. Miro el mapa y veo que no es muy larga y tampoco parece tan dura como me han dicho, pero al levantar la cabeza veo un repecho delante de mí que están subiendo varios corredores. ¡Madre mía!. Agacho la cabeza y para arriba. Mejor no mirar. Poquito a poco se hace el camino. Llego a un descansito donde hay un fila de corredores esperando turno. Me quedo sorprendido por que no se lo que pasa. Oigo a varios corredores decir que por ahí no suben. Uno de la organización que está allí les dice que hay una escapatoria pero que en teoría ese no es el recorrido y que estarían descalificados. Varios de ellos siguen en sus trece y se van bordeando la montaña.
   Cuando por fin llego a la base de lo que teníamos que subir me doy cuenta de por que algunos han decidido ir por el otro lado.
   Hay que subir por una grieta ayudado por una cuerda. No se cabe de frente por lo estrecho que es y hay que subir de lado por una roca gigantesca casi sin apoyos para los pies. Es mi turno y subo con algo de dificultad casi siempre tirando de brazos. Llego arriba y veo que hay un palet puesto a mi izquierda para tapar una posible caída por un precipicio. Después de esto me encuentro con una cadena enganchada a otra roca enorme de unos siete metros por la que tengo que trepar y donde al final me encuentro a un fotógrafo disparando con su cámara en pleno esfuerzo.


   ¡Que pasada!. Además de duro ha sido espectacular. Me encanta. Aunque las fuerzas van muy justas y tirar de brazos cuesta un mundo. Los que llevaban bastones tenían que ir pasándoselos al de adelante por que con ellos no podían subir.
   Bueno, pues ya me quedan solo unos tres kilómetros. Sendero con piedras grandes es lo que tenemos ahora. Comienzo a correr y a brincar por las piedras. Ya me veo en la línea de llegada. Pero todavía tendría una última sorpresa. Al dar un paso un poco más largo de la cuenta un amago de tirón en la pierna derecha hace que me pare en seco. No me muevo. Está ahí. Noto que como mueva un milímetro la pierna me va a pegar un trallazo. Varios corredores me preguntan y me dicen que a estas alturas es normal...
   Saco de la mochila mi glucosa mágica y me la tomo junto con medio bidón de isotósnico. Después de varios minutos comienzo a andar muy despacito. Esto se ha pasado, je je je. Pues a correr se ha dicho. De nuevo cojo a los que me habían adelantado durante el percance. Ya estamos en la entrada del pueblo y un cartel nos indica que estamos en el km 60.
   Todavía me da tiempo a adelantar a varios corredores para entrar en meta cuesta abajo y sin frenos. Después de 9 horas y 29 minutos paso por la meta con un sabor a victoria por un lado y por otro lado de soledad por la falta de mi compi que tendría que estar a mi lado como en los últimos 6 maratones que hemos hecho juntos.


  Mi nombre suena por megafonía y el público aplaude la entrada en meta.




   Bueno, pues esta odisea se acabó. Me reencuentro con Javi que me felicita y me hace una foto en la entrada a meta.
   Al entrar en meta me hacen entrega de una foto con los tiempos de paso y mi tiempo final. Todo un detalle, la verdad.
   Después de beber algo y comernos un plato de paella que nos han preparado nos dirigimos al hotel para ducharnos y emprender el viaje de regreso.
  Durante el trayecto comentamos como nos ha ido. Yo le digo que en las condiciones que estaba ha hecho bien en quedarse en el punto de evacuación. Ahora y después de haber visto lo que quedaba, se hubiera hecho muy muy pero que muy duro.
   Solo queda darle ánimos al presi. Y dar las gracias al equipo Bikilamanjaro que le han apoyado y dado fuerzas después de la dura decisión de la retirada.
   Eres muy grande Javi, en la próxima nos desquitamos. Tenlo por seguro. Esto ha sido una piedrecita en el camino que en la siguiente nos la vamos a cepillar de un soplillazo.
   Muchas gracias a todos por las felicitaciones y por estar pendiente.
   Corto que hoy me he pasado escribiendo. Espero no haber sido muy cansino.
   Hasta la próximaaaaaaaaa.

 Capi

2 comentarios:

  1. Desde luego tu final de año está siendo apoteosico, brutal mejor dicho. Enhorabuena y ánimos a tu compañero, no siempre tiene uno su día y será por carreras. Un Abrazo.

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  2. Eres un fenómeno, mucho ánimo a Javi que se ha portado como un campeón. Mucha suerte para la próxima y felices fiestas, un abrazo.

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