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domingo, 29 de enero de 2023

Iberika trail. Torrelaguna


  Al aplazamiento del cross alpino Cebrereño, nos buscamos esta prueba para sustituirlo. La Iberika trail de Torrelaguna. Y la verdad que nos sorprendió gratamente em todos los sentidos. Pero bueno, ahora os lo cuento un poquito.
  El Domingo , no muy temprano salimos dos coches para Torrelaguna. En uno va Javi Bikila y su hijo  Mario. Javi hoy va de acompañante y de apoyo a Mario que va a disputar la carrera de 28 km. En el otro vamos Ojeda y su hijo Heriberto, Susana y yo. Ojeda va a disputar la carrera de 11 km siempre asesorado y vigilado por Heri, y nosotros vamos a la larga. La de 28 km.
   El viaje mas entretenido no ha podido ser, ja ja ja. Menuda pareja de padre e hijo. Son geniales. Y en poco más de una hora, llegamos al pueblo. Aparcamos el coche y a por el dorsal.
  Sin ningún tipo de problemas recogemos las bolsas del corredor y nos metemos a lo calentito en un bar de la plaza a desayunar y calentar el cuerpo. Estamos a -4 grados.



  Aguantamos un poquito allí, hasta que decidimos ir a cambiarnos. Uff, que biruji hace. Camiseta térmica debajo de la del Bikilamanjaro, manguitos, buff y eso sí, pantalones cortos.
  Ya en la plaza, a pocos minutos de empezar la prueba, nos hacemos  unas fotillos en el photocall.

 
 
    Mario hoy no sale en la foto, que está calentando un poquito, je je je. Nosotros ya calentaremos luego si eso.
  Y a falta de tres minutos, Susana me dice que se ha dejado el chip en el coche. Sin tiempo que perder y con mucho nerviosismo, le pedimos las llaves a Heri y a correr. Cuesta para arriba.......Cuesta para abajo. Medio kilómetro más extra para el cuerpo.
  La espero abajo de la cuesta mientras por megafonía, Carlos speaker, dice que queda menos de un minuto. Ahí viene Susana haciendo un sprint calle abajo. Le devolvemos las llaves y pasamos el control del chip a menos de 20 segundos de la salida.
  Sin tiempo de descanso se pega el pistoletazo y a correr. Susana está todavía acelerada y le va a costar unos kilómetros volver a la calma.



    Bueno, ya estamos en carrera. Solventado el incidente, solo nos queda meternos entre pecho y espalda estos 28 km, descubriendo lugares y parajes nuevos.
  Primeros km, como no podía ser de otra manera, subiendo. Llevamos un ritmito muy suave para que Susana baje las pulsaciones del calentón inicial.
  Y saliendo del asfalto para pisar camino, en un estrechamiento, nos colocamos detrás de una pareja de dos que resulta ser Mario y su colega Ismael. Mario es primo de Susana. Como siempre, nos le encontramos inesperadamente. Así nos pasó un año en Transvulcania. Allí, esperando en la salida, me le encuentro de frente. Ja ja ja, esto si que son casualidades. 
  Bueno, pues después de charlar un ratito con ellos, se nos van despegando en la subida. Nosotros las subidas al tran tran que queda mucho.
  Y como dicen por ahí, no hay dos sin tres. Susana saca los bastones y a uno de ellos se le rompe la cuerda que une los tramos. Primero lo del chip y ahora esto. Intento arreglarlo con todas mis artimañas que puedo tener en ese momento, pero mackgiver solo hay uno, y al final lo único que puedo hacer es plegarle y guardarle.
  Se va a tener que apañar con un bastón solamente. Bueno, hay que mirar el lado positivo siempre de las cosas. Estas carreras son entrenos para los grandes retos y estos contratiempos te hacen aprender y sobre todo a curtirte en posibles contratiempos.
  Tras una bajada por un senderito muy chulo, llegamos a un cruce donde hay un voluntario indicando la dirección a seguir. Allí está Mario (el hijo de Javi Bikila). Parado y algo mosqueado. Hablamos con él y nos dice que tiene los gemelos como piedras y que no puede seguir. Decido coger el teléfono y llamar a Javi. Mientras le digo a Susana que vaya tirando que luego la cojo. Hablo con Javi y le dejo el teléfono a Mario. 
  Mientras ellos deciden lo que hacer, yo charlo con el voluntario. Los minutos van pasando. Venga Mario, ves cortando que me voy a tener que meter un calentón fino para coger a Susana, ja ja ja. Me despido de él recomendándole que se vuelva andando por nuestros pasos que son 3 km los que hay.

  Bueno, y a correr se ha dicho. Esta subida se me va a hacer larga, je je je. Pero bueno, pasados un par de kilómetros enlazo con ella. Se ha unido a varios corredores que iban por delante.
  Allí esta Mario (primo) y su colega. Con ellos vamos charlando mientras terminamos la subida. Y ahora sí, la bajada es nuestra. Susana se pone en cabeza y se lanza para abajo. Hasta que me deja paso a mí para no agobiarla.
   Me despego un poco de ella, y en un paso por un riachuelo, me paro para hacer una foto. No sin antes resbalarme en las piedras húmedas que allí estaban.





  Cuando la oigo venir, mientras apunto con mi móvil, la aviso para que no pise las piedras. Pero claro, son muy pocos segundos y pisa una de ellas. El resbalón la hace caer al suelo de culo. Puff, que mala caída. Se queda en el suelo muy dolorida, mientras intento incorporarla poco a poco. 
  Oímos que llega el grupete de mi primo y los avisamos del peligro. Ahora si nos ha dado tiempo a pararlos para que pasen con precaución. 
  Mientras Susana va andando muy despacito. Tiene que reestructurar el cuerpo. Hay que valorar un poco lo que se ha podido hacer. Pero está claro que le va a doler mucho el culo. Lo que tenemos que esperar es que no se haya hecho alguna fisura o rotura en algún sitio.
  Con bastante dolor, comenzamos una nueva subida hacia el punto más alto de la carrera. El Cancho de la Cabeza.
  Van pasando los minutos, y aunque lleva mucho dolor del golpe, creemos se se ha quedado solo en eso y que no hay nada más. Lo que si tenemos claro es que la a doler durante la carrera. Pero es que el culetazo ha sido minino.
   El dolor, parece que se mitiga un poco con las vistas que tenemos en esta larga subida. El embalse de Atazar. Espectacular. Muy muy bonito. La verdad es que me ha dejado sorprendido. 




  Menudo paisaje. Así iremos ascendiendo hasta el vértice geodésico de Cancho de la Cabeza. Donde se han vuelto a unir a nosotros Mario e Ismael. Y hasta arriba llegamos juntos. 
  Una vez en el vértice, tenemos la parada obligada para hacernos una foto con el embalse de fondo. 


Los tres Yeperos, ja ja ja.

  
   Pues nada, estamos en el punto más alto de la carrera. Toca bajar hasta Patones. En las subidas es donde le molesta más a Susana el dolor del golpe, mientras que en las bajadas parece que le respeta lago más. Y por eso se lanza sin pensarlo por las chulas y divertidas veredas.



  Por lo menos en este tramo va disfrutando algo, aunque lleve las molestias de la caída. Y así vamos adelantando a varios corredores, además de ir dejando atrás a Mario e Ismael.
 Llegamos a Patones. Un pueblo medieval de arquitectura negra, declarado como bien de interés cultural.  Nada mas llegar, nos damos cuenta que está repleto de gente visitándolo. 
  Nosotros lo vamos a bordear y dejamos a los turistas que disfruten de este pequeño enclave. Nos dejamos caer al cauce del río. Bueno, mejor dicho, el arrollo de Patones.
 Allí tenemos un avituallamiento en el que reponemos, como siempre, líquidos y sólidos. 



  Gente muy simpática la de este punto. Con ellos charlamos un poco. Estamos muy agustito, pero tenemos que seguir nuestro camino. Nos vamos alejando poco apoco de ellos dándole las gracias por su amabilidad.
  Pero no podemos pasar por alto el hacernos unas fotos con algunas casas típicas de fondo de este espectacular pueblo.




 Pues nada, estamos en el km 18. Ya empezamos a descontar kilómetros. Tenemos por delante un tramo de senda un poco incómodo de correr. Corremos por un surco en el que solo cabe un pie, por lo que tenemos que ir como las modelos. Poniendo un pie delante del otro, je je je.
  En los repechos, Susana se resiente bastante. Bajamos el ritmo para mitigar un poco el dolor. Y esto lo van aprovechando Mario e Ismael para ir acercándose poco a poco.


  Pues nada, ayudada por un único bastón, nos vamos acercando al tramo que cogimos al principio. Allí están los voluntarios con las vuvuzelas dándonos ánimos en este último repecho.
  Mario e Ismael nos pasan en esta subida. Bueno, los dejamos pasar, ja ja ja. Nada, a rematar la faena que nos queda menos de un kilómetro.
  Bueno Mon Amur, hoy si que lo has sufrido. Hoy has tenido muchas cosas en contra, pero has sabido gestionarlo y decaer para terminar esta carrera. Hoy son de los días que van por dos o por tres. Días para tirar de cabeza y de saber aguantar el dolor. Estas cosas nos pueden pasar en cualquier momento de cualquier carrera y hay que gestionarlas de la mejor manera posible.
   Enhorabuena. Después habrá que ver el alcance de la caída, pero de momento estamos a una calle de pasar por meta. Y lo mejor de todo es que vamos sonriendo y disfrutando.
  Pues nada, pasamos por debajo de los arcos de meta que ahora mismo están deshinchado por un apagón de luz.  Pero aquí estamos, terminando una más. 
  Allí nos espera y anuncia nuestra entrada Carlos Speaker. Que nos saluda y nos da la enhorabuena. Unas palabrillas y una foto para el recuerdo.

  Y como no, el reencuentro con el primo. Saludos y despedidas que se tienen que marchar para yepes. Un placer volver a coincidir con él en la montaña.


  Los Ojeda, nos están esperando en meta. Nos cuentan un poco como le ha ido la carrera, aunque luego en el viaje de vuelta nos contaremos todos los detalles y pormenores de esta magnifica mañana de trail.
  Solo queda disfrutar de una suculenta hamburguesa que nos tienen preparada la organización



  Espectacular. Y con esto ponemos fin a la Iberika trail de Torrelaguna. Bueno, solo nos queda el viaje de regreso que se las presenta muy muy divertido. 
  Mi enhorabuena a Ojeda por su carrera. Ahora me pondrá al día de lo acontecido.
  Por lo demás, ya lo he dicho todo. A ver como evolucionan estos días los dolores de la caída de Susana. Esperemos que se haya quedado en eso que tenemos jaleo por delante. 
  Un abrazo y muchos besos a todos.





  Capi

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