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sábado, 17 de septiembre de 2022

Titan de la Mancha BTT. 212 Km.

  


 Ufff, llegó el gran día. Un gran día para un gran reto.  Un gran reto al que nos hemos apuntado Iván, Cesar y Yo. Hay otros amigos y conocidos que también van, pero a mi los que me han liado han sido estos dos bicharracos de la bici.

  Toda la semana preparando el material y dejando la bici apunto para que nada falle. Nervios aumentando, aunque estoy acostumbrado a hacer largas distancias, siempre han sido a pata. Por eso voy con un poco de incertidumbre. También se que voy aconsejado, protegido y acompañado de dos personas conocedoras de estas carreras y en las que me tengo que apoyar.

  212 km con algo mas de 3000+ son palabras mayores. Esperemos que el cuerpo responda, la máquina no tenga ningún problema y podamos entrar meta para morder la tan merecida medalla.

  A las 4:10 salimos hacía Alcázar de San Juan, casi con las legañas puestas todavía.  Comienza el día bastante temprano, por lo que ya podemos adivinar, que va a ser muy muy largo. Em menos de una hora estamos aparcando en la zona habilitada y a escasos 100 metros de la salida.




   Comentamos un poco nuestra aparición en el periódico La Tribuna. Siempre es una alegría que se comente y se hagan eco de estas pruebas y de los que participan en ellas. Gracias a Mario por hacerme esta entrevista y darla a conocer en este medio. Iván dice que ahora sí o sí hay que terminarla, ja ja ja. Vamos a intentarlo con todo, eso seguro.

  Está fresca la mañana y con un cortavientos y manguitos nos vamos a tomar un café en un bar montado por la organización. Muchas bicis llegando al lugar y muchos ciclistas recogiendo los dorsales para la carrera.

  Decidimos ir para el aparcamiento a preparar todo los achiperres de la bici y del ciclista, ja ja ja. La verdad es que hay que preparar y tener muchas cosas en cuenta, totalmente diferentes a la carrera de montaña. A nuestro lado han aparcado, Chus, Javier y Ángel. Tres compis de pedaladas y de zancadas, también Toledanos.  Con ellos charlamos mientras nos vamos acicalando.

  El comienzo de las prueba es a las 06:30. Unos 20 minutos antes, nos vamos hacia la salida. Bici, casco, gafas en el bolsillo, materiales para arreglar alguna incidencia mecánica, foco de luz, Gps con el track de la prueba....... En fín, un cerro de cosas para hacer con garantías una prueba de este calibre. Yo, además, decido llevar una mochila para meter mis cositas y tener un litro más de agua.

  Estamos ya todos preparados. Las bicis deseando salir. Nos deseamos suerte. Yo les vuelvo a decir, que si no voy a su ritmo que tiren. Pero Iván me dice por enésima vez:" Salimos juntos, llegamos juntos". Es lo que tienen los militares. Te dan las ordenes claras y concisas y sin ningún tipo de replica, así que  solo queda intentar hacerlo lo mejor posible y esperar que den la salida.

  Falta un minuto. Nos chocamos la mano. Nos deseamos suerte. Ponemos los Gps a funcionar y encendemos los focos y luz trasera. Tenemos una buena tarea por delante. Y a la hora estipulada, se da el pistoletazo de salida a la Titan de la Mancha en la modalidad de 212 Km. A las 10:00, se dará la salida a la prueba de 100 Km.

  Ya con las luces de los focos alumbrándonos,  comenzamos nuestras primeras pedaladas. Hemos salido a mitad de pelotón mas o menos, así que bueno con tranquilidad nos vamos alejando de Alcázar. Nuestra dirección es Campo de Criptana. 

  Saliendo de Alcázar y comenzando a meternos en senderos y veredas, tenemos algún embotellamiento donde tenemos que parar para ir pasando por orden. Sin perdernos de vista, llegamos a la primera subida. Estamos en el km 15 y coronamos los molinos de Campo de Criptana.

  Ya hemos calentado motores. Nuestra intención es en principio terminar la prueba, esperando no tener ningún percance y tampoco ninguna avería en las bicis.

   Después de bajar de los molinos, comenzamos el regreso a Alcázar para subir al Cerro San Antón, donde están los molinos de esta localidad. Siempre con su respectiva subida, claro. Aquí una vez arriba, mis compis se tiran hacia abajo para llegar al avituallamiento. Yo decido parar un momento para que un voluntario que está allí me haga una foto con los molinos de fondo. 



  Después me lanzo hacia abajo para llegar al avituallamiento y unirme a mis compañeros de viaje. Estamos en el km 29. Ya es de día, pero todavía seguimos con los manguitos puestos por que no es que haga frio, pero se está a gusto con ellos.

  Aquí estamos juntos Cesar, Iván, Ángel y Yo. Avituallamiento muy completo donde hacemos una ingesta de alimentos solidos y líquidos para seguir esta aventura.


    Salimos de najas de aquí, para dirigirnos hacia Herencia y subir a sus molinos. Estos los pasamos bastante rápido para dirigirnos a Puerto Lapice donde tenemos el siguiente avituallamiento.  Estamos en el km 75. Bueno creo que vamos bastante bien. Iván está a bastante mas altura que nosotros y en las subidas se despega. Menos mal que luego nos espera, ja ja ja. Se nota los entrenos y la preparación que ha hecho. 

  Bueno, los cuatro juntos continuamos nuestra marcheta para dirigirnos al km 95 donde tenemos el avituallamiento en la Casa de los Forestales. Aquí volvemos a comer y beber que a partir de aquí comienza la chicha. Hasta aquí hemos ido bastante bien y a buen ritmo. Tampoco nos  hemos pasado, por que sabemos que estos kms que vienen ahora, son decisivos para terminar esta prueba. Es donde tenemos casi todo el desnivel positivo.

También tenemos a partir de aquí, avituallamientos mas seguidos, lo que nos da un poco de respiro en esta parte del recorrido.

 Cesar ya ha hecho esta prueba y nos pone en situación. La verdad que vienen muy bien sus consejos y conocimiento del recorrido para ir gestionando las fuerzas. 

  Pues nada, tenemos la primera subida seria del trazado. La subida al alto del Reventón. Este nombre me recuerda al reventón del GTP, y si se parece un poco, me parece que vamos a pelear un rato, ja ja ja.

  Salimos de la casa de los Forestales y casi sin darnos tregua, después de una bajada, comenzamos la subida al Reventón. Uff, comienza lo bueno. Zona de piedras con bastante desnivel. A estas horas comienza a apretar el calor y lo notamos mas que nada en las subidas. En esta subida, me empieza a dar calambres en el aduptor derecho. Cosas del directo, je je je. Voy sujetándole un poco, pero el esfuerzo de la subida hace que se me tense y tenga que parar de golpe de pedalear. El problema es que ni me acordaba que llevaba las calas y me voy al suelo por el lado izquierdo. Me levanto como puedo con el aduptor dándome tirones. Me hidrato, tomo sales y poco a poco se me va pasando. 



  Esto lo tengo bastante controlado por que en montaña me pasa mucho en las subidas, así que a esperar que se relaje y poco a poco continuar despacio. Mis compis me preguntan si me he hecho algo y en principio un pequeño rasguño en el codo y un golpe en la palma de la mano que no llega a mayores.

  Me vuelvo a poner en marcha y llego arriba donde ya nos juntamos todos y comenzamos la bajada. Toda esta zona es muy pedregosa y hay que llevar mucho cuidado. Los brazos ya van también algo tocados de sujetar el manillar.

  Cesar ya nos avisa de lo que tenemos mas adelante. La Calderina, nos espera. En el km 120 tenemos un avituallamiento en el que paramos para coger provisiones y reponer energías. Pues nada chavales, comenzamos la aproximación al comienzo de la subida.

   Son unos 4 km de subida. El camino no es cómodo de subir por los regueros y las piedras. Además tenemos que ir pegados a la derecha por que la bajada se hace por el mismo sitio y hay que dejar sitio a los que bajan.

  Iván y Ángel suben a su ritmo que es muy superior al mío y al de Cesar. Aquí cada uno sube como puede. En dos ocasiones me tengo que bajar de la bici por que se me tensa el aduptor. Mira que voy hidratándome a conciencia, pero ya va tocado y no puedo pasarme mucho. Así, toca relajar el musculo y subir despacito con el 50. 

  A mitad de subida y por segunda vez, se me tensa el músculo y como siempre me pasa, no soy capaz de soltar la cala y voy derecho al suelo. Esta vez por la derecha para compensar la otra caída, ja ja ja. Cosa de poco, un pequeño golpe en el culo con su respectivo moratón. Solo un pequeño dolorcillo del golpe me recuerdan la caída, y en cuento puedo me vuelvo a subir a la bici y esta vez sí, controlando mucho la pedalada, llego a las antenas de la cima. Allí hay un avituallamiento líquido en el que no paro y me lanzo directo para abajo a ver si relajo piernas.

   Me cruzo con Cesar que está llegando arriba. Me toca ver la cara de los que suben, je je je. Igual que antes Iván y Ángel vieron las nuestras. Bajada, uff, con varios puntos bastante peligrosos por la velocidad que se coge y tener curvas bastante cerradas. 

  Continúo la bajada, tirando de brazos, por que ojo lo que hay que sujetar el manillar en este terreno, hasta llegar donde mis dos compis está esperándonos para reagruparnos. Joder que descanso. Pero dura poco por que Cesar no tarda en llegar a nuestra posición y así comenzar de nuevo el itinerario a seguir.

  La sierra de la Calderina es muy muy pedregosa y antes de salir de ella, tenemos que afrontar una nueva subida bastante jodida. Para mí peor que la propia Calderina. Mucho mas roto el terreno y creo que con una pendiente superior. Lo único bueno es que no es tan larga, ja ja ja.

  Todo lo que sube, baja y después de este nuevo calentón, nos dirigimos por un fuerte descenso a Fuente el fresno. Los cuatro juntos, llegamos a la base de la subida a los molinos. Joder, si da miedo solo mirar para arriba y ver a los demás ciclistas retorcerse en la bici para subirlos.

  Iván y Ángel de nuevo tiran para arriba. Mientras Cesar y yo hacemos trasvase de agua de un bidón a otro. Y sin mas, comenzamos la subida a los molinos. Yo la voy haciendo con mucho tiento para que no me pegue de nuevo el tirón y a mitad más o menos, me patina la rueda y esta vez sí, logro quitarme las calas. Pero tengo que soltar la bici para no caerme lo que hace que tenga que correr ladera abajo hasta que consigo pararme. Nada, la bici tirada en el camino y yo 10 metros ladera abajo. Bueno, por lo menos no me he caído, ja ja ja.

  Ahora me toca subir a pata y ya con la bici, seguir subiendo andando por que no hay manera de arrancar montado. Muchos ciclistas también suben a pata, a los cuales adelanto. Esto es mi disciplina (el trail) y eso se nota, ja ja ja.

  Ya arriba nos están esperando nuestros dos compis. Aprovecho para hacerme una foto con el molino.


  Si la subida es Cojonuda, la bajada es peliaguda.  He visto desde aquí arriba como hay ciclistas que la están bajando a pata. Bueno, yo voy a intentar bajarla y si lo veo chungo pues pie a tierra y listo. La verdad es que hay que tener muchísimo cuidado y control, pero consigo bajarla bastante bien. 

   Poco a poco mis compis de aventura van llegando y ya reagrupados, continuamos por las calles de Fuente el Fresno.

  Y así, llegamos al avituallamiento donde volvemos a llenar bidones. Agua, isotónico, coca cola y alguna cervecita cae, ja ja ja. 


    He de decir, que cada cierto tiempo, vamos avisando y hablando con nuestras respectivas para que estén tranquilas y sepan nuestro estado en todo momento. Al final son ellas las que están al pie del cañón y nos dan todas las facilidades para poder afrontar esta prueba con garantías. 



    Pues nada, estamos en el km 144. Parece que ya está medio hecho, pero aún nos quedan mas de 60 km. Lo bueno es que además de no tener ningún percance, las máquinas se están portando a las mil maravillas. Aún así, raro es al que no le suenan los cambios, cadenas y algún ruido que no se sabe de donde viene, je je je. 

  Aquí tenemos un servicio técnico y pasamos a que nos limpien un poco la cadena y el grupo. La verdad es que nos dejan todo muy muy limpio y engrasado. Dejan de sonar todos esos ruidos. Un detallazo por parte de la organización y sobre todo del chaval que no deja de limpiar  una bici tras otra.

  Bueno, vamos a continuar que se nos hace tarde, ja ja ja.Y en poco más de 12 km y tras una laaaaarga subida, volvemos a la casa de los Forestales donde tenemos el mismo avituallamiento que el del km 95.




  A partir de aquí, km 159, va a ser bastante mas llevadero. Nos quedan unos cuantos largos repechos, que ya van haciendo pupa y que sin ser tampoco muy jodidos, nos hacen cagarnos en to lo cagable por que ya estamos de subidas hasta los mismo. Ja ja ja.

  Muchos kilómetros rodando bastante rápido, haciendo un poco que veamos la meta cada vez más cerca.

   


    Y ya en el km 200, paramos poco en el avituallamiento. Solo quedan 12 km y estamos deseando llegar. Además hay que darse prisa que se nos va a hacer de noche.

  Y por fin, ya  tenemos Alcázar a nuestra vista. Pisamos alquitrán. Eso quiere decir que ya estamos en el pueblo. Nos vamos chocando la mano unos a otros y dándonos la enhorabuena. Esto ha sido toda una aventura que no olvidaremos. Estamos a un par de km de ser Titanes.

  Hace unos cuantos km atrás, alguno decía que una y no más, pero se que ahora y más cuando crucemos la meta, la satisfacción que vamos a tener, va a hacer que nuestra opinión se diferente. Esto hay que repetirlo, ja ja ja.

  Bueno, pues ya estamos en recta de meta. Tenemos el arco a la vista. Algún grito que otro sale de nuestras gargantas diciendo y exaltando la consecución de este reto tan duro.  Ahora si que podemos gritar bien fuerte y alto: "¡¡Ole nuestros cojones!!. 

  Y pasamos todos juntos por meta. Si señor. -"¡Cuélganos la medalla que nos la hemos ganado con creces!". Esta ya no nos la cuentan. Chocamos nuevamente las manos, ya con poca luz del día. 

  Allí está al pie del cañón esperando nuestra entrada en general y la de Iván en particular, Lorena. Muchísimas gracias por el avituallamiento final y estar allí unas pocas horas pendiente de nosotros.

  Después de colgarnos la deseada medalla, tocan las fotos para inmortalizar el momentazo.




 Ahora toca reponer fuerzas con lo que nos ofrece la organización, pero lo que mejor entra es la pedazo de empanada que nos ha traído Lorena. Joder, como estaba. Muchísimas gracias.

  Y con esto damos por concluida esta aventura tan "cojonuda". Para mí ha sido un autentico placer y un honor, ir al lado de estos cracks que tienen muchas horas de vuelo y siempre están dispuestos a ayudar y dar buenos consejos. Yo me lo he pasado pipa (si no fuera por las cuestas, ja ja ja), y solo tengo palabras de agradecimiento para ellos. Unas cervecitas se han ganado. Muchas gracias por llevarme en volandas compañeros.

  


    Ahora sí, solo queda montar las bicis en el coche y volver a casa. Eso sí, Nos volvemos siendo:             

                                                                   TITANES


  Capi  

 








llllll



  

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