domingo, 16 de enero de 2022

Maratón de Almagro.

   IV maratón de Almagro. se dice pronto. 4 años ya para este maratón tan especial y familiar, realizado en un precioso pueblo de Ciudad real.

   Tengo el honor de haber participado en la primera edición. Una primera edición que se celebró en Junio de 2018 y que llegamos a alcanzar los 35º C. En esta ocasión va a cambiar mucho la cosa. Enero es el nuevo mes elegido. 



  Pues nada, como siempre en los días de maratón, hay que madrugar un poco para realizar el desplazamiento, hoy hacia Almagro. Hoy no mucho, por que estoy relativamente cerca. 

  La carrera da comienzo a las 09:00. Una horita antes estoy recogiendo el dorsal en la zona de competición. Allí me encuentro a Ramiro, también de Toledo con el que charlo un rato. Hace un frío de narices. El termómetro marca -5º C.  Ufff, me vuelvo al coche y voy a tomar un café para calentar un poco el ambiente, je je je. Ramiro decide quedarse por que no le apetece café.



  Ya de vuelta y con el coche aparcado, me voy a saludar a Cheve y a Esther que han venido a darle caña también. Y como no, charlo con muchos maratonianos de esos de los que llevan mas de cincuenta y con los que he coincido en muchos de ellos. Jose Vicente, Santiago, Enrique.....

   Y sobre todo una charleta con el organizador y también coleccionista de maratones Miguel Angel Trapero. El es el artífice de este maratón al que no le falta detalle y nos cuida como en ningún otro.



  Bueno, es hora de cambiarse. Dudo un poco en que ponerme. El frio que hace me tienta a ponerme una camiseta térmica, pero me conozco y se que luego, al paso de los km me ha a sobrar, aunque a primer hora me va a venir bien.

  Nada, como siempre, salgo con camiseta y pantalón corto, aunque en esta ocasión hago huso de los manguitos. Así voy a la zona de salida dando un pequeño trotecillo para intentar entrar en calor.

  Quedan poco minutos y todos allí botan en el sitio. Hay algunos que van muy abrigados, pero bueno, cada uno sabe como y lo que tiene que ponerse. 

  Por medio de un micrófono y a través de los altavoces de la megafonía, Miguel Angel dice unas palabrillas. Hoy no corre, muy a su pesar, por unas molestias en la pierna. Mejor recuperar y estar listo para la siguiente.

  Cuenta atrás y salida. Unos petardos, bastante ruidosos, ja ja ja, nos acompañan en la salida. Uff, lo que cuesta dar las primeras zancadas. En la cabeza tenemos las 14 vueltas que tenemos que dar. Hay que comenzar con tranquilidad e ir viendo como va respondiendo el cuerpo que llevamos unos meses muy raros y yo en particular, no llevo los entrenos que me gustaría, aunque hoy vengo a disfrutar y reencontrarme de nuevo con la distancia que más me gusta.

  El recorrido es un carreterín asfaltado que tiene algo menos de 3 km. Así que nada, a darle caña al asunto e ir descontando vueltas.

  Ramiro y yo cogemos un ritmo cómodo. Poniéndonos al día de muchas cosas y charlando sin parar, vamos descontando vueltas a esas 14.

  Los primeros ya han empezado a doblarnos. Aquí cada uno va a su historia y da lo mismo que te adelanten o que tu adelantes, siempre hay unas palabras de ánimo para todos. Somos unos 80 corredores los que hemos venido hoy aquí.

 Y poco a poco van cayendo vueltas. La séptima está finiquitada, lo que quiere decir que comenzamos la octava y llevamos en las piernas la media maratón. A partir de aquí es ir descontando.



El frio sigue siendo bastante gélido. A primera hora he pasado mucho frío en las manos y aunque parezca mentira también llevaba los pies helados, pero ahora voy bastante mejor.

  Pues aquí seguimos dando vueltas. Lo bueno es que tenemos avituallamiento cada vuelta. Fruta, isotónico, barritas, agua, Cocacola y gominolas, muchas gominolas. Suelo coger un puñadito de ellas para ir comiéndolas a lo largo del recorrido.

  A falta de cinco vueltas, ya adelantamos  a más corredores y por su puesto, nos adelantan a nosotros. Enrique nos pasa como una bala. Está muy fuerte el tío. Nosotros pasamos a Jose Vicente que está haciendo hoy su 94 maratón. También a Santiago que lleva mas de 300. nada, cosa de poco, ja ja ja. Aquí todos llevan una pila de maratones, y siguen disfrutando de cada uno que hacen, como yo.



  En una de esas vueltas me pongo a par de Manolo Rico. El organizador de la MRSA-Mega race vía verde de la sierra de Alcaraz. Una prueba que cuenta con las distancias de 26,2 millas (maratón), 50 millas (80,5 km), 100 millas (161 km) 150 y 200 millas (241 y 322 km). Me pone al día un poco de como es la prueba y me despido de él con la mente puesta en una de esas distancias. ¿Cual?... Está por decidir aún. je je je.



  Vuelvo a pasar por meta, ya solo me quedan dos. Parece poco, pero estoy en lo peor del maratón. me quedan 6 km. Bueno, vamos a por ello. Mi compañero de viaje me dice que va air un poco mas tranquilo así que poco a poco voy despegándome de él.



  Voy a ritmo de 5 el km. La verdad es que el cuerpo y las piernas me están respondiendo bastante bien. Pero tampoco me vengo arriba que quedan km todavía.

 Y vuelvo pasar por el avituallamiento. Eso quiere decir que me queda una vuelta. Después de beber isotónico, agua y comer un poco de naranja, salgo dispuesto a hacer mis últimos tres kilómetros. 



  Voy despidiéndome de todos los voluntarios que están por el recorrido y que no han dejado de animar y aplaudirnos en cada una de las vueltas. Muchas gracias a todos ellos que han estado y seguirán estando hasta que pase el último corredor, durante toda la fría mañana.




  Pues nada, ya tengo el arco de meta a la vista. Unos últimos metros donde las palmas de los que están allí no dejan de sonar. Paso por el arco de meta con la mención del speaker. 3: 35´ es el tiempo final. Saludo y le choco la mano al artífice de este maratón. Me ponen la medalla y después de saludar a varios amigos, continúo corriendo y haciendo los 500 metros que le faltan al recorrido. Aprovecho una calle que me llevará al coche. Vuelvo a la línea de meta para disfrutar un poco de todo el ambiente y charlar un poquito con los corredores.








  Al poquito entran Esther y Cheve, que se han marcado un tiempazo y eso hace que ella quede la primera de la carrera. Los felicito y mientras me como unas migas, charlo con ellos.




  Me paso por una caseta que huele que maravilla. Estan haciendo unas migas y no di¡udo en catarlas un poco. Mientras Miguel Angel por megafonía comienza a sortear varias cosas de los patrocinadores. Y sin esperarlo, mi número sale premiado, ja ja ja. Un lote de productos ibéricos.  Ya tenemos merienda, je je je.



  Pues nada, hoy nos tenemos que ir rapidito que hay que llegar a comer. me despido de los que allí estaban y nos vamos para casita con el 127 en la buchaca. Y lo mas importante es que hemos disfrutado de nuevo de la distancia maratón y de los amigos que hacía mucho que no veía.

  Mi enhorabuena al organizador y a los voluntarios por hacer un maratón sin un pero y con un trato al corredor imposible de mejorar. Seguramente, si no pasa nada, el año que viene volveremos a Almagro a disfrutar de una mañana increíble.

  Seguimos en la lucha.

   Capi