Rumbo a Bascones de Ojeda. Un pueblecito de Palencia de unos, poco más de 150 habitantes. He estado aquí seis veces ya, pero desde hace 7 años que no piso por aquí. Este año ha cuadrado la cosa y hasta allí nos vamos Susana y yo.
Recordaremos viejos tiempos, ja ja ja. Muchos recuerdos en este pueblecito donde se realiza el sábado por la tarde una media maratón, la 51 edición , que se dice pronto, y el domingo la maratón, que este año será la 21 edición. Aquí hemos venido seis años y lo hemos pasado genial con los niños cuando eran pequeños.
Una vez allí, como siempre lo primero es montar la tienda y preparar todo para pasar el día y la noche. Por allí aparece Enrique con un compañero para hacer lo mismo. Aquí tenemos una zona pegada al rio donde nos dejan acampar y disfrutar de un fin de semana mágico.
Con todo preparado, nos dirigimos a la zona de la salida donde está todo preparado para realizar la media maratón, y por segundo año, también una legua.
Allí saludamos a Gabriel, el artífice de todo esto. También a un montón de amigos y compis de zancadas. A este maratón, como a otros parecidos, venimos los que estamos enamorados de esta distancia. Aquí no hay tiempos, ni aglomeraciones, ni comparaciones ni presiones. Aquí se viene a correr y disfrutar de esta mágica distancia.
Bueno, después de ver un poco esta media maratón, nos vamos a cenar y rematar todo para no acostarnos muy tarde. Despedidas y cierre hasta mañana.
A las 06:45 suena el despertador. Parece que no hace mucho frio, pero si algo de fresquete. Otros años hemos tenido que abrigarnos con el plumas por que menudo frio nos ha hecho.
Bueno, desayuno rápido y a tomarnos un café en el único bar que hay en el pueblo y que nos ha abierto hoy temprano para poder servirnos el cafetito de rigor.
Recogemos los dorsales mientras seguimos saludando a muchos amigos que han venido esta mañana. Esto se está animando por momentos. Hoy no voy a nombrar a ninguno por que se me acabaría la tinta del boli y no me quiero dejar a ninguno. je je je.
Bueno, vamos a cambiarnos para correr que esto no para. Lo bueno es que tenemos la tienda a escasos 100 metros del paso de la carrera por lo que dejamos preparadas cosas por si las necesitamos.
Venga, ya estamos casi todos en la línea de salida. Mientras llega la hora, Gabriel nos deleita con su saxofón, con su armónica y con sus última palabras e indicaciones. Y esperamos a que su hija proceda a la cuenta atrás para dar la salida.
Las 08:00 y esto da comienzo. He de decir que somos unos 50 corredores. Muchos de ellos con mas de 100 maratones a sus espaldas. Aquí nos conocemos todos por que hemos coincidido en muchos de ellos, ja ja ja.
Pues nada, comenzamos a dar las primeras zancadas. Susana hoy ha venido medio engañada. Bueno, ha venido a hacer media y luego lo que surja. Intentaremos hacer un buen entreno para lo que viene mas adelante que es nuestro objetivo. así, sin presión y con esa filosofía comenzamos en esta mañana que parece que va a ser la mejor en cuanto a clima se refiere.
Tres vueltas. Una de 11 km y otras dos de 15 es el menú. Recorrido íntegramente por caminos. Ha cambiado un poco por tema de permisos, ya que antes la ida hacia Collazos de Revilla era por la carretera y la vuelta por camino. Bueno, creo que va a ser mejor así por tener los primeros 5 km donde nos cruzamos los corredores y donde estaremos animándonos unos a otros, que la verdad viene de lujo cuando somos tan poquitos.
La primera vuelta bastante cómodos y muy bien de sensaciones. El tiempo está genial. Nublaete y una temperatura ideal para correr. Aún así, no descuidamos la hidratación y la toma de sales. A la mitad de esta vuelta tenemos el primer avituallamiento donde tomamos isotónico y un poco de Coca Cola.
Comenzamos la segunda vuelta. La primera de 15 km. Susana va de lujo. De momento disfrutando de estos caminos rodeados de girasoles.
Nos dirigimos hacia Collazos. Un pueblo donde tenemos otro avituallamiento. Agua fresquita que nos viene de maravilla. Comenzamos la vuelta hacia Bascones. Este tremo pica para arriba que parece que no, pero se nota bastante.
Pasamos la media maratón en 2 horas y 7 minutos. Super bien y a ritmo establecido para no pasarnos e intentar que Susana me acompañe lo más lejos posible.
El viaje de vuelta de nuevo a Bascones, de unos 7 km, se hace bastante llevadero. Susana va de lujo y sigue a su ritmo sin dar señales de debilidad. Y llegando al pueblo de salida, me adelanto un poco para ir a por un sándwich que tenemos preparado. Susana continúa y poco a poco la alcanzo. La doy el sándwich y me dice que eso que es. Ja ja ja, con las prisas he cogido solo una de las tapas. O sea, solo pan, ja ja ja. Después de reírnos un rato, me vuelvo a ir a la tienda de campaña para coger lo que falta.
Ahora sí, cojo el sándwich entero y se lo doy. Aflojamos un poco el ritmo para que lo pueda ir comiendo. Eso es buena señal y creo que vamos a hacer el maratón entero.
Pasamos por el km 30 y la tía sigue a ritmo como si nada. La veo muy bien. Se como corre, se cuando va cansada, o dolorida o hasta las narices, pero hoy la veo corriendo con alegría. Hablando y animando a los que nos cruzamos. No se, hoy me está sorprendiendo como nunca. Para bien claro está, pero no me esperaba la carrera que está haciendo ni en mis mejores sueños.
Parece que estamos haciendo las cosas bien y esto se refleja en luego positivamente en el campo de batalla. Pues nada, continuamos a ritmito. Hemos bajado unos segundos ,pero es normal y hasta bueno. Hay que ir por sensaciones.
Pasamos de nuevo por el avituallamiento de Collazos donde cogemos Coca Cola, isotónico y agua. Allí nos animan por nuestro con un megáfono que te hace sentir especial. La verdad es que todo el pueblo está encantado de recibirnos y hacer un día festivo en el pueblo y mezclarse con los que venimos a "invadirlos".
Llevamos 35 km. Susana no pasa por el muro ni por la pared. Me está dejando alucinado. La pregunto varias veces y me dice que va bien. Pues nada, yo deseando que pare un poco para descansar y no me va a dar tregua, ja ja ja.
De aquí a meta, vamos a para a andar dos veces. Mas que nada para beber tranquila y volver a coger energías y respiración. Pero vamos que está empeñada en seguir hasta el final.
En este ultimo tramo, todavía adelantamos a unos 6 corredores que ya van un poco tocados. Eso hace que se anime, mas que nada por ver que va muy bien a pesar de que ella cree que vamos muy despacio.
Dejamos atrás el último avituallamiento. Solo nos quedan algo mas de 5 km. Madre mía que maratón se está cascando. La da tiempo hasta hacerme unas fotillos con los campos de girasoles de fondo. Creo que hoy es ella la que me está animando a mi.
Pues nada, pisamos la carretera que nos da acceso al pueblo. Nos quedan unos 500 metros. La doy un beso y mi mas sincera enhorabuena. Vaya tirada que se ha hecho. Estoy alucinado. Mas que nada también por que un maratón en llano nunca ha hecho y esta es la distancia mas larga que ha hecho en plano.
Bajo los aplausos y gritos de todos los que allí están, pasamos por meta. Madre mía que maratón se ha hecho. El tiempo es lo de menos, aunque 4h 42 minutos no está nada mal. Un maratón donde vamos solos y donde me tiene que aguantar tanto tiempo vale doble, ja ja ja.
Carrerón de Susana que se merece un besazo de recompensa. Estoy super contento, mas que nada por que la he visto disfrutar y pasárselo bien. Además esto es una motivación enorme para los objetivos que tenemos en los próximos meses.
Pues nada, con la satisfacción por todo lo alto, saludamos y charlamos un poco con todos los que allí estaban. Unas fotos con el artífice de todo esto y derechos a cambiarnos, no sin antes darnos un chapuzón en el frio río Boedo.
Que fresquita esta el gua, ja ja ja.
Entrega de trofeos, donde todo el mundo recibe una camiseta, una medalla, unas pastas del Boedo y el diploma personalizado y con el tiempo empleado. Además los pódium de las categorías tienen trofeo. La entrega es super animada y alegre por que todos nos conocemos y no falta nadie. Esto si que es un maratón con todas las palabras.
Y de aquí, directos al parque donde nos mezclamos con los lugareños para degustar de una buenísima paella, regada con un buen vino y rematada con melón. Todo ello servido por la gente del pueblo. Esto si que es sentirse en casa. Además, las familias y peñas del pueblo nos dan parte de lo que ellos tienen preparados para ellos y que quieren compartir con nosotros. Todo con una simpatía y una alegría que es alucinante.
Yo, lo siento mucho. Los maratones famosos, donde hay miles de personas están muy bien, pero lo que se vive aquí no se puede comparar. Además todo, todo, todo, gratuito. Unas 400 personas disfrutando de este día de maratón.
Pero todo llega a su fin y poco a poco los corredores, nos vamos despidiendo de todos dándoles las miles de gracias que se merecen.
Amigos, hasta la próxima, que espero que no pasen otros 7 años. Que sensación de alegría, de bien estar que nos llevamos.
Mil gracias a Gabriel y a su familia. A todos los vecinos del pueblo. Y a todos los corredores y familiares por hacernos pasar un fin de semana de locura.
Solo me queda decir que este es el maratón número 11 de Susana y el 160 de un servidor. Lo mejor es que seguimos con la misma ilusión que al principio. Continua la diversión.
Go Go Go
Capi