Esta es la 15ª edición de esta carrera de la que tanto he oído hablar. Mil comentarios y anécdotas de todo tipo. Entre todos esos comentarios, siempre hay uno en común. "Es un carrerón". Bueno, pues después de varios años en el punto de mira, por fin este año va a ser el año.
Esta vez va a ser un viaje fugaz. No es como me gustaría o apetecería, pero ha surgido así la cosa. El plan es entrar a currar a las 06:00 de la mañana. Salir a las 14:00. Ir a casa donde Susana me está preparando un bocadillo y la cena para esta noche. Ir a Alquezar, correr y venirme para estar aquí el Domingo.
Bueno, ese es el plan, pero veremos en que queda todo, ja ja ja. Viaje largo, carrera larga, cansancio. Bueno, seguro que algo se tuerce, je je je.
Comenzamos bien. Según lo estipulado. Después de currar y llevar todo al coche, me despido de Susana, que se queda unas ganas increíbles de venirse con migo. Pero en esta ocasión hay otras cosas que hacer y decidimos hacerlo así.
Rumbo a Alquezar, me da el olor al bocadillo de lomo calentito que me ha preparado Susana. Imposible resistirse. Paro y junto con una Fanta de naranja, hago que desaparezca en un plis plas. Gracias Mon Amur, ahora ya puedo seguir tranquilo, ja ja ja.
Sobre las 20:30 estoy aparcando en los parking habilitados. En esta ocasión me conozco el pueblo por que hemos estado varias veces aquí alojados para hacer descenso de barranco. Eso me facilita el llegar al Ayuntamiento donde se recogen los dorsales.
Somos 150 inscritos, de los cuales al final saldremos unos 137, además de 50 corredores que participan en parejas. Una fotito en el cartel de la prueba nunca puede faltar.
Pues nada, despues de charlas un ratillo con otros corredores, me voy a plaza, que está a rebosar de corredores y acompañantes, y decido tomarme un cafetito. Me le tomaría después de cenar, pero tengo 10 minutos hasta el coche y no es plan de ir y volver tres veces, je je je.
Ya en el coche, son las 21:15. Decido intentar cerrar los ojos un poco hasta una hora antes de la salida, que es a las 00:00. Me suena el despertador a las 22:50. Puff, parece que si que he dormido algo ,ja ja ja.
Como lo llevo todo preparado de casa, solo tengo que cambiarme y ultimar unos detalles de comida y bolsa de vida. Así que mientras me pongo de corto, me voy metiendo entre pecho y espalda la ensalada de pasta que me ha preparado Susana.
A las 23:35, me voy hacia la salida. Hace un aire y un fresco bastante importante. Decido salir con pantalón corto, camiseta, manguitos y el impermeable.
Dejo la bolsa de vida en el sitio correspondiente. Allá por el km 50 la tendré disponible por si necesito algo. Un poco de todo va en ella por si surge algún imprevisto.
Esto está super animado. Mucha gente disfrutando de este momento y de la Violonchelista que nos está deleitando con la música de la prueba. La piel de gallina. Ole ole y ole. Por cierto, en esta ocasión puedo disfrutar, en primera línea, de la música, ya que nosotros tenemos que salir en sentido contrario. Es lo que tiene ponerse a cola de pelotón, que a veces te da esos regalos. Je je je.
Quedan muy pocos segundos para la salida. En un marco precioso, y en un pueblo encantador, voy a comenzar esta aventura. Una aventura que espero disfrutar a tope y que llegue a buen puerto.
Salida. Cuesta arriba, como siempre. Doy mis primeras zancadas de este ultra. suspiro y digo,-"Vamos a por ello".
En esta ocasión, como en alguna otra, voy a ir tramo a tramo. Mi objetivo será de avituallamiento a avituallamiento. Los dos primeros tramos que tenemos, es un bucle donde salimos de aquí, de Alquezar, y pasando por Colungo, volvemos a Alquezar.
Focos encendidos y a disfrutar de la noche. Este tramo hasta Colungo, se me pasa bastante rápido. Son casi 10 km con 530 metros positivos donde vamos uno detrás de otro en fila india. Solo viendo los pies del de delante y de vez en cuando disfrutando de las vistas del pueblo con las luces encendidas.
Una subida larga pero llevadera, siguiendo el reguero que han hecho para el agua donde metes todo el desnivel positivo. Y después, una larga bajada por camino bueno que nos llevará hasta Colungo.
Aquí, en un garaje, está el avituallamiento. En las bases de la carrera, pone que son avituallamiento ligeros. Pues estos ligeros, son mejores que los que hay en otras muchas carreras. Fruta de cuatro tipos, pasta, chocolate, sándwich, gominolas, fiambre y alguna cosa mas. No se como serán los dos que dice la organización que son completos. Ja ja ja.
Yo como siempre relleno los bidones, como un poco de jamón serrano, que me dicen que es del bueno, y como no, empiezo con las gominolas. Muy pronto para empezar, ja ja ja.
Todos los voluntarios super amables y generosos. Con una gran sensación de ser el verdadero protagonista de la película, salgo de allí y me dirijo hacia Alquezar.
He de decir, que aquí todo el mundo va super abrigado, y yo desde el km 3, en la primera subida, ya voy en manga corta. No se, debo ser muy caluroso.
Ocho km hasta Alquezar, donde después de unas bajadas, comenzamos a pasar por las pasarelas. Grapadas a la pared vamos por encima del rio Vero. El sonido de sus cascadas es impresionaste. Saco el móvil y hago un video a una de ellas y se lo mando a Susana. Todo esto lo hemos visitado antes, pero no de noche, ja ja ja.
Toca subir a Alquezar. Paro en el avituallamiento donde tenemos como tiempo de corte 3 horas y media. Paso con unos 40 minutos de margen, o sea que vamos bien.
Siguiente tramo con casi 8 km 300 positivos. Destino Radiquero. Primero subimos por una vereda estrecha para comenzar a bajar por un camino bueno donde tenemos otro avituallamiento ligero y donde hago acopio de un poco de todo. Hace buena noche. Esta super despejado y las estrellas nos guían en el camino. Bueno, las estrellas y las balizas fluorescentes que nos ha puesto la organización. ja ja ja.
Me dirijo ahora, junto con otros cuatro chavales, hacia el denominado, Viña paso cepo. Con ellos voy hablando un poco mientras avanzamos por una vereda muy estrecha donde nos vamos a ir juntando muchos corredores por que hay que ir al paso del que va primero. No es plan de ponerse a adelantar pidiendo permiso donde no hay sitio para ello, así que con esta compañía, que viene de lujo por la noche, llegamos al siguiente punto.
Una carpa con un motor encendido para dar electricidad, nos da la bienvenida. Esta vez decido tomar sandía y un poco de fiambre. También comienzo con la Coca cola y me llevo para el camino un puñado de gominolas, que en esta ocasión son dedos y corazones.
Nos vamos hacia las Almunias. Casi diez kilómetros con 420 positivos. Con un grupete voy a hacer casi todo el tramo. Para mi gusto muy pestoso. siempre pegado a una cerca de madera y difícil de andar. Por lo menos la cháchara que llevamos nos lo va haciendo mas ameno.
Pasados unos tres o cuatro kilómetros, decido pasarlos y despedirme de ellos para continuar la subida un poco mas fuerte que ellos. Voy sin bastones por que no se ni donde apoyarlos en el suelo de lo estrecho que es esto. Y así llego a lo mas alto donde está el demonio gritándonos. Buena animación a estas horas de la madrugada.
Al pasar a su lado, me toca la campanita y me dice :_"Que huevos tienes. Sin bastones". Ja ja ja. Me rio un rato con él por que su disfraz no tiene desperdicio. Comenzando la bajada me despido de el.
Tramo de bajada muy técnico donde hay que llevar mucho cuidado. Además este tramo hay falta de balizas y casi hay que intuir el camino a seguir. Parece ser que se han volado con el aire y hay gente que se ha perdido. Pues a andar avispado que no estamos para perdernos, solo, de noche y con el demonio detrás.
Al final llego al avituallamiento sin perderme. Muy buen punto también para comer y beber. La Coca cola me está dando la vida. Intentaré no dormirme a partir de ahora, que siempre cuando llegan las 5 mas o menos, me da una soñera que ando hasta con los ojos cerrados.
Comenzamos la subida mas dura de la prueba, según me han dicho. En cinco km hay que subir 700 positivos. Poco a poco voy descubriendo que no mentían. Vaya subidón por una pedrera que te va dejando las patas lista papeles.
En un momento dado, me encuentro un dorsal de la carrera. Le recojo por que a alguien se le ha caído, seguro. Le llevaré hasta el siguiente punto y allí lo dejaré. Pero al poco cojo a un corredor que casualidades de la vida, no lleva dorsal. Le pregunto y asustado me dice que se le ha perdido. Se lo doy y me da las mil gracias. No es que pase nada por no llevarlo, pero es que lleva el chip pegado detrás.
En toda la subida está haciendo un frio y un aire muy desagradable. Todo el mundo va super abrigado, y yo decido ponerme los manguitos solamente. Está amaneciendo y es cuestión de un rato que comience a salir el sol y suban un poco las temperaturas. Prefiero llevar un poco de frio que así corro mas, ja ja ja.
Charlo con el chaval un rato y poco a poco me voy despegando para comenzar una bajada donde los cuádriceps se quejan y mucho. Mucha piedra, con mucho desnivel y poco agarre. Pero bueno, se que vamos directos al km 50 donde tenemos el avituallamiento completo y también la bolsa de vida.
Con algo mas de 8 horas y 30 minutos, llego al ecuador de la carrera. Allí tenemos un avituallamiento con caldo, arroz, pasta, fiambre, y todo lo que ha habido en los anteriores. Como un poco de fuet, que está buenísimo y un par de vasos de caldo. Luego me voy a la carpa donde recojo la bolsa de vida. Decido cambiarme de pantalones por que los que llevo, no se si se ha dado de sí el braguero, pero me está empezando a rozar muchísimo y no quiero que me deje el culo como un mandril.
Me pongo los pantalones y me hecho cremita de la buena. Allí muchos corredores están sentados descansando. Como ya sabéis, a mí no me gusta parar mucho que luego me cuesta volver a arrancar una barbaridad.
Así que, me como un Toke que llevo en la mochila, y mientras comienzo a andar por el camino marcado, me tomo un sándwich de chóped de lata que me ha preparado Susana. Como me recarga las pilas este sándwich, es increíble lo bien que me sienta siempre.
Comienzo una bajada también muy pestosa por una pedrera bastante empinada para llegar al cauce del rio. Allí tenemos que cruzarle en siete u ocho ocasiones. Tramos muy largos donde el agua está congelada y te llega hasta por encima de las rodillas.
Menos mal que no me he cambiado de calcetines o zapatillas por que me hubiera dado lo mismo, ja ja ja. Hubieran durado poco secos los pies. Aquí hablo con Susana un ratillo que me viene de lujo, como podréis suponer.
Después vuelvo a subir unos 650 positivos que me van a llevar directos a las fajas. Increíble sitio para visitar, pero donde hay tramos que tienes que tener mucho cuidado por que tienes cortados de muchos metros a un lado y la vereda es bastante estrecha.
Ya empieza a hacer calor. Como siempre, no descuido la hidratación y la toma de sales. Aún así raciono el agua hasta llegar al avituallamiento, que según mis cuentas ya tenía que haber llegado. Pero al llegar al avituallamiento, les pregunto y me dicen que han tenido que retrasarle dos kilómetros por que no han podido llegar con el coche.
Me hidrato bien mientras bromeo con el hijo de un voluntario, je je je. Que gracioso son los chavales y que cosas tienen. Me despido de ellos y comienzo el tramo mas largo dela carrera. Son 12 kilómetros hasta el siguiente, pero que se van a quedar en diez por que como este último estaba mas lejos, pues eso que hemos ganado.
10 km hasta Bagueste con otros 700 positivos. Primer tramo con un repecho serio que subimos a pechón donde cojo a algún corredor que va andando como alma en pena. Luego continuamos con un par de cortafuegos donde me pongo a la par de un chaval con el que hablo un poco de la carrera. También va hasta los cojones de piedras, ja ja ja. Y es que, la verdad, es una pasada este terrenos que te va minando los pies poco a poco, paso a paso y te va desmoralizando a cada metro.
Pero bueno, hemos venido a ver como era y sabíamos que íbamos a sufrir un poquito, como es normal en las carreras de este tipo.
Bajamos de nuevo por pedreras al cauce del rio donde le volvemos a cruzar en repetidas ocasiones. Volvemos a mojarnos los pies. Esto no viene nada bien, por que no terminan de secarse y con el calor se van a empezar a cocer con el riesgo que eso conlleva.
Por fin llego al avituallamiento. Estamos en el km 70. A 400 metros del avituallamiento, me he encontrado un corredor tumbado en el suelo. Me he parado a ver que le pasaba y me ha dicho en el poco español que sabia, ya que era francés, que estaba descansando. Puff, no se, le he ofrecido de todo y no ha querido. Tenía frio y estaba al sol. No se, como me quedaba poco para el avituallamiento, he terminado de bajar y lo he comunicado. Han subido a ver que le pasaba y esperemos que no sea nada.
Yo por mi parte, relleno bidones y como algo y continúo mi camino. Estoy en el km 70. Vamos restando kilómetros a la prueba. Seguimos con buenas sensaciones. Solo una ligera molestia debajo del dedo gordo del pie derecho, que creo que será una pequeña ampolla a causa del agua o de un pequeño doblez en el calcetín o yo que se, ja ja ja.
Nos vamos para las Bellostas. tramo con 5,5 km y 200 positivos. Me indican en el avituallamiento que todo para abajo. Yujuuuuu, por fin un camino donde se puede pisar en condiciones. Vamos a poder soltar patas un poco.
Pues nada, terminándome unas gominolas, corro para abajo a un ritmo muy cómodo para recomponer el cuerpo. Un para de kilómetros hasta que llego a un cruce de caminos donde hay un cartel que indica "las Bellostas".
No se, llevo un rato sin ver balizas, pero ponían en la página que había un tramo con pocas balizas por no tener perdida. Bueno, el caso es que comienzo a subir por una pista siguiendo la indicación del cartel. Subo un km más o menos y llego a otro cruce con otro cartel que pone "las Bellostas por pista , 1 h 50 minutos". ¡¡Joder!!, me tendrían que quedar unos 3 o 4 km al avituallamiento y ese tiempo me parece excesivo incluso andando despacio.
Después de pensar un rato, decido volver sobre mis pasos. He intentado ver el track, pero no hay cobertura. Nada, a bajar lo subido y a subir lo bajado.
Ya subiendo al avituallamiento anterior, del que vengo, me encuentro a tres corredores que bajan. Intento hablar con ellos, pero son franceses y nos cuesta un poco. Llegamos a la conclusión que yo pensaba, que no hay balizas por que no hay perdida. Pero mientras hablamos, bajan otros dos corredores y un poco mas tarde otro mas.
Ya somos siete los que dudamos si vamos bien o mal. Yo ya llevo tres kilómetros de más y no estoy para regalar aún mas kilómetros a la distancia, je je je.
Después de deliberar un poco y consultar un track, la cosa no esta del todo clara. Así, los franceses se tiran por la pista y nosotros nos metemos por una vereda atravesando un bosquecillo. Pues nada, llegamos a un puente donde ya si empieza a estar balizado. Allí nos juntamos con otros corredores que salen de otro camino distinto. Los franceses llegan también a nuestra altura. Pues nada, hemos formado un grupo de unos 9 corredores que no dejamos de pensar por donde sería el camino bueno.
Poco a poco vamos separándonos unos de otros según el ritmo de cada uno. Yo me uno a los franceses donde por cierto, va una chica, que va como un tiro. Buen ritmo llevan y me voy con ellos hasta el avituallamiento.
Este tramo no ha sido muy largo así que no nos entretenemos mucho. Salimos hacia el siguiente objetivo. 10 km con 540 positivos. El último tramo un poco exigente del recorrido. Aquí me uno a un chaval de Madrid que lleva la camiseta del GTP (Gran Trail de Peñalara). Le pregunto que si la hace este año y me dice que no, que la ha hecho ya cinco veces. Bueno, pues nada, yo le digo que si, que voy a por mi octava consecutiva, je je je.
Con él hago la mayor parte del tramo. Hablando de carreras y otras cosas del correr. Pero subiendo parece que voy un poco mejor que él y decido ir a mi ritmo. Voy subiendo al tran tran y doy caza a los franceses, donde la chica lleva a sus compañeros de viaje con la soga, ja ja ja. ¡Como va la chavala!.
Aún así, los adelanto poco a poco. Es una subida tendida, con piedras, por su puesto, y voy deseando terminarla por lo que me estoy apretando un poco.
Llego al avituallamiento de Pedro Buil. Los voluntarios super amables, te rellenan los bidones, te ofrecen de todo y hasta uno de ellos me hace un sándwich calentito de jamón serrano cortado a cuchillo en finísimas lonchas. Madre mía que bien me sienta. Me cojo unas gominolas para el camino y salgo de allí a rematar estos 16 km que me quedan. me despido de ellos y de los franceses y los otros corredores que están llegando.
Desde aquí, hasta el mesón de Sevil, tenemos 8 kilómetros por un continuo sube y baja, de camino pedregoso, donde tenemos que subir los 200 positivos.
Aquí corro bastante. Mirando muy bien donde pisar, por que llevo las patas ya muy castigadas y un tropezón puede ser muy desfavorable. En este tramo adelanto a tres corredores que van un poco tocados de pies. Nos animamos mutuamente, por su puesto. unas palabras de ánimo vienen de lujo a estas alturas de carrera donde te quedan unas horillas todavía y además casi en solitario todo el rato.
Corro lo que puedo, pero eso de parar y arrancar cada dos por tres por el tipo de terreno, que no te da continuidad, te deja las piernas muy tocadas, pero aún así, estoy corriendo bastante eligiendo la zona por donde correr y cruzándome de lado a lado del camino mil veces para buscar el mejor sitio.
Bajadita, y a lo lejos veo el avituallamiento. ¡¡Ahhh!!, el último. Ya el siguiente es meta. Hoy el ir tramo a tramo, punto a punto, avituallamiento a avituallamiento a funcionado. Entro en el caserío y lo primero que hago es beber Coca cola. relleno bidones y como un poco de fuet que está buenísimo.
Los voluntarios te explican un poco lo que queda. Me dicen que en poco mas de una hora estoy en el pueblo. Bueno, según vamos todos, una cosa es la teoría y otra la práctica, ja ja ja. Aún así, te da una idea de lo que nos queda.
Salgo de allí como una bala, ja ja ja. Estoy deseando terminar. Todavía tengo 9 kilómetros con 100 positivos, pero también una bajada al pueblo desde los 1200 metros de altura hasta los 650 más o menos.
Nada, ya vamos descontando. Miro la hora y veo que no voy a acabar muy mal. Había planeado llegar de día por lo menos, sobre las 7 u 8 de la tarde, pero creo que tardaré un poco menos. Si esto acaba así, me doy por super satisfecho.
Por cierto, no me he olvidado de la pequeña ampolla del pie. Ahí va dando por culo, pero la voy manteniendo a raya. Muchas veces doblando el dedo y pisando con el lateral para que no vaya a mas. Pero claro, cada pisada noto y siento que está ahí. Creo que podré con ella lo que queda, ja ja ja.
A falta de unos 4 kilómetros, me pongo a la par de dos chavales. Hablo con ellos y voy a su paso un kilómetro mas o menos. Son de Barbastro, un pueblo cercano. Me dicen que llevan unas pocas ediciones y que cada año dicen que no volverán, pero que al final les puede el ansia, ja ja ja.
Yo les digo que me ha parecido un carrerón, pero que para repetir, no creo. Te deja muy tocados los pies, pero que también he dicho eso en otras ocasiones y al final he picado, así que lo de no volver que lo cojan con pinzas, je je je.
Me despido de ellos y ya en solitario hago la bajada, con algún tramo bastante jodido, pero sabiendo que ya estamos muy cerquita.
Ya veo el pueblo. Ya entro en las calles del pueblo. He llamado a Susana por video-llamada y voy hablando con ella. Está un poco tristona por que le hubiera encantado estar en meta esperándome. Y como no puede ser físicamente, pues va a ser virtualmente.
Con ella voy estos últimos metros. Va a entrar con migo en meta. La enseño por el móvil, los sitios por donde hace unos años paseábamos de mano. Y comienzo la bajada hacia la meta. Aplausos y enhorabuenas de los que están disfrutando de la carrera. Mon Amur, esto es parte tuyo también.
Me reciben en meta como se merece. No por ser yo, si no por haber terminado esta pedazo de carrera tan exigente. Susana observa todo desde la pantalla.
Pasamos los dos por meta. Me ponen la medalla bajo su atenta mirada y la mando un besazo en directo. A veces la tecnología te ofrece estas cosas. Hablo con ella un poco que está muy emocionada y después voy a beber algo que estoy sequito. Luego continuaremos la conversación que hay mucho ruido y está la música muy alta y no se oye nada.
Pues nada, 18 horas y 34 minutos he invertido. Muy muy contento por la gestión de la carrera y sobre todo por que he terminado super bien para la dureza del terreno.
Me despido después de charlar con algún compi de viaje que está por allí , me decido ir a cambiar y poner ropa seca.
Al final el resultado es el que es. ja ja ja. Otra muesca para el marfíl.
El paseíto al coche es de lo mas agradable, ja ja ja. Cuesta arriba todo. Y como no, calle empedrada. Pero bueno, esto ya va sin prisa y disfrutando de la medalla que llevo colgada del pescuezo bajo las palabras de enhorabuenas de los que me voy cruzando.
Y sin mas, me lavo, me cambio y emprendo el viaje de vuelta, que ahora estoy muy espabilado, ja ja ja.
Paradita a cenar algo, un cafetito y para casa a dormir.
Menuda chapa os he contado hoy, pero merecía la pena.
Mil gracias por vuestros mensajes, ánimos y felicitaciones. Se os quiere.
Capi