Otro año más, nos presentamos en la línea de salida de esta prueba, con cambios muy significativos.
Hablando del maratón, este tiene su salida y llegada en Arenas del San Pedro. Las demás distancias, 55km, 28 km y 20 km, saldrán de diferentes sitios para ir haciendo el último tramo de la carrera según su distancia.
Hoy toca empalme. Salgo de currar de noche y casi sin descanso, nos vamos Susana y yo hacia Arenas.
Alli recogemos en el castillo, los dorsales y bolsa del corredor. Nos vamos a tomar un cafetito y sin más tiempo, nos vamos a cambiar.
Mi carrera es a las 8:00 de la mañana, y la de Susana, que hoy va a meterse 28 km, sale desde el Nogal del Barranco (la cabra), a las 9:00. Pero antes tiene que coger el autobús que la llevará hasta allí.
Ya en la salida, saludo a Ramón, y a otros Compis de zancadas. José e Ismael vienen a darle duro.
Después de la cuenta atrás, se da la salida a la distancia maratón. Despedida de Susana y a correr.
Nos vamos dirección a Guisando. Tramos bastante corríbles con algún repecho. Allí tenemos un avituallamiento en la plaza donde el año pasado estaba ubicada la salida y meta.
De allí y siempre picando para arriba, nos vamos hacia el Nogal del Barranco. Desde allí es desde donde sale la prueba de 28 km. A partir de allí, hacemos el mismo recorrido, así que mi intención es intentar coger a Susana y terminar con ella la carrera.
Llego al Nogal en 1hora y 23 minutos más o menos. Lo que quiere decir que Susana me lleva 23 minutos de adelanto.
Tomo un poco de sandia, unas gominolas y tiro hacia arriba.
Hoy va a hacer bastante calor. Suerte que en esta zona de la carrera hay multitud de fuentes para poder beber.
En esta edición, vamos a subir por la apretura hasta el refugio del Victory.
Esta subida la hago junto a Jose. Nos empezamos a cruzar con los corredores de la modalidad de 28 km que van como rayos. Y también con los primeros del maratón.
Joder con la Apretura. Como te deja las patas. Sitios bastante técnicos donde tienes que usar las manos. Los que llevan bastones, los guardan por que aquí es imposible usarlos.
Desde aquí tenemos unas vistas increíbles. Merece la pena parar un momento, girarse y disfrutar del escenario que tenemos detrás. Además hay bastantes neveros todavía y lo deja todo precioso.
Y que decir del agua. Corriendo por todos los lados y las fuentes con los caños a tope. Esto es vida.
Llegamos al Victory y comenzamos la bajada. Nos vamos cruzando con los senderista que están subiendo por las zetas. Por donde tenemos que bajar nosotros. Sin ningún problema, nos vamos dando paso unos a otros.
Voy detrás de Jose. Va muy suelto y le digo que vaya a su ritmo. Hoy llevo las patas bastante cansadas. Será por la semana de noche. Que me deja ko, y por empalmar la carrera sin dormir, además de tener una noche con bastante curro. El caso es que ese cansancio se nota y ya he pegado varios tropezones. No quiero tener un disgusto. Que queda mucha tela que cortar hasta el verano.
Así, bajo el ritmo y voy asegurando cada zancada, pero aún asi, sigo dando patadas a las piedras. Jajajaja.
En la bajada, hay varios corredores con torceduras de tobillos. Están bajando muy despacito ayudandose de los bastones para que los recojan donde antes puedan.
Esto me hace asegurar más todavía. Mil ojos para asegurar la pisada hasta llegar al desvío que nos hace comenzar una subida hacia el Yelmo.
A partir de aquí, voy a ir adelantando a corredores de la prueba de 28 km. A Susana no se si la llegaré a coger. Espero que se le esté dando bien y disfrute de esta pedazo de mañana.
Subida larga con bastantes zig zag donde veo a Jose un poco más arriba. Aquí tengo que parar unos segundos para tomar sales, agua y una glucosa por que se me está montando el vasto interno. Menos mal que se como reaccionar. Lo único que a partir de aquí, tendré que controlar las subidas y más si hay escalones naturales.
Después ya tendremos un terreno variado. Zona de helechos donde sube aún más la humedad y temperatura, y otros más técnicos por mucha piedra cruzando el río de Cantos en varias ocasiones.
Y por fin llegamos a la senda donde podemos correr, soltar piernas y brazos y relajar la tensión de toda la bajada por los Galayos.
Llevo un par de kilómetros con un mosquito en el ojo. Incapaz de quitarmelo. Lo que he podido hacer es llevarlo a la parte de arriba, alojado debajo del párpado, que es donde menos me molesta.
En la senda tenemos varias fuentes donde intento quitarmelo, pero me es imposible. Pues nada, a viajar de nuevo con mi inquilino.
Llegando al final de la pista donde tenemos un avituallamiento, veo a Susana que está saliendo de él. La digo que tire que voy a para un momento a comer algo y ahora voy a su busca.
Los bidones de agua los llevo llenos de la última fuente, así que me bebo un par de vasos de Kas naranja, sandia y gominolas y a por Susana.
Bajada por sendero entre pinos muy chula, pero donde hay que tener cuidado con las raíces y saltos de piedras. Estamos en el kilómetro 29 mio y 19 de Susana y las piernas bastante castigadas.
Me cuesta más de dos kilómetros ponerme detrás de ella, pero ya vamos juntos. La pido que me mire el ojo y por fin me despido del mosquito que lleva conmigo muchos kilómetros. Susana consigue quitármelo por fin. ¡¡Que alivio!!.
Bordeamos el Hornillo. Nos dirigimos, siempre en constante subida, hacia la Cruz de la Tendera.
Una fotito para el recuerdo y a comenzar la bajada por un sendero con algún tramo difícil por lo seco del terreno y por alguna zona de piedras y arena suelta en una zona de bastante pendiente.
Dejamos ya las zonas técnicas y nos metemos en el camino Ceavientos. Este camino le llevaremos hasta Arenas. Este camino irá subiendo y bajando. Dejamos a la detecha las piscinas naturales. Este río da mucho juego en verano para refrescarse y pasar un día muy chulo.
Olé, ya estamos en la entrada de Arenas. Pasamos por donde hemos aparcado el coche. Cruzamos la carretera bajo los aplausos de todos los que están allí. Tanto corredores, familiares y visitantes no dudan en darnos la Enhorabuena.
Último repecho, que es ya a los pies del castillo. Giramos a la derecha y cruzamos la meta.
Enhorabuena Mon Amur. Hoy nos ha costado, ehh. Y es que esta semana ha sido de carga para los dos.
Nos cuelgan la medalla. Roja para el maratón y verde para la de 28 km.
Solo queda morderla y hacer otra muesca para el marfil.
Nos adentramos en la murallas del Castillo del Condestable Dávalos, donde tenemos comida, bebida y mucho sol sobre nosotros.
Lo primero es hidratranos mientras charlamos con nuestros amigos y compañeros de zancadas.
Vamos a cambiarnos que nos dicen que Susana ha quedado 2ª de veteranas + 45. Olé, ganado y luchado ese podium. Felicidades.
Bueno, ya está todo terminado y queda muy poquita gente. Decidimos tomarnos un cafetito para después emprender el viaje de regreso.
Gran mañana y buen tute para las patas. Toca descansar y recuperar horas de sueño.
¡¡Ah!!, la 174 ha caído. Seguiremos sumando. Go Go Go.
Hasta la próxima.
Capi
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