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sábado, 22 de julio de 2023

Vuelta al Aneto.

  Otro año más nos encontramos inmersos en una nueva aventura. Otro año más volvemos a Benasque. Pero este año tenemos que quitar la espinita clavada, que lleva ya un año fastidiando.


   Susana lo intentó hace 365 días y todo iba genial hasta que las rodillas y los pies le dijeron, basta. Se quedó en el refugio de Coronas. A tan solo unos 14 km de la meta. 

  Este año venimos con la tarea hecha y sabiendo a lo que se enfrenta. Volvemos a enfrentarnos al gigante, pero solo la queda rematar lo que no pudo el año pasado. Le queda conocer la Tuca d´Estiba Freda. Situado a 2691 metros. También la Sierra Negra y la bajada interminable por el pinar que la llevará de nuevo al pueblo. 

  Esperemos que este año se pueda quitar esa espinita que lleva clavada tanto tiempo. Al lio.

  Por la noche, a eso de las doce del Viernes, me acerco a ver la salida del Gran trail. Allí está nuestro compi Vito. Con él charlo un rato y le deseo mucha suerte. Este trail se las trae. Es bastante jodido y espero que se le de bien y lo acabe sin ningún tipo de incidente.

  Con la adrenalina en el cuerpo, algún año me tocará hacer a mí este Gran trail de 105 km, je je je, me voy a la camita. Hay que dormir mucho y rápido por que a las 06:00 tenemos que desayunar. 

  Y a esa hora estamos tomándonos unas tostadas y un cafetito para comenzar el día con alegría. Allí está Ismael que este año se ha decantado también por la Vuelta. Charlita mañanera y a rematar todo que a las 07:00 sale la carrera.

  Ya estamos junto a Txule. Nuestro compi y amigo se une a nosotros para disfrutar de este carrerón y ver como evoluciona su lesión que tanta guerra le está dando.



  Esto va a comenzar. La temperatura es ideal. Hace fresquete que nos va a venir de lujo. Solo nos queda comprobar como evolucionará al paso de las horas.

   Queda muy poco y los nervios ya se notan en todos los corredores. Saltitos, movimientos de tobillo, miradas, soplidos y un sin fin de acciones que nos hacen mantener la calma.

  La vuelta al aneto va a comenzar. Sus 55 km por sitios increíbles y con vistas únicas no dejan indiferente a nadie. Eso sí, hay que tener en cuenta que su terreno es muy muy duro y sabemos que hay kilómetros que los vamos a hacer en 25 minutos o más. pero hemos venido a derrotar al Aneto y..... Esta vez sí, lo vamos a conseguir.



  Esta va a ser mi 4ª Vuelta al Aneto. Txule va a por su segunda y Susana va a rematar lo que no pudo el año pasado. También hace dos años, hicimos el maratón de las Tucas. Así que vamos a disfrutar lo que podamos.

   A la hora fijada, se da la salida. La calle de Los Silos es un hervidero de gente. Los primeros compases por las calles del pueblo son espectaculares. Muchos gritos de ánimo de la multitud que está disfrutando de este momento.

   Vamos chavales, esto ha comenzado. Tenemos claro a lo que hemos venido así que a por ello. Sin prisa pero sin pausa. Sabemos que esto es muy largo y que no es como empieza si no como acaba.

    El tramo carretera  primero, se hace un poco pesado. Aquí la gente se suele calentar mucho, pero nosotros a ritmo que es en la última parte donde hay que darlo todo.

    Enfilamos camino ancho donde trotamos todo lo que podemos, sabiendo que las subidas hay que hacerlas con tranquilidad y reservando patas para más adelante. 


  Cuando llevamos una hora de carrera, comentamos que Mario (el hijo de Javi ), va a comenzar su carrera. Este año hace el maratón. Sabemos que viene muy bien preparado y va a hacer u gran papel. Ánimo Mariete, a darle duro.

  Comenzamos la pedrera en ascenso que es un aviso de lo que nos espera, je je je.


  Pues ya estamos arriba y encaramos una carretera que nos llevará derechos a Los Llanos del Hospital. Allí pasamos bajo los ánimos de Javi y Juanra que se han acercado a vernos. Nos paramos un poquito con ellos. Javi me comenta que hemos pasado con algo más de 20 minutos de adelanto con respecto al año pasado.  Vamos muy muy bien y eso también se nota en el tiempo. pero bueno, no hay que calentarse que esto no ha comenzado todavía. La chicha está a partir de la Renclusa.

  Nos despedimos de ellos y por el llano comenzamos a rodar un poco. Es el único sitio donde vamos a poder correr un poco, ja ja ja.

  Unos niños pequeños nos animan y nos chocan la mano. No puedo dejarlo pasar. Me paro y saco de la mochila una bolsa de chuches. Se les ilumina la cara y después de elegir y coger lo que ellos quieren, salgo de najas que mis compis no esperan, ja ja ja. Sus padres me dan las gracias por el detalle. Me encanta la cara que pone los niños cuando ven las chuches allí, en mitad del campo, je je je.

  Y un poco mas adelante me topo con una fotógrafa tumbada en el suelo con el disparador preparado. Con la alegría del momento salto y la saludo en el aire, je je je.


  Bueno, pies no ha quedado tan mal, ja ja ja.

  Y ahora sí, cruzamos el riachuelo y cogemos una vereda en ascenso para dirigirnos a una pradera que nos da acceso a la primera subida seria de la jornada.


  Las vacas pastan a sus anchas mientras se preguntan que que coño hacen esos locos por ahí en pantalones cortos y con palos en las manos, je je je.


   Susana va un poco pensando en el tiempo de corte. Es en la Renclusa y aquí el tiempo es un poco el mas exigente. A partir de aquí son mas amplios los tiempos de corte y nos da mas tranquilidad. Pero vamos, que no vamos a tener ningún tipo de problema en pasarle.

  Comenzamos la subida serpenteante que nos llevará al refugio. Desde arriba muchas personas animan sin parar. Es una pasada. Y con esos ánimos llegamos a la Renclusa.   






  Allí mientras comemos y bebemos para reponer lo gastado, aparece Juanra que venía pisándonos los talones. El hoy va a hacer una ruta hacia el Aneto. Mucha suerte crack.
  Después de nos minutos de relax, volvemos a la carga. Otra subida corta pero exigente para llevarnos a la zona mas chula del recorrido. Por lo menos para mí. Parece una postal. Esa pradera verde con sus riachuelos regándola, es increíble.



  Después de esta panorámica y belleza para la vista, llegamos al punto donde comenzamos la pedrera. Una larguísima subida por bloques de piedras que nos va a poner en nuestro sitio.
  cada uno sube como mejor se le da. Son piedras grandes donde hay que ir saltando de una a otra y escalándolas con las manos. Es un tramo para tomárselo con calma que lleva tarea.




 Poco a poco y siguiendo a los que van por delante, vamos dejando atrás miles de piedras. Pero sabemos que todavía tenemos mucha tela que cortar. 
  Si miramos para atrás, nos damos cuenta de lo que llevamos avanzado. También podemos disfrutar de unas vistas increíbles de los ibones de esta zona.




  Esto es muy largo. La cima se ve tan lejos que es mejor no mirar. Somos unas miniaturas en la inmensidad de este mar de piedras blancas.


 Pero con paciencia y ritmo se llega. Y ya nos encontramos subiendo el último tramo de cuerdas que nos dará acceso al paso Salenques. Los voluntarios que están aquí, no han dejado de animar, y siguen en ello, en todo momento. Una vez arriba, nos gritan y animan aún más. Gracias chaval@s.
  


 Ya estamos los tres arriba. ¿Y ahora que?. Puff, la temida bajada. Esta si que hay que tomársela con mucha cautela y precaución. Zona con mucho desnivel. terreno muy roto y mucha piedra suelta junto con arena. Todos los ingredientes para bajar rodando hasta no sabemos donde.

  Pero bueno, poco a poco vamos descendiendo. Las uñas de los pies se quejan un poco, pero hay que seguir y no hacerlas caso, ja ja ja.
  Después de algún resbalón y algún que otro culetazo, comenzamos a subir al collado. Que descanso. Sabemos que nos acercamos al siguiente refugio y eso nos da un poco de alas.



 Pero antes, tenemos que deleitarnos con las vistas de los ibones. Una zona con un terreno algo mas abierto, pero que no te deja dar dos pasos en condiciones. Mucha piedra, algo mas pequeña, pero muy incomoda de correr.




  
  Después de dar una vuelta a un pico y de ver el refugio desde hace mucho rato, ya lo tenemos a nuestro alcance. Este tramo se hace un poco largo para la cabeza por que ves el refugio, pero tu dirección no es hacia él. Primero a bordear el pico y luego, ya sí, coger el camino hacia él.


  Por fín llegamos al refugio. Cap de Llauset nos da la bienvenida. Es un refugio muy bonito y con todas las comodidades. Aquí nos avituallamos con lo que nos han preparado y rellenamos los depósitos de agua e isotónico. Tambien cogemos alguna barrita y galleta para el camino.



  Unas fotos para el recuerdo y a seguir la flecha. El collado de Ballibierna nos espera. Una subida con bastante desnivel, no excesivamente larga, pero que las piernas ya van diciendo que que pasa. 

   


  Después de un rato subiendo, nos giramos y vemos el refugio allí a lo lejos. Junto al ibón. Un regalo también para la vista.


  Desde hace tiempo se escuchan los cencerros dándonos ánimos. Unas voces nos dicen que ya estamos cerca. Venga chavales que ya casi estamos. 
  Una vez coronado el collado, la fotito no podía faltar, mientras charlamos con los voluntarios y les agradecemos su gran labor.

     Pues vamos a por el siguiente tramo. Aquí el año pasado Susana iba bastante mal. Los pies la estaban matando y no disfrutó casi nada. 
  Este tramo, en constante bajada pasando a un lado y al otro del rio y casi pisando la orilla de los ibones, es muy muy especial.
   Si llevas piernas, puedes disfrutarle de lo lindo por que solo te tienes que preocupar de disfrutar de este entorno. Y... Hoy los tres vamos de lujo. Las piernas van cargaetas, pero lo normal a estas alturas de carrera.
      





  Después de este mágico paseo. Tenemos unos kilómetros pestosillos por piedras al estilo de calzada romana. Muy incomodos y que se han bastante pesados. Pero nada que no se pueda superar.



  Y por fin llegamos al avituallamiento del refugio de Coronas. aquí fue donde se retiró Susana el año pasado, así que a partir de aquí es nuevo para ella.  Antes de comenzar este tramo, hay que coger fuerzas y rellenar depósitos. 
  





  Venga, vamos a por Estibafreda. Montaña muy peculiar que no me deja de sorprender año tras año. Susana comienza el tramo nuevo para ella. Tanto tiempo escuchando el nombre de la montaña y esta vez, sí, se va a enfrentar a ella.
  Txuletón ve de lujo. Hoy, después de mucho tiempo con los dolores de la maldita lesión, está disfrutando de lo lindo. Y yo super contento de que hoy sea el día que deje atrás la lesión y vuelva a disfrutar de la montaña. Vamos compañero. A rematar la faena.
   Los tres comenzamos la primera dura subida que se nos presenta. Bastante exigente esta primera parte. pero sabemos que luego aunque seguiremos subiendo, suaviza un poco.
  Volvemos a ver el rio rojo. Es un espectáculo para la vista. Que contraste de colores tiene esta zona.





  Dejamos a un lado el rio que cruzamos, y la vista se va hacia arriba. El Estibafreda nos espera. Su terreno negro tan peculiar nos dice que ya estamos sobre su lomo. Hay que clavar bien los bastones por que es un terreno muy suelto y patinas para atrás. 
    Muchos corredores nos juntamos en esta subida. Cada uno a su ritmo por que esto ya va pegando duro. Sabemos que es la última subida, pero hay que rematarla.
  Aquí pongo una marcha más y me voy hacia arriba yo solo. Mientras Susana sube con otra chica hablando para intentar alegrar la subida, je je  je.
 



 
  Antes de llagar a la cima, hay una zona donde giramos a la derecha para coger la cresta. Allí me paro para hacer unas fotillos de esta zona. Susana y Txule pasan por mi lado sonriendo a la cámara.
  Vamos, que solo nos queda un último repecho para  llegar a la cima. Cima en la que tenemos a varios voluntarios animándonos sin parar.
  Allí arriba tenemos un avituallamiento.  Y como todos los años, nos hacemos una foto, con el Aneto de fondo, bebiendo cerveza del típico porrón.
 





  Después de esta delicatesen, comenzamos la bajada. Una bajada que se hace bastante larga por un bosque de pinos. Tiene zonas con mucho desnivel y el terreno está muy seco y suelto. Poco a poco comenzamos a bajar por la montaña negra y nos vamos acercando al bosque.
  Txule tiene ganas hoy de soltar un poco las patas y se va yendo hacia adelante. Disfruta compañero. Hoy es tu día.
  Susana y yo comenzamos el bosque. La digo que vamos muy muy bien y que intentemos salir del bosque de día. En principio creo que si será posible, pero por aquí dentro rápido oscurece por que no entra ni gota de sol por los pinos.


  Poco a poco vamos perdiendo desnivel. En unos 6 km tenemos que meter 1000 metros negativos mas o menos. El que tiene patas puede bajar algo mejor, pero ya los cuádriceps van bastante tocados y no hay para derrochar.
  Y salimos de los pinos. Se ha hecho la claridad de nuevo. El sol ya está por detrás de las montañas, pero todavía nos queda un tiempo para que se haga de noche. Yo creo que llegaremos a meta de día.
  Pasado un kilómetro más  o menos, llegamos al puente donde tenemos que cruzar el río al otro lado. Aquí nos está esperando Txule para rematar estos algo mas de tres kilómetros por el margen del rio.
  Trotando los tres juntos, con la vista puesta en Benasque y sabiendo que ya no vamos a tener que sacar el frontal, divisamos a lo lejos a un personaje que viene hacía nosotros. Rápido le conocemos. Es Javi Bikila que viene a nuestro encuentro. Mientras corre a nuestro lado nos contamos un poco lo mas significativo del día de hoy.
  Y así llegamos al puente que nos vuelve a pasar al otro lado del rio. Justo a la entrada del pueblo. Ahora si que ya lo tenemos. Mas o menos medio kilómetro para hacernos con la ansiada medalla. Yo ya le estoy dando la enhorabuena Txule y por supuesto a Susana que esta vez sí, ha  hecho un señor carrerón. 
  Pisamos las calles del pueblo bajo los ánimos y los aplausos de todos los que están aquí. Ya sea que estén paseando, viendo la carrera, tomando algo en las terrazas u otras cosas, todos aplauden al paso de los corredores. Esto te hace sentir único y saber que has hecho algo muy grande. 
 
 Y estamos sobre la alfombra roja. Pocos metros para llegar a nuestro destino. Pocos metros para conquistar la vuelta al Aneto.
  Y pasamos por meta con una sonrisa de oreja a oreja. Menuda carrera nos ha salido hoy. Además hemos podido disfrutarla de lo lindo. Susana se ha quitado la espinita y está super contenta y feliz, y Txule está exultante por que ha podido hacer una carrera en condiciones después de mucho tiempo. 


  Enhorabuena Mon Amur. Que grande eres copón. Me alegro mogollón de este nuevo objetivo cumplido. TQTAMGM.

  Solo nos queda morder la medalla y comenzar a preparar la siguiente, je je je.



  Después de unos bailecitos y de las felicitaciones de todos los amigos, toca quitarse la mierda del camino y ponerse guapos para cenar algo.
  Además, mañana tenemos al presi corriendo y hay que ir a recibirle como se merece. También tiene el gemelo algo tocado y esperemos que le deje disfrutar lo máximo posible de una mañana de trail. 
  Me voy a 1 km de la meta a esperarle en la bajada de acceso al pueblo. La aplicación me dice la hora estimada de llegada, así que ya no le puede quedar mucho.
  Y efectivamente, le veo bajar a lo lejos. Al llegar a mi altura, le choco la mano y le doy la enhorabuena, por su puesto. Intento correr a su lado pero tengo las patas agarrotadas, je je je. Voy con él un rato, y cojo un atajo para llegar a meta antes que él  y recibirle como se merece.
  Ya le tenemos aquí y las felicitaciones de todos no se hacen esperar. Enhorabuena Jabuchi. Necesitabas una carrera así. 
  

  Después de unas charlas y de avituallarnos, nos despedimos de ellos. Nosotros tenemos que volver para Toledo y ellos se quedan unos días mas por allí.
  De camino al coche, me piden una foto. y como no voy a pararme un ratito con mis fans, ja ja ja. Grandísimo Luis Alberto. Gracias por esas palabrillas.



  Y así termina otro gran fin de semana de turismo y competición. Enhorabuena y felicidades a todos los amigos y compañeros que habéis disfrutado de este entorno y habéis acabado la carrera habiendo disfrutado de lo lindo.
  El año que viene, más y mejor, seguro.
  Abrazos y besos para todos.

    Capi

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