Pues nada, otro año más y van tres, nos desplazamos a Alcázar de San Juan para disputar el ultra maratón Titan de la Mancha. Una prueba con 206 km y casi 3000 metros positivos.
Muy temprano César, Iván y yo partimos hacia esta localidad que está a lago menos de una hora.
Una ves allí, aparcamos al ladito de la salida y comenzamos a preparar todos los archiperres. Ojo lo que se necesita para montar en bici, jajajaja.
Luego nos acicalamos nosotros y como hace un fresquito y un aire interesante, nos metemos un ratito en el coche.
Hora de irse al cajón de salida. Allí entre los demás corredores mitiga nos un poco las condiciones meteorológicas. Yo decido salir con manguitos y cortavientos.
Pues nada, después de la salida de los de la modalidad de Trail, salimos los del ultra maratón.
06:30 de la mañana y esto comienza a rodar. Primeras pedaladas de los casi 300 ciclistas, entre los que nos encontramos nosotros tres, representando al club Gimnasia Rítmica TOLETUM, capitaneado por Lorena.
Primeros compases neutralizados hasta salir del pueblo y donde ya me voy descolgado del grupo. Como siempre, tengo que salir tranquilo y cogiendo ritmo. Soy incapaz de salir a esos ritmos tan altos. Mis compis de viaje se empiezan a ir hacia adelante.
Hace bastante aire en contra, lo que hace que me cueste mucho coger ritmo. Voy más solo que la una. Veo las luces de los frontales de los ciclistas de delante cada vez más lejos.
Detrás quedamos pocos. Lo se por que vienen las motos cerrando carrera, jajajaja. Como el año pasado, me vuelvo a quedar a cola de pelotón. Pero no pasa ni media. Se que luego iré cogiendo gente y recuperando tiempo.
He salido teniendo ganas de hacer popo, pero de momento voy aguantando por no perder mucho el hilo de la carrera y poder seguir las luces de los de delante.
Pasamos por el primer avituallamiento y me paro a hacer acopio de víveres. El melón está de muerte y el sándwich de jamón me entra de lujo. Las gominolas rematan el menú de este avituallamiento donde decido no comer más cosas por que me voy a hinchar, jajajaja.
Salgo de allí con dos o tres corredores. Está amaneciendo. Voy por el km 40 más o menos y tengo a Lebron James colgado del aro. O paro, o me cago. Pero todavía tengo que esperar 10 km más por que esta zona está pelá y no es plan de sacar el culo a pasear.
Ya en el 52, unos arbolillos me van a dar la vida. Me aorilllo y me quito el cortavientos, los manguitos, el maillot y me bajo el culotte en un abrir y cerrar se ojos. Joder que placer y que agusto se queda uno.
Pues nada, con el descanso en el cuerpo y el sudor cayendo por la cabeza, me relajo y comienzo a vestirme. Ahora con más tranquilidad, que ya no hay prisa. Decido quedarme en manga corta que ya está subiendo un poco la temperatura.
Ya recolocado de nuevo, me despido de Lebron (que grande es el jodio, jejejeje) y continuo la marcha. Uff, que agusto se queda uno tirando lo que sobra y más si va estorbando.
Bueno, ahora si, comienza de nuevo la prueba, ya de corto y en plenas condiciones.
Caminos y veredas muy chulas con algún que otro repecho bastante fuerte, con la temperatura en ascenso y dándote el sol en el pescuezo es el menú de estos 30 km.
Mis Compis, César e Iván seguirán dándole caña. Pero los tengo controlados, jejejeje. En el avituallamiento que acabo de pasar, me han dicho que han pasado hace rato. No se la ventaja que me llevan, pero se que van bien y siguen adelante.
En el km 70 más o meno, comenzamos a subir una Vereda bastante exigente. Estrecha y con tramos peraltados. Las patas todavía pueden con ella, pero llega un momento donde me tengo que bajar de la bici. Una pedrera donde no se puede pedalear y que es la antesala de un cuestón, con tierra suelta donde hay que andar. Vamos 5 o 6 ciclistas tirando de riñones para subir la bici.
Por lo que escucho a los q van delante, esta es la llamada subida al mudo. Será por que no habla ni el Tato, jejejeje.
Se acabó, y ahora hay descender lo subido. Bajada rápida donde toca sujetar bien el manillar.
Ahora sí, nos dirigimos a la Calderina. Primero la pre-Calderina, que te deja las piernas ya bastante duras antes de comenzar la pura y dura subida a las antenas.
Dos kilómetros y pico de ascensión. Aquí te vas cruzando con los que ya están de vuelta y que bajan como diablos. Muy pendiente de ellos por que hay poco espacio y tenemos que dejar paso.
A falta de 2 curvas y unos 200 metros, aparecen mis Compis. Nos saludamos. Ellos están bajando como spuknik. —¡Darle caña bicharracos.!
El último arreón para llegar a la cima. Aquí hay un avituallamiento de agua. Me paro relleno bidones y pido que me hagan unas fotillos para el recuerdo, aquí en lo alto de la majestuosa Calderina.
Pues nada, dando las gracias a todos y agarrando bien los puños, nos lanzamos hacia abajo.
Con velocidad pero con tiento por las curvas cerradas y por que hay zonas donde al cruzarte con los que suben, son estrechas y solo hay una vía buena.
Después de la bajada donde los brazos se llevan lo suyo, llegamos a un avituallamiento. El melón sigue estando buenísimo. Las gominolas, los croissant de chocolate, la naranja, los sándwiches, orejones, etc etc, son un oasis en medio del polvoriento camino.
Salgo de aquí, y me indican un paso por debajo de la carretera donde tenemos que tumbar la bici e ir de cuclillas. No estoy para hacer malabarismos, ja ja ja, pero no hay otra opción. Estamos en el km 130.
Bueno, creo que lo más difícil ya lo hemos hecho. Solo nos queda un buen repecho al que denominan el Reventón. Pues nada a por él.
Vamos por un camino bastante bueno y que en un momento tenemos que cruzar una carretera. Allí unos voluntarios nos dan prioridad de paso. Uno de ellos, me dice que mis compañeros van a 1 minuto. Jejejeje, habrá reconocido el maillot de Toletum.
Cruzamos la carretera y sin darme cuenta me presento en el Reventón. La virgen Santa. Menudo repecho. Un rosario de ciclistas subiendo a pata tirando de la bici. Entre ellos están Iván y Cesar.
Comienzo a subir como todos. Pie a tierra y pa rriba. Aquí estoy en mi terreno, jajaja. Comienzo a subir como si de un Trail se tratara. Las calas no ayudan al agarre, pero poco a poco voy adelantando a varios ciclistas.
Me pongo a la altura de César. Vamos compi que queda poco, le digo. Continuo para arriba y en lo alto, ya montado en la bici, me pongo a la altura de Iván.
Unas palabrillas para contarnos alguna cosa de la prueba y algo más, y ya los tres juntos iniciamos el descenso y donde vamos allegar a un nuevo avituallamiento.
Ahora si, comienza un poco la zona algo más rodadura, aunque todavía nos quedan algunos repechos.
Continuamos avanzando el camino, tirando unos de otros. Los continuos sube y bajas ya van haciendo pupita, pero nuestro objetivo es colgarnos la medalla en el cuello de nuestra 3ª Titan. Bueno César lleva seis ediciones. Casi ná.
Después de unas veredas muy chulas y una bajada divertida, llegamos a último avituallamiento. Allí hay varios ciclistas descansando mientras se toma u a Coca-Cola fresquita.
Nosotros hacemos lo propio y mientras reponemos líquidos y sólidos, nos hacemos una foto.
Venga chavales, vamos a rematar esto. Nos quedan 16 km más o menos.
Al salir, a Iván no le encaja la cala. Parece que el ruido que hemos escuchado antes era eso. Se le ha partido la cala del pedal. Bueno, hay que dar gracias que ha sido solo un lado y puede engancharse del otro.
Pues nada, vamos al lío. Parece que en esta zona sopla un poco el aire. Las piernas ya van justas, y vamos haciendo relevos. Bueno, Iván es el cabecilla y tira delante más que nosotros. Esta deseando llegar y no nos da tregua. Nos lleva en fila India y ya dando lo poco que nos queda.
Por fin entramos en la carretera de entrada a Alcázar. Esto ya si que huele a victoria. a objetivo cumplido. A satisfacción del trabajo bien hecho. A disfrute en su máxima expresión. Lo hemos peleado. Lo hemos luchado. Nos lo hemos currado. Y aquí estamos, a punto de recibir nuestra recompensa.
Nos chocamos las manos en la recta de meta, bajo los aplausos y los enhorabuenas de los que están viendo y disfrutando de esto.
Y mientras el speaker anuncia nuestra entrada y nos felicita por megafonía, levantamos los brazos en señal de victoria y de haber derrotado a la super maratón. Gracias a mis compis por hacerme disfrutar de esto. Un abrazo a cada uno para decírselo y para darles la enhorabuena.
Uff, como tengo las patas y un poco el culo también, ja ja ja. Pero antes de sentarnos a comer algo, hay tiempo para sacarnos una foto con la presea en el pescuezo.
Y.... Ahora sí, toca reponer un poco las fuerzas en el avituallamiento final. Mientras charlamos con unos y con otros con los que hemos compartido algunos kilómetros, aparece Lorena, que no ha llegado a nuestra entrada a meta por 15 minutos. Aún así, se lo agradecemos enormemente por que ha sido un detallazo.
Que agusto que estamos. A pesar de alguna mosca cojonera que está acabando con la paciencia de Iván y que está apunto de sacar el bazoca para cargárselas, ja ja ja. Nos tenemos que poner en marcha para hacer el viaje de regreso.
Ultimas felicitaciones y con todo de nuevo montado en el coche, nos volvemos para Toledo después de una pocas horas de BTT del bueno. Hasta la próxima aventura que no tardará en caer, seguro.
Mil gracias a todos por vuestros ánimos y felicitaciones.
Capi
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