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viernes, 8 de octubre de 2021

Gran Trail Peñalara

  Cuarto año consecutivo que decido hacer esta prueba. En esta ocasión con cambio en todas las partes de su formato. Cambio de fecha (por motivo Covid), cambio de recorrido, cambio de horarios.......

  No se si estos cambios nos van a venir bien o no, pero bueno, el viernes 8 de octubre de 2021, estamos Txule y yo viajando para Navacerrada para intentar una vez mas hacernos con el deseado chaleco finisher.

  Después de comernos un atasco descomunal por la operación salida del puente del Pilar, conseguimos aparcar donde todos los años. La verdad es que nos gusta este sitio por que está al lado del pabellón y es por donde pasan los corredores del cross nocturno a falta de dos kilómetros para la meta.



  Por culpa del atasco, llegamos con una hora menos de margen que teníamos prevista. Así, no nos podemos demorar mucho y nos vamos directamente a recoger el dorsal , chip y bolsa del corredor. Allí, en el pabellón, también dejamos la mochila que nos llevarán a Rascafría, en el km 56. Ahí, hemos metido lo que creemos que podemos necesitar para la segunda parte de la carrera y también ropa y calzado de cambio por si acaso.



  Allí en el pabellón, ya nos encontramos a gente conocida. Allí me hago una foto con Basalo. Un autentico devora kilómetros. Un placer volver a verle.

 Tule y yo nos hacemos la foto, casi obligada, en el photocall. Ya con todos los requisitos hechos, nos vamos de nuevo hacia el coche. Me suena el móvil. Es Reinaldo, otro bicharraco de la montaña, el senderismo, el esquí y de todo lo relacionado con la naturaleza. También ha venido a correr esta locura y quería saber la hora exacta de la salida, ya que está un poco confusa. Al final de y cuarto, pasa la salida a y media. Vamos a cambiarnos y ahora nos vemos, maquina.

  Llevan un rato pasando ya los corredores de CNN. Mientras volvemos al coche, los animamos y aplaudimos. Me encanta dar ánimos. 

  Mientras nos comemos el bocata que nos hemos traído para cenar, no nos queda otra que cambiarnos. Tenemos que hacer las dos cosas a la vez y además ligerito, que la hora se acerca. -"¡Cago en el atasco!".

  Ah, no, hacemos tres cosas a la vez. Nos cambiamos, cenamos y aplaudimos a los corredores. Ya es de noche y llevan el frontal por lo que su luz nos deslumbra y no podemos ver un poco quienes son hasta que no los tenemos encima. Y así, nos llevamos una gran sorpresa. Floro está a nuestra altura. Le grito, le animo, le aplaudo y corro con él unos metros. Vamos compi, ya estás en meta. Dale duro lo que queda.

  Bueno, ya no nos queda mucho tiempo. Rematamos la mochila y vestimenta. Terminamos el bocata a carajo sacao, y nos vamos despacito hacia la salida. Por el camino, le digo Txule que si quiere un cafetito, que llevo 5 eurillos, je je je. Pues nada, un café para llevar y continuamos el camino para la salida.

  Aprovechamos para llamar a María y a Susana y decirlas que todo bien y que cortamos comunicaciones que empieza el jaleo. Como siempre, nos mandan muchos ánimos y como es lógico nos dicen que con mucha precaución y que sobre todo disfrutemos. Besos gordotes para las dos.

  Allí, vemos a Carlos y a Juan, que también han corrido el cross. Nos comentan un poquillo como les ha ido y con ellos nos vamos a buscar a Floro. Allí nos encontramos con el Tiri que también ha disputado la carrera. Ufff, estos tomando cervecitas y nosotros acicalados para meternos 105 km. Muy tentadora la situación, ja ja ja.



  Después de charlar un ratillo con ellos, decidimos ir al cajón de salida para el control del material. Le doy a Floro la vueltas del café para que no vayan sonando en mi cinturón y por que yo no lo voy a necesitar. Por cierto, todavía no me las ha devuelto. No es que sea mucho, pero Florito, machote, las estoy esperando, ja ja ja.



  En nuestro camino al cajón, nos encontramos a Sergio, mas conocido por todos por Mayayo. No dudamos en hacernos una fotillo con él y cruzar unas palabras. Un poco más adelante nos encontramos con tres integrantes del cerro del Bù. Amigos y compañeros que también han venido a sufrir, ji ji ji. Una fotillo para inmortalizar el momento y ahora si que sí, pa dentro que ya no hay tiempo para más.



  Vamos Txule, al lio. Esto comienza. El tramite del control del material es muy exhaustivo. Revisan todo y además hay que enseñarlo. Muy bien, como siempre por la organización. Jode un poco casi desmontar la mochila, pero es necesario y yo enseño la chaqueta, la camiseta térmica, los guantes, el buff, la manta térmica y el móvil que es lo que me han pedido. 



  Como siempre el ambiente es espectacular. La carrera sale a las 22:30. Es que está a rebosar y es que esta carrera es un espectáculo. Mucha, mucha, mucha gente no se quier perder el momento de la salida de estos 350 locos que se van a enfrentar a esos 104 km con 5100 metros +.



  Aquí en la salida nos unimos a Reinaldo. Mientras suena la música, Depa anima el cotarro y la gente anima sin cesar, los tres, Reinaldo, Txule y yo, concretamos la estrategia a seguir.  "TERMINAR".

  Esa es nuestra estrategia. Mas sencilla imposible. Comenzar al tran tran desde el principio y sin calentarnos para hacer la carrera mas regular posible. Aquí no hay otro misterio que no cebarse, sobre todo al principio, y mucha cabeza fría para no pasarse en los sitios mas llevaderos. 

  Esto está apunto de comenzar. Un choque de manos y unas últimas palabras de ánimo par salir con las pulsaciones a tope. Ahora es cuando piensas en lo que te queda. En lo que vas a intentar hacer. En el lío que te has metido. En lo que vamos a penar y disfrutar. En lo agustito que estaríamos en el sofá de casa, o incluso aplaudiendo detrás de la barrera. Pero lo siento, nosotros somos tipos de retos. Nos gusta y nos pone hacer cosas difíciles y exigentes para superarnos día a día. Y sobre todo, por que nos gusta la montaña. Mucho, mucho, nos gusta la montaña.

  Vamos compis, que esto está apunto de comenzar. Encendemos frontales. Saludo y le deseo mucha suerte a Paco, del cerro del Bù y a sus dos compañeros. Esto va a comenzar.

  Suena el himno del GTP. Encendemos nuestros frontales. Luz blanca delantera para alumbrarnos, y luz roja trasera para ser vistos. Se ha hecho de día en Navacerrada. Las pulsaciones suben poco a poco mientras Depa comienza la cuenta atrás. Todos al unísono le acompañamos. Todos a la vez y a viva voz, cantamos la cuenta recesiva. Cinco, cuatro, tres, dos, unoooooo, ¡VAMONOS!.

  Las primeras zancadas, junto con los otros corredores, las voces de los acompañantes y publico, los ánimos por megafonía y la adrenalina del momento, se hacen casi en volandas. Esto es un espectáculo. Esto es una pasada. De aquí hasta la salida del pueblo, lleno de gente animando y aplaudiendo. Es un momento único y lo estamos disfrutando. 

  A la derecha veo a Floro grabando el paso de los corredores. Grande amigo, nos vemos a la vuelta. Esperemos que todo vaya bien y no tengamos ningún percance.

  Los comienzas ya nos los conocemos. Hasta Maliciosa todo para arriba y en fila de a uno. Bueno, los primeros kilómetros son por camino ancho y bueno, donde lo fácil es dejarte llevar  e ir mas rápido de lo debido. Pero hoy, tenemos mi compañero Txule y yo, la cabeza muy bien puesta. Hoy vamos a regular desde el principio. Queremos terminar y estas primeras subidas si las hacemos corriendo, nos van a perjudicar bastante.

  O sea, a andar. Rápido, pero a andar. Nos adelantan nuestros amigos del Bù. Y Reinaldo se pone a nuestra altura. Y así, comenzamos a subir a Maliciosa. Uno detrás de otro, en una subida que te va poniendo ya las pilas. Los bastones ya están trabajando a pleno rendimiento. 

 Poco a poco y entre alguna bromilla, vamos ascendiendo, hasta llegar al collado del Piornal. Aquí no hemos metido ya casi 700 metros positivos. Ya se nos ha quitado la tontería del tirón, si es que la teníamos, ja ja ja. 

 Pasamos por el pluviómetro y nos disponemos a subir, ahora sí, al vértice geodésico de la Maliciosa. En este tramo tenemos bastante animación y eso se agradece muchísimo. 

  La noche, de momento está genial. Muy buena temperatura y visibilidad al 100%. Esperemos que siga así las más de diez horas que nos va a acompañar. 

  Pi, Pi...Control de chip, todo en orden. Continuamos. Ahora viene la temida bajada. Una bajada con mucha piedra y arena suelta. El desnivel es importante y hay que ir con mucha precaución. De hecho, la organización recomienda no adelantar en este tramo por su peligrosidad. Bastones a la cintura y a tirar de cuádriceps.

  Algún tropezón y alguna culetada antes de llegar al collado Vacas, que es el que nos va a dar enlace a la bajada de Canto Cochino. Este tramo es super chulo. No te deja correr lo que quisieras y tiene constantes sube y bajas. También alguna trepada que otra, pero con unas vistas nocturnas increíbles.

  Ahí vamos Reinaldo, Txule y yo descendiendo hacia Canto Cochino. Una bajada larga y bastante corrible donde tienes que regular por que te quedas sin piernas a la mínima. Y así, llegamos al primer avituallamiento y segundo control de Chip.

  La verdad es que he bebido poco, aunque no he descuidado la toma de sales. Relleno lo que les falta a los bidones y como algo de fruta, gominolas y sobre todo.......Conguitos. Ja ja ja.

   Txule, ¿Qué tal vas?..- Bien ,bien, de momento todo en orden. Pues vamos a por la subida a la Pedriza. Subida seria y dura, aunque no muy larga. Es en este tramo donde me empiezan a dar retortijones en la tripa. No se si me ha sentado algo mal o ha sido de las prisas y los nervios precarrera. Esperemos que se pase pronto por que es bastante incomodo, sobre todo para Txule que viene detrás, ja ja ja ja.

Y no falla, Después de una dura subida, viene su respectiva bajada. También hay que prestar muchísima atención en ella. Y la organización también ha recomendado no adelantar en este tramo. Esta es mas corta y pronto estamos en el avituallamiento de la Hoya de San Blas. aquí me encuentro como cada año a Gerardo. Un placer volver a verle. Mientras charlo con él comemos y bebemos. Es aquí donde me tomo el primer caldo. Que bien que me vino para el estomago. También pruebo unos cruasanes que me sientan de vicio. Txule también hace lo propio. La verdad es que sienta genial un caldo calentito a estas horas de la noche y llevando ya 5 horas y 15 minutos y 27 km. 

  Aquí ya no tenemos la compañía de Reinaldo que en una parada técnica, nos hemos despistado y ya no sabemos si va delante o detrás. Es lo que tiene la noche, que confunde, ja ja ja.

  Bueno, me despido de Gerardo dándole las gracias por su amabilidad y alegrándome de verle en persona y no solo saber de él por las redes sociales. Un abrazo amigo. 

  Vamos Txuletón, Que ya nos queda menos. Lo importante es que nos está haciendo muy buena noche. Los manguitos están haciendo su función perfectamente. Unas veces arriba y otras abajo, pero con eso nos basta, de momento.

  A partir de aquí nos toca todo en continúa subida con algún tramo de pista corredera para soltar piernas. Mientras subimos las primeras rampas, la tripa se pone de nuevo revuelta, y eso lo sufre mi compañero que me dice que le voy a matar. La verdad es que no me aguanto ni yo. Y en un momento dado, tengo que salir corriendo a un lateral, por que me cago encima. Puff, casi no llego. Una explosión de mierda sale de mi cuerpo. Que sensación de paz y bienestar. A ver si eso era lo que me molestaba y comienzo a recuperarme un poco, je je je.

  Vemos las luces de los que van delante y nos indican muy bien el camino. Se ve cómo suben por allí a lo lejos. Nos adelantan lo que nos espera. Pero bueno, primero tenemos unos tramitos donde vamos a correr bastante y podemos soltar piernas un poco.

  Y poco a poca llegamos a la Morcuera. Siguiente punto de control y avituallamiento. Vuelven a ofrecernos caldo y hasta café. En este punto creíamos que íbamos a llegar amaneciendo, pero creo que hemos ido como balas y todavía es de noche, ja ja ja. Llevamos ya, más de siete horas y media de frontal. Empieza a ser ya un poco cansino. Pero bueno, creo que en una horita más o menos ya empezará a salir el sol.

  Cruasanes, fruta y el deseado caldo, es nuestro menú de este avituallamiento. Solo nos queda bajar a Rascafría donde tenemos "la bolsa de vida". 13 km de bajada que se van a hacer algo pesados y largos. Todo por pista donde los km parecen no pasar.. En este tramo corremos bastante. Txule va bastante bien y se nota en los ritmos que llevamos. Km para comentar cosillas y sacar conclusiones de otras. Además de buscar nuevos retos y objetivos.

  Y así llegamos a Rascafría. Ya ha amanecido. Y por fin guardo el frontal en la mochila. Ahora nos toca pasearle hasta meta, ja ja ja.

  Buen avituallamiento. Un poco de todo. Yo continúo con el caldo y cruasanes. Parece que me está asentando la tripa así que mejor no probar otra cosa. Hemos venido con muy buena temperatura, pero aquí nos estamos quedando pajaritos. Nos dicen que estamos a 4 grados. Además estamos sobre césped, que hace que la sensación sea de más frio todavía.

  Txule decide coger la bolsa de vida y cambiarse de calcetines. Yo me abrigo con todo lo que llevo y me siento en una silla a esperarle. Estoy tiritando. No quiero coger ni la bolsa de vida. No que quiero mirar ni el dedo del pie, aunque me palpita una barbaridad. Solo quiero salir de allí y comenzar a andar para entrar en calor.

  Txule, ya ha terminado y estamos en condiciones de continuar el camino. Llevamos 56 km. Mas de la mitad de la carrera. Aunque ahora es cuando viene lo bueno. Nuestro objetivo más inmediato es el Reventón, así que a por ello.

  Subida bastante larga, donde entramos en calor rápidamente y tenemos que ir guardándolo todo de nuevo en la mochila. Pasado un rato, me tengo que volver a orillar, ja ja ja. La tripa sigue un poco revuelta. Txule continúa despacito para arriba, mientras yo saco lo peor de dentro de mi, ja ja ja.

  Poco a poco la vegetación y los árboles van desapareciendo y van dejando paso a las piedras y el pelao del terreno. Eso significa que ya estamos llegando. Y a lo lejos ya divisamos la carpa blanca del avituallamiento. Pasamos el control de chip. km 56, 5 y un tiempo de 11 horas con 40 minutos. No va mal la cosa.

  Aquí nos sentamos un poco en unas sillas que nos han preparado mientras degustamos los manjares de este oasis. Conguitos, gominolas, fruta, Cocacola .... Un poco de azúcar para el cuerpo. 




  Comenzamos a subir al collado para comenzar el descenso que nos dejará en la Granja de San Ildefonso. Por esta bajada Txule y yo nunca hemos ido, o sea que es nuevo para nosotros. Lo que si sabemos es por donde tenemos que subir y esa sabemos que va a ser dura. pero bueno, comenzaremos por el principio.

  El primer tramo poco corrible, entre piornales y matorrales. Con tranquilidad que también hay bastantes piedras y hay que reservar patitas para la parte final.

  Pronto cogeremos una senda a modo de cortafuegos, bastante empinada que nos va a hacer ir reteniendo por que los dedos de los pies van sufriendo bastante. Nos encontramos un banco desde donde se divisa nuestro objetivo. La foto es casi obligada. Nos va a venir bien para parar un rato y distraer la mente con las vistas de este mirador.




   Venga, que se está muy bien aquí, pero hay que llegar a la Granja. A falta de un par de km para llegar, nos vamos cruzando con los corredores que ya están de vuelta. Ánimos mutuos para todos. Aquí nos cruzamos con Paco (Cerro del Bù), con el charlamos unos instantes. Va muy bien. Mucha suerte amigo. 

   Y llegamos a la Granja. Como siempre, mucha animación. Allí nos espera cámara en mano, Mapi. Que mientras charla con nosotros no deja de pulsar el disparador. Aquí el corte de carrera está a las 14:00. Nosotros llegamos con mas de dos horas de adelanto. Marcha bien la cosa.





  Mapi, me dice que Juanlu es el escoba del tramo la Morcuera-La Granja. Todos los años le veo en la Morcuera y siempre me dice:-Voy a por ti, ja ja ja. Hoy, ni le he visto. Eso es buena señal. Vamos de lujo.

  Mientras comemos y bebemos, descansamos un poco bajo la carpa que nos han preparado y sentados en las sillas que nos han puesto. Este avituallamiento siempre es especial. Son gente supersimpática y además te animan a tope. 

  Aquí decido comer un poco de pasta a ver si se me asienta un poco el estomago de una vez. Txule, me dice que va bastante bien. No hace falta que me lo diga, ya lo voy viendo yo.  Hoy es el día para hacer un carrerón y ver que todo funciona bien. 

  Km 73. Nos quedan 30. Pero que 30. Primero la subida hasta Claveles, que nos va a llevar más de tres horas hacerla. Luego el paso Claveles hasta Peñalara. Bajada a Cotos y subida por el Noruego hasta Bola. Puff. Y para rematar bajada por la Tubería hasta Navacerrada. Lo dicho, un mundo, todavía.

  Pero lo primero es lo primero. Nos despedimos de Mapi, y comenzamos nuestro camino hacía Claveles, donde nos vamos a meter más de 1.200 metros +.

Nos cruzamos con los corredores que van hacía la Granja. hasta que nosotros nos desviamos ala Izquierda para adentrarnos en el bosque de pinos. Rampas cortas pero duras. Siempre yendo hacia arriba. Ni un metro de descanso. Paso a paso, poquito a poco, sin descuidar las sales y el líquido, vamos ascendiendo. Van pasando las horas. 

  Nos encontramos con una chica que lleva un niño en una mochila. Charlamos con ella mientras subimos a la par. Es la mujer de un voluntario que está bajando a ayudarla. Y en nada, le hace el relevo. Madre mía que subida se ha hecho la chica. Que dura es. Ahora ya va mas ligera por que el marido se hace cargo del niño. Y junto a ellos vamos ascendiendo y charlando un poco.

 Hasta que llegamos al avituallamiento líquido de Raso del Pino. Allí rellenamos los bidones a tope de agua, por que hasta Cotos ya no hay nada. Saludamos a Jose Luis Alonso que nos ánima mientras nos rellena los bidones.

  Aquí estamos poco tiempo y despiéndonos de ellos y de la pequeñaja, continuamos subiendo destino el Risco de los Pájaros. A la derecha vemos la imponente Peñalara. Puff, lo que nos queda todavía. Mejor no pensarlo, ja ja ja.

  El dedo me palpita. No se que es lo que tengo ahí, pero mientras vaya así la cosa, ni voy a mirar como está. Y llegamos al Risco los Pájaros donde saludo a un colega que hacia muchísimo que no veía. Unas palabrillas rápidas y derechos al risco Cláveles.

  Aquí me voy despegando de Txule. Tramo bastante técnico donde cada uno tiene que ir como pueda y como sepa. Cuidadín con estos repechos que te mete un calambre a la mínima. Me encanta este paso. Claro, que llevando 82 km en las patas, como que se va un poco jodidillo. Pero bueno, siempre hay alguien que te anime un poco y hoy está Manuel Garoz . Un compi del equipo que está entrenando y que nos va a animar un poco este tramo.

   Me pregunta por Txule y le digo que viene un pelín más atrás. Yo sigo mi camino y él se va a animar y ayudar un poco a Txule.



  Mientras espero que lleguen, me hago unas fotillos en Peñalara. Como y bebo algo y aprovecho para sentarme. Mis compis no tardan en llegar. Unas fotos para inmortalizar el momento y derechos hacia Cotos. Gracias Manu por este ratillo tan ameno.

A partir de aquí, nos lo conocemos como la palma de la mano. Muchos entrenos y carreras por esta zona. Ya solo nos queda una subida, y como dice Txule, esa es como de la familia, ja ja ja.

  La bajada a Cotos me encanta. Aunque hoy los deditos de los pies se quejan un poco, podemos correr a ritmo disfrutón bastante rato. Las piernas ya van bastante cascadas, y este terreno tampoco es el mejor para ellas, ja ja ja. Pero ahí seguimos descendiendo de Peñalara como tantas otras veces, aunque con menos kilómetros, eso sí.

   Muchísima animación en el último tramo de la bajada. Ánimos y aplausos antes de cruzar la carretera. Que bien vienen esas gritos y frases de ánimo. Y más cuando estas apunto de llegar de nuevo a otro avituallamiento.




  Cruzando la carretera oigo mi nombre a lo lejos. -!! Capiiiiiiii ¡¡. Son Gema y J. Ángel. Dos amigos de Ciudad real que han venido a pasar el día a la sierra y me han conocido. Paso un ratillo charlando con ellos y poniéndonos al día que hace mucho que no nos veíamos. 



  Después, toca avituallarse bien para la parte final dela carrera. Los voluntarios aquí son la leche. Te hacen sentar y ellos te traen todo lo que tu quieras. Eso es de agradecer, por que un ratito sentado se agradece enormemente. Un poquito de empanada, fruta y Cocacola para meter algo de azúcar. 

  La verdad es que no estamos mucho tiempo allí, por que queremos rematar ya lo que nos queda. Que aunque nos lo conozcamos, sabemos que todavía hay tela que cortar.

  A mí, el estomago, parece que se me ha asentado y voy bastante mejor. He pasado momentos muy muy malos de retortijones y dolor, pero ahora estoy bastante mejor. Txule, está en muy buenas condiciones también. Hoy es su día. Está muy muy fuerte y así comenzamos la subida del Noruego.

  Sacamos los palos y a darle estopa. Allí arriba, vemos el misil de Tintín. Parece que no está muy lejos, pero sabemos que nos va a llevar algo más de una hora llegar a él. poco a poco, metro a metro,  vamos ascendiendo. Vemos a los corredores que llevamos delante y que ya están apunto de coronar. Ná, Txule, en un rato estamos como ellos, ja ja ja.




Ultimo repecho y ya lo tenemos. Bola a nuestros pies. Ahora si que podemos decir que ya es todo para abajo. Pero según llevamos los pies, sabemos que vamos a penar un poco mas de la cuenta.

  Pisamos las zetas del hormigón. Siempre tan duro y empinado. Esta bajada te destroza las piernas. Hay que tomarlo con cautela y con bastante tranquilidad. Y a mitad de las zetas tenemos un avituallamiento donde paramos para rellenar agua para la parte final de la carrera. También comemos algo de fruta y unas pocas gominolas. 

  Hay varios corredores que no paran. Bueno, supongo que llevarán los bidones llenos, aunque si lo conocen saben donde hay fuentes en ele camino, je je je.

  Vamos Txuletón, que esto hay que rematarlo. Enganchamos la bajada de la tubería. Siempre tan porculera. Sivas bien, disfrutas un montón de sus piedras, saltos, raíces., pero como vayas con los pies como nosotros hoy, se hace muy dura. Tropezones, los dedos dando delante de las zapatillas, los cuádriceps al límite, los gemelos duros como piedras, en fin, una bajada bastante larga con un terreno muy muy roto.

Pero sabemos que saliendo de aquí, ya nos queda un camino algo mas corrible. Y por fin salimos de la tubería. Uff, que alegría para los pies. Que descanso para los dedos. Yo sigo llevando un globo en el dedo. No me lo he mirado todavía, ni voy a hacerlo hasta que lleguemos, pero tengo que tener buena avería ahí abajo.

  Ya estamos en el parking de la Barrancas. De aquí a meta nos separan unos 4 km. 4 km por pista buena. Correr lo que podamos y andar para relajar lo que debamos. Nos alternamos posiciones con varios grupos de corredores. Cada cual va a su ritmo y esto hace que nos vayamos adelantando varias veces unos a otros.

  Txyle, ya estamos en el paso de cebra que nos encara a las calles del pueblo. Pisamos Navacerrada. 1 km y meta. Ahora si podemos decir que lo hemos conseguido. Txule, hoy has estado magistral. Con cabeza y con alegría.  Así lo hemos conseguido hoy. Sin mirar tiempos, ni cortes, ni historias. Solo el deseo de disfrutar y de terminar una carrera durísima.

  Las calles llenas de gente. Las terrazas llenas de gente. Es una entrada a meta espectacular. Todos animan. Todos gritan. Todos aplauden. Todos saben lo que cuesta esta carrera y lo difícil que es llegar a meta. Es una carrera casi de supervivencia, donde cualquier mínimo percance, te hace abandonar. Una carrera que te pone a prueba en todos los sentidos.

  Pero esta vez hemos podido con todos los contratiempos y adversidades que nos hemos encontrado en el camino. Hoy hemos ido de la mano y eso se ha notado. 

  Por fin pisamos la alfombra azul. Un abrazo antes de cruzar la meta por que nos lo hemos ganada. Txule, como siempre, un pedazo de placer y un honor estar a tu lado tantas horas. Aprendiendo, disfrutando, sufriendo , pero sobre todo reforzando el compañerismo que nos une. 




  Pasamos por meta en algo mas de 20 horas. Enhorabuena compañero. Hoy es un gran día. Otra muesca en el revolver. Otra aventura para contar a los nietos. 222 llegados a meta, hacen una idea de la dureza de la prueba, ya que aquí viene gente muy preparada.

  Que emocionante es todo esto. Os lo podría explicar con pelos y señales, pero no llegaríais a sentir lo que siente. A entender lo que se vive en esas horas. A explicaros por que se hacen esas locuras. Imposible explicarlo.



  Pero bueno, ya estamos aquí que es lo que queríamos y necesitábamos. Ya solo queda morder la medalla y recibir el chaleco de finisher.  Mi cuarto chaleco finisher consecutivo.


  Comer algo, beber algo, charlar un poco, descansar un ratitín, para dirigirnos a la ducha y quitarnos el polvo del camino, je je je.

  Solo nos queda regresar a casa y contar la aventura a nuestras familias. Y agradecer a todos el seguimiento y los mensaje de apoyo y ánimos recibidos durante estos días. 

  Y como dice Txule. Si quieres ir rápido, ves solo. Si quieres llegar lejos, ves acompañado.


  Capi

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