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sábado, 19 de junio de 2021

Desafío Calar del río Mundo. 105 km

   Llegó la carrera reina. Ya está aquí la prueba esperada y deseada de esta primera mitad del año. Después de su aplazamiento, por fin parece que este fin de semana va a ser el bueno. Los 105 k de Riopar. Esto ya son palabras mayores. Una prueba en la que tienes que estar muy bien tanto física como mentalmente. Durísimo recorrido con subidas de infarto, cresteos impresionantes y duros y bajadas de vértigo. Todo ello amenizado con alguna que otra cordada para poder subir y también  otras de seguridad por la peligrosidad de la zona.

  Esta prueba (la de 105 k) lleva, con esta, cinco ediciones. De las cuales he participado en todas menos en la tercera. Cuando estoy en carrera siempre pienso que quien me manda meterme de nuevo en este berenjenal, pero ahora después de terminar, ya estoy deseando volver el año que viene. Esta carrera me llama. Esta carrera es única. Esta carrera te hace fuerte y te pone duro. Esta carrera te dice si tu cuerpo esta bien o hay algo que falla. Esta carrera es la ostia.

 Viernes por la mañana. Desayuno con el presi Javi Bikila. Ene esta ocasión vamos a la de 105k Txule y yo. Javi ha decidido recupere bien esa lesión y aunque también ha decidido estar este fin de semana en Riopar, hará la prueba de 25k. Últimos consejos, últimos retoques y al coche destino Riopar.



  Viaje tranquilo y sin incidentes, que nos lleva derechos a la casa de la cultura del pueblo. Allí recogemos la bolsa del corredor y los dorsales. Txule el dorsal nº 7, y yo el nº 8. Dorsales vip, ja ja ja.



  Decidimos comer algo para después dirigirnos al campamento San Juan donde está todo el meollo de la carrera. Este año se lo han llevado allí por el tema del año. Esperemos que el año que viene se pueda volver al pueblo por que es mucho mas ameno y divertido.

 Ya en el campamento, aparcamos a escasos 100 metros de la salida. Es lo que tiene llegar con tiempo. Y decidimos preparar todo el material y dejar la caja de vida en el lugar indicado. Luego, una siestecita que nos viene de lujo.

  La salida de la prueba es a las 6 de la tarde. Tres cuartos de hora antes nos estamos vistiendo y preparando. Miramos el tiempo y dan agua. Mucha agua. Además hace bastante fresquito. Así decidimos llevar chubasquero, manguitos, pantalón de agua, buff......... Todo sobre todo para la noche.

  Pues nada, después de un último repaso conjunto al material, tanto obligatorio como opcional, nos dirigimos hacia la salida. Una última llamada a Susana por mi parte y a María por parte de Txule, que son las que van a estar en vilo toda la noche siguiendo los puntitos en el track de la carrera. Nos mandan muchos ánimos y fuerzas para emprender esta aventura. 




  Nos vamos colocando en el lugar que nos corresponde según los dorsales. Ya están aumentando los nervios. Txuletón, amigo, vamos a por ello. Hemos entrenado duro para llegar hasta aquí y vamos a hacerlo bien. Es duro, muy duro, pero estamos preparados y sobre todo motivados. Nos damos ánimos a falta de muy pocos segundos del pistoletazo.




  Gps activado para el seguimiento de la carrera. Todo el equipo dispuesto y el cuerpo a mil por hora. Cuenta atrás. Vamos Txule, al lío. Con fuerza y con cabeza que esto es muy largo. 

  Y..... Se da la salida. La primera fila de corredores comienza a dar sus primeras zancadas. El desafío Calar del rio mundo ha comenzado. Go Go Go.




  Mucho público nos anima en estos primeros compases de la prueba. Cada cinco segundos sale una fila de corredores, manteniendo la distancia de seguridad y la mascarilla puesta. 

   Primer giro a la izquierda para salir del campamento y adentrarnos en el bosque que lo rodea. Ritmito tranquilo para ir bajando pulsaciones de los primeros momentos. Pasados unos dos km y medio, le digo a Txule que no viene nadie detrás. Es rarísimo por que detrás nuestra tiene que venir muchos corredores. además a estas alturas nos tenían que haber pasado ya los favoritos de la prueba. uy uy uy... Aquí pasa algo.

  Bueno, nosotros vamos siguiendo las balizas, pero algo no cuadra. Y por fin se desvela el misterio. Mas de cincuenta corredores vienen en dirección contraria. Nos hemos equivocado de camino. Ya en los primeros 200 metros nos equivocado. Empieza bien la cosa, je je je.

  Pues nada, media vuelta y a volver por donde hemos venido. Lo bueno viene ahora. Vemos a corredores que van por otros caminos. Vaya lio que hay montado. Nadie entiende nada. hay corredores por 4 sitios diferentes. Y todos vamos mal. ¿Qué ha pasado?.




  Por fin damos con un voluntario que nos dice a todos que volvamos al campamento. Que se va a dar la salida otra vez. Les decimos que hay gente por otros lados para que los avisen también. Menos mal que llevamos los gps y nos tienen localizados. ya dirección de nuevo al campamento, vienen otros 40 o 50 corredores hacia nosotros. Vaya caos. Ellos han llegado al campamento y les han mandado para aquí. Para abreviar, que esto es muy largo, después de momentos de incertidumbre por nuestra parte y por parte de la organización, nos mandan a los que estamos allí, unos 90 corredores, de nuevo al campamento. De allí nos dirigen en grupo a un merendero que hay a unos dos km del campamento.

  Andando nos dirigimos hasta allí, mientras todos con todos comentamos lo que ha podido ocurrir y lo que esta pasando. El caso es que vamos ha hacer casi diez km y esto todavía no ha comenzado. A ver que nos dicen en el punto de reunión.

  Cuando llegamos, muchos familiares y gente que ha venido a disputar mañana otras carreras, se queda atónita viendo lo que esta sucediendo. Pero bueno, hay que tomárselo con humor, y sobre todo esperar a ver que nos dicen y sobre todo lo que van a hacer a partir de ahora.



  Mientras esperamos a que llegue todo el mundo, el organizados nos comenta un poco lo que ha pasado. Habían puesto una cinta cortando un camino para que no pasásemos los corredores por ahí y dirigirnos por el siguiente. Pero el voluntario des pues de colocar dicha cinta, se fue a ver la salida de la carrera. En lo que llega un segundo voluntario y cambia esa cinta al otro camino para que no pasen los coches, y se va también a ver la salida. El caso es que estaba cortado el camino a seguir y abierto el que no teníamos que coger. Pues eso, a 200 metros de la salida, mas de 100 corredores estábamos yendo mal. Además como hay balizas por colocadas por casi todos los caminos, ya que este año pasamos por el campamento unos cinco veces, pues a nadie le da error en el track. Lo único es que ese camino le tendríamos que coger en el km 70 más o menos.



  En fin, Es lo que hay. Hay que resetear y comenzar de nuevo. Ya todos los corredores en el parking del merendero, escuchamos la charla y las últimas instrucciones del organizador. La situación es la siguiente. Llevamos casi 10 km. Así que han decidido recortar un tramo bastante peligroso que tendríamos que pasar de día, pero que con esta hora y media de retraso, nos va a tocar de noche. Así, quitarán unos 4 km y la situación peligrosa. Además aumentan los tiempos de corte. Pues nada, a comenzar de nuevo.

  Hablo con Susana, que está siguiendo todo por el track y sabe que algo pasa. Después de explicárselo un poco por encima, lo entiende todo. Me despido de ella por que van a dar otra salida, esta vez, un poco más informal, ja ja ja.

  A la voz de cinco, cuatro ,tres, dos, ¡Ya!, se relanza la prueba. Esperemos que no haya mas errores, ji ji ji ji. Vamos, Txule, que esta es la buena. A tope compañero.



  Comenzamos en subida. Este tramo no es del recorrido, pero le vamos a hacer para ir a buscarle. En nada estamos en el sendero bueno. A partir de aquí ya estamos de nuevo en buena dirección, lo único que los km no nos van a coincidir. En este lugar de carrera, vamos recorriendo pistas cómodas entre pinos para caer a la carretera de Cotillas.

  Llegamos al pueblo, siempre rodeados de corredores. Vamos a buen ritmo. Estamos todavía en los primeros compases de carrera como aquel que dice. Aún es de día, pero no creo que tardemos mucho en dejar de tener luz. En Cotillas tenemos un avituallamiento completo. La sandía es lo más solicitado, pero también nos tomamos unos saladitos, cruasanes de chocolate y plátano. Una fuente, nos rellena los bidones de agua.

  Llevamos exactamente 21,5 km y casi tres horas de carrera. Hace muchísimo bochorno. Txule me indica la toma de sales. Importantísimo en el día de hoy. Está nublado, pero la temperatura es alta y vamos empapados en sudor.

 Después de este suculento aperitivo, salimos del pueblo. Cogemos una veredilla entre árboles muy chula. Todavía vamos con luz, pero sabemos que no tardaremos mucho en sacar el frontal. Cogemos un camino bastante bueno y en bajada donde es agradable correr. Nos topamos con la carretera. Cuidadín que hay que cruzar y vienen coches. 

Salimos de la carretera par después de unos km llegar a la localidad de Villaverde. Llegamos al aplaza donde tenemos otro buen avituallamiento. Estamos en el km 28 y llevamos casi 4 horas. Aquí ya sacamos los frontales. Ya es de noche. Comienza la carrera nocturna, ja ja ja.

  En Villaverde mientras comemos algo, hacemos sendas videollamadas. Son las 10 de la noche. Unos minutos muy muy necesarios para continuar. Muchas palabras de ánimo y algún que otro beso para recargar pilas. Gracias a María y a Susana por sus ánimos. Besitos a las dos. Y... tranquilas que cuidaremos el uno del otro. 

  Ya con la lucecita en la cabeza, salimos del pueblo, donde ya hay algún corredor retirado.  Bueno, a nosotros todavía nos quedan mas de 70 km. Esto es largo, esto es duro, pero pasito a paso se hace el camino. Continuamos.

Por una senda, comenzamos a coger altura. nos dirigimos a la primera subida fuerte del recorrido. La Sarga nos espera. Llegamos al avituallamiento Los Picarazos. Reponemos agua y continuamos por una senda bastante comible y en bajada. Esto nos indica que han quitado la subida a la Sarga. Hay una zona bastante técnica y peligrosa que de día es asumible, pero que de noche se hace muy muy difícil. Por este tramo tendríamos que haber pasado de día, pero con el retraso de la primera parte de la carrera, han decidido recortar la subida y así además quitar algún kilómetro de los que llevamos de más.

  Después de evitar "el cerro de la Muerte" y "el ojo del Lobo", corremos por un camino alumbrados por las luces de nuestros frontales. Si no recuerdo mal, es aquí donde mi compañero de fatigas, Txule, se tropieza y cae al suelo dando, literalmente, dos vueltas de campana. ¡Vaya caída!. SE queda tumbado boca arriba y un corredor y yo le ayudamos a reincorporarse. Las manos magulladas, El hombro dolorido y un fuerte golpe en la rodilla son las consecuencias de la caída. Después de un rato de comprobar un poco el estado general, comenzamos de nuevo a correr. Poco a poco vamos de nuevo cogiendo ritmo. Parece que se ha quedado en rasguños, pero todavía es pronto para saber si hay algo más, ya que estamos en caliente. Veremos a ver con el paso de los kilómetros.

  Estamos llegando al campamento San Juan de nuevo. Después de una subida, llegamos a él. Aquí tenemos la caja de vida. La recogemos y cargamos sales, comida, frutos secos, isotónico.......Bueno, un poco de todo para afrontar el segundo tercio de carrera. Txule decide cambiarse también de zapatillas. Todo esto lo hacemos en muy poco tiempo por que nos estamos quedando fríos. Así que, cogemos un poco de sandía en el avituallamiento y cogemos dirección Riopar, para afrontar otro bucle, que nos dejará de nuevo en el campamento.

  Salimos del campamento San Juan con algo mas de 45 km. Salimos sin prisa pero sin pausa. Unos cinco km hasta Riopar, casi todo de bajada, por un camino chulo, que se nos hace bastante ameno. Aquí nos cruzamos con los dos primeros de la carrera. Pasamos Riopar, sin dejar de lado su avituallamiento, y nos vamos hacia el Gallinero. 




  Cresteando  durante unos km, siguiendo las balizas, corremos despacito siempre alumbrados por los frontales. Hasta que en un momento dado, dejamos de ver balizas, lo que hace que nos paremos en seco. Intentamos encontrar el camino bueno, retrocediendo, pero como no hay camino, no conseguimos ver por donde hemos venido. Miro el track del reloj y le sigo en dirección contraria esperando encontrar de nuevo las balizas, pero una voz a la lejanía de Txule llamándome, hace que me vuelva a reunir con él.

  A visto unas luces de frontales y son las que nos hacen volver de nuevo a la ruta. No sabemos como, pero nos habíamos ido del track. Será que la noche nos confunde, je je je.

  Después de este percance comenzamos la suave bajada donde a txuel le aumenta el dolor en la rodilla. Decidimos andar a ver si así se le va pasando, pero el dolor es cada vez mas fuerte. Además está empezando a hincharse. Bueno, con tranquilidad que tenemos tiempo todavía de sobra. 

 Comenzamos un llaneo paralelos a una acequia donde Txule ya me va diciendo que me vaya. No le hago ni puto caso, claro está. así que despacito seguimos el camino marcado.

  Cada km que pasa es mas duro para mi compañero. Le duele bastante y la inflamación casi no le deja doblar la rodilla. La cosa, ahora, si que pinta mal. Cago en to, con lo bien que íbamos y lo que estábamos disfrutando.

  El caminar cada vez es mas lento y Txule, ya casi se está mosqueando conmigo por no irme y hacer yo mi carrera. De momento continúo con él, por lo menos hasta que lleguemos a Riopar y allí en el avituallamiento, decidiremos que hacer.

  Estos kilómetros se hacen muy largos.  La cara de mi compañero es de rabia e impotencia. De querer y no poder. De saber que íbamos de lujo hasta que la caída nos jodió el día. Le animo todo lo que puedo, pero solo él sabe lo que puede aguantar su rodilla. Vamos un poco callados y cabizbajos. Son casi las seis de la mañana. Llevamos toda la noche deambulando por ahí, siguiendo la luz de nuestro foco y eso ya se hace muy pesado.

  La noche, comienza a desaparecer. La claridad quiere parece y se va apoderando de la mañana. Por fin llegamos a Riopar donde nos paramos en su avituallamiento. Comemos algún cruasán de chocolate, fruta  y alguna gominola. Y aquí viene la decisión mas dura. Txule tiene la última palabra. Valoramos un poco la situación. La rodilla le va dejando andar y algo en las subidas, pero es en las bajadas cuando el dolor se hace muy fuerte. De aquí al campamento tenemos unos 6 km y a partir de allí nos quedarán 30 km con los picos mas duros de la carrera y sus temidos cresteos además de sus vertiginosas bajadas. Mucho tute para su rodilla. Al final valorándolo, y pensando en las carreras futuras, decide que va a llegar a Campamento donde tenemos el coche y allí se retirará para no fastidiar ni agravar la sesión. 

  Mira que me cuesta dejar a un compañero solo y en esas circunstancias. Pero como él me dijo, "ya está amaneciendo y el camino sabemos cual es". "Vete y haz tu carrera". Con resignación y con muchísima pena, le choco la mano y le digo: "Luego nos vemos, compañero".  

  Salgo del avituallamiento con un sentimiento super raro. Llevo 12 horas con él. Mano a mano. Codo con codo. Y ahora nos toca separarnos. Joder, que mala suerte. Aún así, creo que es la decisión mas acertada en estos momentos. Las ganas de continuar puede que al final sea lo peor para la lesión. Hay que recuperarse e ir a por la próxima con mas ganas.

  Ya en solitario y con el frontal en la mochila, comienzo mi andadura en solitario. Este tramo hasta Riopar, es el que hicimos anteriormente. Por aquí ya me voy cruzando a los corredores de la prueba de 65 km. Muchos nos dan ánimos. Uno de ellos dice a lo lejos: "¿Eres Capi?". Pues sí, soy yo, je je je. Todavía vamos a dos luces y no se distinguen bien las caras. Es Paco del cerro del Bú. Con el me paro un poco y charlamos un ratillo. Le deseo mucha suerte y ya cada uno continuamos nuestro camino.

  Y así llego de nuevo a Riopar. Donde después de comer y beber algo, vuelvo a coger mi caja de vida para reponer isotónico, sales y coger algún Toke y huesitos además de unas glucosas. Ahora es cuando empieza la traca final. ahora es cuando las piernas tienen que sacar todo lo que tienen dentro. y ahora es donde la cabeza tiene que estar en su sitio.

  Salgo del Campamento en dirección al Padroncillo. Un pico que no deja indiferente a nadie. Una montaña que asusta solo de verla. Pero ya sabemos que poquito a poco se hace el camino así que vamos para arriba. 

  A los pocos metros de salir del Campamento, llamo a Txule. Hablo con él y me dice que va bien, despacito pero bien. Lleva bastante dolorida la rodilla, pero que no me preocupe que se va a quedar en campamento. Bueno, pues ya más tranquilo continúo hacía el padroncillo. Aquí me llama Susana. Lleva toda la noche pendiente de nosotros y sabe que algo está pasando. la aplicación de nuestro seguimiento que es en directo, le indica que Txule y yo nos estamos separando. Sabe que yo he salido del avituallamiento y mi compi no ha llegado todavía. Bueno, le explico un poco la situación y me despido de ella hasta la próxima llamada.

  Comienzo la subida al Padroncillo. Espectacular. Increíble. Bonita a la par que algo peligrosilla. Uff, como pican las patas. Llevo varios corredores delante que me hacen mas fácil el camino al no tener que ir siguiendo las balizas. Mira que están lejos las antenitas, ja ja ja. 

  Sigo subiendo al tran tran. Algún tramo mas complicado, donde mejor no mirar hacía abajo, lo salvamos sin dificultad. Os puedo dar muchos detalles de como es la subida, el cresteo y la bajada, pero no os lo vais a poder imaginar. Aquí hay que venir a verlo para hacerse una idea, ja ja ja.

Una vez arriba, comenzamos el cresteo. Algún tramito bastante complicado en los que tienes poco margen para pasar. Precipicios a los dos lados que nos hacen ir con mucha precaución. Además las piedras del camino no nos lo ponen nada fácil. Tampoco tenemos a nuestro favor la pesadez de piernas después de mas de 80 km.

  Hace unos km cogí a un grupo de 5 corredores y decidí ir con ellos. Por lo menos tendré algo de compañía  y tema de conversación. Así, con ellos comenzamos el descenso del Padroncillo. Desde arriba se ven las imponentes Almenaras. Ultimo escollo que salvar de esta exigente prueba. El descenso es bastante técnico, pero las vistas desde aquí, cuando puedes levantar un poco la vista del suelo, son espectaculares.



Por fin llegamos a la carretera, por la que vamos a ir unos km, que nos llevará directamente a Riopar Viejo. Corremos todo lo que se puede correr y lo que las piernas nos van dejando. Desde lo alto del pueblo se escuchan voces de ánimo. Todavía nos queda una subidita para llegar al avituallamiento,

  Allí, como un poco de fruta y gominolas. De este avituallamiento es obligatorio salir con un mínimo de 1 litro de agua. En las Almenaras se te puede ir muchísimo tiempo y al contrario de lo que hizo ayer, ahora ha salido el sol y hace bastante calor.  Relleno los bidones a tope y decido comenzar ni acercamiento a las cumbres.

  El camino hasta las base de la Almenarilla es bastante cómodo. Pero como suele ser normal, esto dura poco y en nada estoy, junto a mis compañeros en estos últimos km, en la primera parte de la subida. Un camino con bastante pendiente que nos pone en fila de a uno. Aquí ya cada uno va subiendo a su ritmo. Las piernas van a tope y hay que gestionar muy bien lo que queda.



  Importantísimo de descuidar las sales y hacer un control muy riguroso del agua que llevamos encima. Decido tomarme también una glucosa que me de un poco de energía para la subida.

  los bastones en estos tramos de carrera son muy recomendable. Y más con tantos kilómetros encima. Es una ayuda y un descanso para las piernas. Por ello no dudo en sacarlos. 

  Bueno, larga y dura subida que se hace eterna. Vamos un poco dispersados. Hay un par de corredores por delante, pero el resto se ha ido quedando atrás. Yo continúo a mi ritmo que creo que es bastante Bueno.

  En el km 87 hago cumbre en la Almenarilla. Mirar para el frente te da pánico. Sole ves una montaña mas alta que otra. Y además se que la temida Almenara todavía no la tengo a la vista. Son algo mas de dos km de cresteo duro hasta que comience la subida. Me suena el móvil. Es mi compi que me pregunta como voy. Le cuento un poco la situación y después de una breve charleta, vuelvo a guardar el celular. 

  Las vistas son espectaculares. Hay que parar un poco para deleitarse con ellas. Y divisando todo desde aquí arriba, llego por fin a una bajada entre piedras done hay colocada un par de cuerdas. El último año, en este paso, me metió un tirón que tuve que estar parado mas de 15 minutos hasta que se me pasó. Este año voy a controlar mejor mis movimientos, ja ja ja.

  Creo que voy un poco mejor de pasas que aquel año. También debido al calor que hizo que nos dejó a todos bastante tocados. Bajo por la cuerda con mucha precaución y así llego a la base de la Almenara. Esta subida ya es la que te remata. Los bastones hay que guardarlos por que aquí, al menos yo, no se pueden usar. Lo mejor es ir agarrándose con las manos para no irte para atrás y caer rodando muuuchos metros.

  Arriba, toco el vértice geodésico y comienzo la bajada. Estos kilómetros son los mas duros y técnicos de toda la carrera. Ya los tenemos en la mochila. Toca bajar al avituallamiento, con mucho cuidado, eso sí.

  Ya en el avituallamiento, me hidrato bien y como siempre, como de todo un poco. Ya "solo" me quedan doce km. Uff, todavía son bastantes. pero bueno, el tramo que me toca es bastante chulo. Una sendita en continua bajada que hace que si llevas piernas, disfrutes como un enano. Antes de comenzar esta bajada, hablo con Susana un poco. Esto como siempre, son energías para el body. 😘😘.

 A buen ritmito voy descendiendo, mientras varios corredores de la prueba de 45 y 65 me van dando caza. Casi todos te animan y aplauden. Bordeo Riopar viejo. Ya va quedando menos. Escasos seis kilómetros para rematar la faena.

  Todavía me queda algún repechito corto, pero que ya va gastando lo que queda. Y por fin encaro la última subida. Ya se oye la voz del speaker. Y.....corono el campamento. 200 metros y meta. Ufff, que ganitas de llegar. A lo lejos veo a Txule que me está esperando. Me grita, me anima, me aplaude. Me voy a él y le choco la mano. Aquí tendría que estar él conmigo entrando en meta. Pero tranquilo compañero que nos quitaremos la espina.



  Y por fin encaro la recta de meta. El speaker anuncia mi entrada. 105 km, del desafío Calar del río Mundo. 



 Ya sois míos por cuarta vez. Paso por meta bajo el aplauso de los que allí se encontraban en poco mas de 19 horas.







  Me ponen la medalla que tanto me ha costado ganar y me voy a saludar a mi amigo y compañero. Le pregunto que tal está. Chocamos la mano. Se alegra y está super contento por mí. Eso es un compañero. Gracias Txule. Eres un crack. Que sepas que esta va a caer el año que viene. Te mereces terminarla. Aún así, te has cascado 70 km que no son moco de pavo.




  Andando un poco así de aquella manera, voy a saludar a Marcos y a Paloma. También han estado pendientes y es de agradecer. Mañana le toca a él quitarse el mono en la prueba de 25 km.

  Al poco llega Susana y recibo su felicitación. Ella es la que hoy no ha pegado ojo siguiendo el puntito verde de mi GPS. Mañana me toca a mí ayudarla en lo que pueda para que disfrute con Marcos, Casado, Javi Bikila y Mario de esos 25 km de pura adrenalina.



  Gracias cariño por esos WhatsApp de ánimo. Esas llamadas llenas de apoyo. Por estar siempre tan pendiente de mí. Eres la más mejor y lo sabes. Muackk.

  Y así, rematamos esta durísima prueba. Toca ir a por los dorsales de sus carreras de mañana e irse a descansar y preparar el día de mañana que se le promete también muy interesante.

  Gracias a todos por vuestros mensajes y gracias de nuevo al Bikilamanjaro por su apoyo y por sentirme tan arropado en carrera.  




  Ha sido una aventura increíble. Año tras año me gusta más. Aunque año tras año están mas altas las cumbres, ja ja ja. Volveremos.

  Capi

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