domingo, 30 de agosto de 2020

Maratón alpino Madrileño (virtual).


  Maratón alpino madrileño. Eso es sinónimo de dureza. Ese día no quedes para comer. Ese día necesitas el cuerpo y la cabeza al 100 %. 

         Pues lo dicho, con las premisas anteriores y después de varios intentos fallidos por diferentes razones, llegó el día. Cierto es que no vamos en las mejores condiciones posibles. En contra tenemos una falta de kilómetros importante. Un déficit de entrenamientos importante. Algunos meses confinados, más las vacaciones y el verano con muchísimo calor dificultando los entrenamientos. Pero a favor tenemos las ganas, la ilusión y conocer el maratón bastante bien. Javi lleva 15 ediciones (ni más ni menos), yo llevo 7 ediciones y Txule otras tantas. 

  Perdón, no os he comentado que este maratón va a ser virtual y que lo vamos a realizar Txule, Javi Bikila y un servidor. Un maratón que este año por el Covid 19, no se va a realizar como competición, pero que si se ha decidido hacerlo dando de plazo unos meses para su realización para que queda uno lo pueda hacer cuando pueda. Además hay que cumplir varias condiciones. Hacer el recorrido sin modificarlo un tanto por ciento. Hacerse fotos en los lugares indicados. Mandar todo a la organización para su validez y posterior inclusión en la clasificación.

  Y así, con este panorama, suena el despertador a las 04:00 de la mañana. Desayunar algo, recoger todo lo necesario y a buscar a mis compañeros. A las 04:30 salimos hacia Cercedilla, lugar de partida del maratón. 

  



  Allí nos juntamos con Sergy y Vilma que han decidido hacerlo con nosotros y va a ser un autentico lujazo correr con ellos. Una charleta y a las 06:00 damos comienzo al maratón. ¿Cuando volveremos a estar otra vez por aquí?, je je je.

  Hoy, después de unos meses de mucho calor, han caído las temperaturas bastante y hace un frío del carajo. Manguitos, ropa de abrigo, guantes........ ¡Madre mía como cambia el cuento de un día para otro!. Hemos decidido salir un poco mas temprano de lo habitual para que no se nos haga muy tarde y en teoría, quitarnos horas de calor. Los cinco, con el frontal encendido a máxima potencia, comenzamos la subida a siete picos.




  Parece que vamos cogiendo algo de temperatura, pero no nos sobra nada. Y así llegamos al primer punto de control donde tenemos que hacer la primera de las fotos requeridas. A partir de ahí, a seguir subiendo. A estas alturas parece que el sol quiere salir, y poco a poco la luz de los frontales dan paso a la luz natural.

  Llegamos a la cresta de siete picos y comienza a soplar un aire frío de narices. Poco a poco vamos cresteando para llegar a Navacerrada. Eso sí, siguiendo el track, por que aquí hay muchos caminos e intentamos llevar el bueno. 

 Ya en Navacerrada, y después de cruzar el paso de cebra, aprovechamos los contenedores para tirar basura y comernos una barrita antes de afrontar la subida a Bola. Subida larga donde en fila de uno, vamos comiéndonos metros y desnivel positivo.

  El "cohete" rojo y blanco que hay en el alto de Guarramillas, cada vez se hace mas grande, lo que nos indica que nos vamos acercando, ja ja ja.



Una vez arriba, nos hacemos un selfie y nos tiramos para abajo por el Noruego, sin mucha demora, que nos quedamos pajaritos. Esta bajada es muy chula, además de larga, pero donde hay que llevar mil ojos por que hay mucha piedra suelta.






 Un poco antes de llegar a Cotos, nos reciben Gregor y Mario. Han venido con Sagra para avituallarnos y hacer parte del recorrido con nosotros. Saludos y alegría de verlos. Y ya con ellos bajamos hasta Cotos. Allí decidimos no coger nada de lo que nos han traído por que llevamos suficiente para subir y bajar de Peñalara.





                                                                                                                            



  Sagra nos espera abajo leyendo un libro, mientras los siete magníficos, después de coger agua en la fuente y pasar el tramite en la caseta de control, comenzamos la subida a Peñalara. Aquí ya se ve bastante gente disfrutando de este fresco día de montaña, no como en el tramo anterior, que no nos cruzamos con nadie.




  Al tran tran vamos dejando atrás el camino serpenteante, desde donde vemos, que arriba en el pico tiene que hacer bastante fresco. Cada uno más o menos a su ritmo vamos terminando la subida. 



  Solo nos queda el último tramo para coronar el pico Peñalara. Gregor sale corriendo hacia arriba para darse la vuelta y grabar el momento de hacer cumbre, je je je.





  Aquí arriba hay bastante gente. Las vistas son casi nulas por la niebla que hay, pero siempre es una alegría poder subir hasta este emblemático pico. Aquí, aprovechamos para hacernos unas fotillos de grupo y también hacernos la segunda de las fotos obligadas de este maratón.





  Tampoco podemos estar mucho rato aquí, por que nos vamos a quedar helados, así que después de un ratillo de fotos y charlas, comenzamos la bajada a Cotos, por el mismo sitio que hemos subido. Con mucho cuidado, sobre todo en esta primera parte vamos descendiendo. Sergy, Vilma, Javi y Mario van en cabeza. Txule, Gregor y yo les guardamos las espaldas.

  A mitad de la bajada y por mira para otro lado, me tuerzo el tobillo de muy mala manera. Los primeros pasos después del incidente son de tanteo. Gregor se ha percatado y me pregunta que tal. Pues bueno, llevo bastante dolor. Esto me hace intentar pisar lo mas plano posible, cosa difícil en esta bajada.

  El tobillo va caliente y me va dejando correr, eso sí, mirando y controlando mucho donde pisar, por que me duele bastante. Y así llegamos a Cotos, donde ahora sí, nos desviamos un poco del recorrido para ir al coche donde tenemos el avituallamiento.




  Allí reponemos fuerzas y cargamos las mochilas. Todavía nos queda un buen trecho y mucha tela que cortar. Después de este pequeño descanso, nos despedimos de Sagra, Gregor y Mario dandole las gracias por acompañarnos. Mario yo creo que seguiría con nosotros, pero hay que sujetarle que es muy joven todavía....(o que nos saca las bielas, mejor dicho, ja ja ja).

  Bueno, pues nada, a subir a bola por el Noruego. Esta si que es larga. Esta si que ya va haciendo pupa. Todos sacan sus bastones menos yo, que no los llevo, ji ji ji. Poco a poco y con calma vamos subiendo esta subida en la que el canto del Urogayo hace acto de presencia en todo su esplendor. 

  Con un intento de perdida del track, recalculamos la ruta y volvemos al camino bueno para llegar de nuevo al alto de Guarramillas. Y ahora viene cuando la mataron. Bajar al pluviómetro y hacer la temible bajada hacía la fuente de la Campañilla. ¡¡A tirar de cuádripces, se ha dicho!!.



  El tobillo me molesta bastante pero me va dejando ir. Eso sí, pensando a cada paso donde plantar. Y sin prisa pero sin pausa vamos llegando uno a uno a la fuente donde tenemos la tercera y última foto obligada del recorrido. Un ratito para tomar aire, rellenar bidones y a por los casi últimos metros positivos que nos quedan.

 Sergy nos hace un planteamiento de la subida para que se nos haga mas amena. Primero un árbol cruzado, luego otro a la larga, giro a la derecha, la fuente la Caña y ya estamos arriba. Ja ja ja. Javi dice que muy bien, pero que hay que hacerlo, ja ja ja.

  Esta subida la hago con Sergy, que se la conoce como la palma de su mano. Me cuenta otras rutas, no tan conocidas y también muy muy chulas, que otro día seguro que las visitaremos. Y lar verdad es que así, cascando y divisando en la lejanía esas posible rutas, se me pasa la subida volando. 

  Pues nada, ya estamos todos arriba. Toca bajar a Navacerrada. Javi se lanza y el resto le seguimos. Venga chavales, que aquí están otra vez nuestros  compis para ofrecernos comida y bebida.

  Gregor nos está esperando de nuevo para hacernos un vídeo de nuestra llegada. Muchas gracias crack...

  Pues ya estamos de nuevo cruzando el paso de cebra. Y de nuevo tenemos a nuestra disposición las neveras con todo preparado para ser ingerido. Algún huesito, donuts, gominolas, frutos secos...... Van llenando nuestros estomagos.




  Otro ratito de charla que nos viene de lujo. Desde Peñalara hasta aquí el tiempo y el frío ha sido bastante cambiante, lo que hace que nos pongamos la chaqueta y nos la quitemos en varias ocasiones, pasando lo mismo con los manguitos, que han ido subiendo y bajando durante todo este tramo.

  Aprovecho para apretarme la zapatilla un poco más y darle sujeción al tobillo. Nos quedan unos 9 km y son bastante corribles, sobre todo en los últimos 4.

  Nos despedimos de Sagra, Gregor y Mario. Ya solo nos queda vernos en meta. !!Nos vamos¡¡. Pasamos la cancela y a correr. Aquí vamos a ir controlando el ritmo un poco para que Vilma que lleva bastante dolor en la tibia, sufra lo menos posible. 

  Este último tramo siempre se me hace a mi, particularmente, muy largo. Pero bueno, hoy llevamos buena compañía que lo están poniendo muy facil.

  Este tramo es el del baño de Txule. No hay día que pasemos por aquí, que no se de un chapuzón. Hoy hace bastante frío y el agua tiene que estar fresquita, pero eso no le tira para atrás y se da su esperado baño. Ja ja ja. Que tío.



  Pues nada, esto llega a su fin. Y de nuevo nos espera, esta vez en meta, Gregor con el móvil en la mano para inmortalizar el momento. Esto esta hecho. Felicitaciones de unos a otros y agradecimientos por su puesto a Sagra, Gregor y Mario por estar pendientes de nosotros en este día.





  Chicos, otro más para la saca. 10:38 minutos de aventura. Muchas gracias a nuestros compañeros de viaje Sergy y Vilma por que siempre es un autentico placer compartir km con ellos. Sois especiales y lo sabéis...





  Y que decir de Txule y Javi. Pues como dice Txule: "El tridente ha vuelto". Ahora a buscarse objetivos en un tiempo complicado. Pero eso sí, seguiremos dando guerra y caña al cuerpo. Siempre disfrutando de la montaña, la amistad y el compañerismo.

  Un maratón que ya está en nuestro recuerdo y en nuestras patitas, je je je. Toda descansar y revisar daños, pero en nada estamos de vuelta. Pero antes toca tomarnos nuestro tradicional bocadillo de metro.... ummmmm.

  Hasta la próxima.

  Capi