Tercer año consecutivo que nos presentamos en la línea de salida de este pedazo de trail que tiene 116 km de distancia y 5100 metros positivos.
La salida como siempre es a las 23:30. Mientras nos preparamos vemos como van pasando por delante nuestras los que están corriendo el cross Nocturno. A su paso saludamos a compañeros de equipo y a cantidad de amigos que están disputando esta carrera.
El Tiri pasa como una exalación entre los 12 primeros. Luego Floro, también del equipo, hace un carrerón. Casado, Virgi y Vane lo van dando todo y los animamos sin parar.
Y todo continúa muy rápido. En la salida del GTP nos miran el material obligatorio y ya estamos en el cajón de salida. Pocos minutos para que de comienzo este ultra.
Hoy estamos en plena alerta por calor. En la salida ya se nota la subida de los termómetros. Allí esperamos el pistoletazo Javi bikila, Txule, Javier Castillo, F Javier y un servidor. Uff, todos sabemos que hoy va a ser una noche, con su respectivo día muy duro por las altas temperaturas.
Y todo continúa muy rápido. En la salida del GTP nos miran el material obligatorio y ya estamos en el cajón de salida. Pocos minutos para que de comienzo este ultra.
Hoy estamos en plena alerta por calor. En la salida ya se nota la subida de los termómetros. Allí esperamos el pistoletazo Javi bikila, Txule, Javier Castillo, F Javier y un servidor. Uff, todos sabemos que hoy va a ser una noche, con su respectivo día muy duro por las altas temperaturas.
Mientras Vane y Virgi nos jalean desde el lateral, oímos la cuenta atrás. A las 23:30 en punto comienza el Gran Trail Peñalara. Choque de manos deseándonos suerte y a correr.
Todos juntos y comenzando a coger sensaciones nos dirigimos a subir a la Maliciosa. Javier Castillo se va hacia adelante para intentar bajar de 20 horas. Suerte colega.
La subida al final es casi en fila india. Un cordón de frontales donde nosotros somos uno mas. Noche calentita aunque por aquí arriba sople una ligera brisilla. Aún así el bochorno es importante y no hay que perder de vista la hidratación. Yo para esta ocasión llevo un tercer bidón de isotónico en la mochila.
Picamos en la Maliciosa y a currarse la bajada. Muy técnica y peliaguda. Hay que tomárselo con calma y aunque alguno se juegue el físico por ir rápido y adelantar por donde no debe, nosotros a lo nuestro.
Y después de esta bajada peliaguda, viene otra chula de correr que nos dejará en Canto Cochino. Punto de control número 2. Pasamos en 3:23´. Hay que ir hidratándose y tomando sales que vamos empapaditos en sudor. Dejamos atrás este km 18 y decididos nos vamos para arriba. No vamos mal. Siempre al tran tran sabiendo que queda un mundo. Pero en la bajada siguiente no muy técnica pero si traicionera, Javi Bikila empieza a tener problemas de estomago. Ya en el avituallamiento anterior hemos visto algún retirado por ese motivo.
Con paciencia y esperando que mejore la situación vamos haciendo kilómetros. Pero la cosa se tuerce y después del mal estar viene los vómitos. Ya no le entra nada y esto hace que la falta de agua le vaya pasando factura.
Decidimos, como es nuestro deber, intentar llegar hasta el avituallamiento de la Hoya de San Blas situado en el km 27. La cosa no pinta nada bien y nuestro ritmo es muy lento. No pasa ni media, pero hay que llegar cuanto antes para que nuestro compañero se pueda reponer.
Primero Yo y luego Txule, le decimos a F Javier que se vaya a lo suyo. Nosotros nos quedamos con él y es tontería que se quede con nosotros así que tira para adelante. Mucha suerte compi.
Y a falta de 3 km para el avituallamiento nos encontramos con una ambulancia. Ese es un sitio seguro y deciden desde allí llevarle controlado hasta Rascafría donde hay un punto de evacuación.
¡Joder!, puto estomago. Vaya mala pasada le ha jugado hoy al presi. Nos despedimos de él y ya en solitario y a cola de carrera recorremos esos 3 km para llegar al avituallamiento y darnos cuenta que allí hay muchos que abandonan también esta carrera. km 27, demasiada gente retirada para tan pocos kilómetros. Hoy el tiempo está haciendo de las suyas.
Aquí reponemos de todo y salimos de najas. Nos han dicho y hemos mirado en la chuleta que en la Morcuera (km 42) tenemos que pasar a las 8:15 como muy tarde para que no nos corten.
Aquí empieza nuestra carrera contra reloj. Txule y yo vamos a piñón para escaparnos del corte. Esto hace que vayamos aguantando en los pies, dentro de las zapatillas, la arena y las piedrecillas que se nos han metido hace tiempo. Esto no es nada bueno y después de muchos kilómetros decidimos parar a quitarlas. Se nos hace de día y guardamos los frontales.
Llegamos a la Morcuera y vemos a F Javier allí. Ya estamos los tres juntos. Mientras bebo un poco de Cocacola, saludo a Juanlu y a Pedro que son los escobas de este tramos. Me dicen que nos quedan 15 minutos para cortarnos.
Faltando 6 minutos me despido de ellos y los tres Bikilamanjaros salimos pitando hacia Rascafría donde tenemos la bolsa de vida y un avituallamiento de los buenos.
Senda muy corrible donde vamos comiéndonos los km. Pero a falta de unos 5 o 6 km Txule me dice que me vaya. -"¿eh?", pero que pasa..... Me dice que no está en condiciones de hacer todo lo queda y que además le han salido ampollas entre los dedos. Queda mucho y no está dispuesto a penar sin necesidad.
Joder. Le intento convencer para llegar a Rascafría y allí decidir, pero se niega en rotundo. Txule en ese aspecto es muy claro. Hablo con F Javier y me dice que el va a tirar pero a su ritmo. Con todo esto y con la pena que me da me despido de ellos y me lanzo hacia abajo dejándolos atrás.
Durante el descenso me pasan muchas cosas por la cabeza, pero no hay que buscar explicaciones a lo sucedido. Son carreras muy largas y difíciles y cualquier pequeño problemilla , aquí se convierte en un problemón. El calor hoy está atizando de lo lindo y ha dejado ya a muchos corredores en la estacada sin haber llegado todavía la ecuador.
A mi estos kilómetros me vienen muy bien para soltar las piernas y volver a coger un poco de ritmo. Y así llego a Rascafría. Mi decisión es parar aquí lo mínimo posible. Es una zona con sombras, césped, sillas y un avituallamiento de los grandes que te pueden jugar una mala pasada, je je je.
Muchos corredores se han cambiado y dan por terminada su aventura aquí. Estamos justo en la mitad del recorrido. Yo llevo 10 horas y veinte minutos de carrera. La verdad es que viendo la gente que se ha retirado tan relajada y descansando te haces una idea de como podrías estar en dos minutos aquí con ellos y como vas a estar en dos minutos si continuas.
Yo lo tengo decidido. Me cambio de calcetines, cojo unas sales y unas glucosas y después de rellenar bidones y comer algo sólido, el menda sale por patas de allí. No quiero mirar para atrás. El speaker por el micro me da ánimos mientras me choca la mano.
Respiro hondo, saco los bastones y digo en bajito: -"Vamos a por ello". Llamo a Susana y charlo con ella un rato. Son las diez de la mañana y cada vez hace mas calor. La ratifico lo que la dije ayer: -"Esta va a ser una carrera por eliminación". Ella se preocupa por mi como es natural y me dice que tenga cuidado. Pero también sabe que cuanto peor se pone la cosa, mas fuerte me vuelvo. Cosas del aprendizaje, je je je.
Desde este momento mi objetivo es uno. Sencillo, claro y conservador. "CORRER CUANDO SE PUEDA, ANDAR CUANDO DE DEBA".
Pues nada, vamos a subir el Reventón. Tramo que con ese nombre no hace falta que os explique como puede ser. Esto hay que tomárselo con mucha calma. Me voy dando crema solar desde que ha salido el sol y en esta subida que le tenemos en todo lo alto, me la doy un par de veces.
La verdad es que ahora si se nota bastante la subida de las temperaturas. Yo el calor lo llevo bastante bien y se gestionármelo de maravilla y hoy es un día para demostrármelo a mi mismo. Si fallo, todo se acabó. Esta carrera a estas temperaturas no te da segundas oportunidades.
Veo durante la subida a varios corredores (mas de tres y de cuatro) sentados. Les pregunto a todos aunque ya están acompañados. Uff, alguno esta bastante tocado. Ya han llamado a la organización y viene a recogerlos.
Yo he subido a ritmo y bastante bien. Los palos hoy son fundamentales. A menos de un kilómetro para coronar y llegar al avituallamiento, veo a una chica llorando y temblando. Está con dos compañeros que me dicen que están bajando a por ella, que no me preocupe. Joder que tralla está metiendo el reventón.
No tarda en bajar a to cimbel un todoterreno a recoger a los corredores. La polvareda que levanta y que nos llena de polvo en este caso está justificada, aunque haya que beber y mojarse la boca para quitarse la arenilla.
En el avituallamiento también hay corredores retirados. Otro sitio para salir por patas. Aquí estoy un pelín mas de tiempo por que tienen cocacola con hielo. Ahhh, que fresquita. También tienen cubitos para poder echar en los bidones.
12 horas y 16 minutos. Salgo hacia Peñalara. Comienza un recorrido por la loma con varias subidas. Este tramo se me atraganta un poco. No me acordaba de él y se me hace muy pesado. Me adelantan muchos corredores del TP 60 que se van directos a subir a Peñalara.
Nosotros este año no la subimos y después de 1 hora y 10 minutos desde que salí del avituallamieto, llego al desvío que me indican para dirigirnos a la Granja.
Trotandito, primero entre piornos y luego entre un pinar, voy descendiendo con buenas sensaciones. Me mojo la cabeza y los brazos en los varios pasos de río que tenemos que pasar.
La llegada a la Granja bajo el aplauso de las muchas personas que están en las marquesinas tomándose una cervecita fresquita, me da alas, je je je. Pero al llegar al avituallamiento, no me gusta mucho lo que veo. Muchos corredores con sus familias haciendo las maletas. Hay ratos que pienso que me voy a quedar solo a este paso.
Este es otro punto clave. Voluntarios que te tratan de cine. Fruta fresquita, bocadillos de jamón con tomate, gominolas, pasta, empanada y muchas cosas más. Además si quieres tiene duchas para hacer uso de ellas. También te mojan la gorra con agua fría. Esto es un oasis. Hay que salir lo antes posible de aquí, Dios mío.
Mientras me termino un bocadillito de jamón, vuelvo a hablar con Susana. Todo perfecto y seguimos para adelante. Junto a mí salen otros tres corredores con los que comparto algunos kilómetros.
Este tramo es de los mas largos sin avituallamientos. Vamos pegaditos al río viendo a centenares de personas disfrutar de sus aguas y de sus pozas. También hay zonas de merenderos y pasar por aquí te da una envidia que flipas. Así durante muchos kilómetros en los que cada cierto tiempo me acerco a la orilla y me remojo la cabeza, los brazos y con la gorra llena de agua me la hecho por encima.
Hay algún corredor que se baña entero. Yo, aunque me cueste, decido no hacerlo. No quiero mojar las zapatillas ni la ropa por si al secarse me hacen daño o me dan problemas.
El calor por esta zona y por la hora que es (las dos de la tarde), es bastante achicharrador. Hay zonas que es casi insoportable. Aun así, consigo mantener a raya mi hidratación y mis sales y no tengo ningún tipo de problemas.
A falta de unos 4 o 5 km del siguiente avituallamiento, tengo la visita de mis dos compis. Javi y Txule. Que alegrón verlos. No me lo esperaba y me ha hecho mucha ilusión. Charlo con ellos. Sus palabras me hacen más fuerte. Ellos están bien y eso es lo importante. La tranquilidad reina en mi interior y así me voy alejando dejando atrás los gritos de ánimos. Gracias amigos, me habéis dado la vida.
Y con este subidón, llego a la Casa de la pesca. Avituallamiento muy alegre donde tienen pulverizadores que no dejan de usar para refrescarnos. Que bien nos va a venir para comenzar la subida a la Fuenfría. Dándole las gracias me despido de ellos, mientras cojo unas rodajas de sandía, pero las vuelvo a dejar por que estoy embuchao y no me entra nada mas.
Subida por un cortafuegos donde comienzas a sudar como un cosaco. Aquí me acuerdo de las dos rodajas de sandía. El año que viene me traigo un taper, ji ji ji.
Adelanto a varios corredores q están apoyados sobre sus bastones descansando. Yo a mi tran tran. Pasito corto y con cadencia. Aun así las pulsaciones te suben y no dejas de mirar para arriba buscando la fuente.
Allí hay varios voluntarios que dan ánimos en los últimos metros de la subida. Parece mentira lo que se agradecen esas palabras aún viniendo de desconocidos. Ellos me explican el cambio que ha habido este año y que tengo que afrontar ahora. Como no hemos subido a Peñalara, tenemos que hacer esos kilómetros y ese desnivel que nos falta. Por eso vamos a bajar por la calzada romana, para volver a subir por otro camino y enlazar con el camino Smith.
Menuda bajada. Menudo pedregal. Uff, que mal que viene esto par los tobillos en particular y las piernas en general. Algo mas de dos kilómetros buscando donde pisar. Aquí baja una chica que dice que lleva los tobillos y los pies bastante doloridos y esto la esta rematando. Habrá que hacerlo despacito y poco a poco. No queda otra.
Y por fin llegamos al llamado chalet Peñalara. Punto de control y avituallamiento. Me indican que estoy en el km 100. Y yo se lo agradezco pero les digo que quien se ha inventado esta bajada, ja ja ja.
Pues la subida no tiene desperdicio. Esta ya pica de verdad. Raices, piedras, escalones, tierra seca que hace que te resbales, en fin un poco de todo por si no habías tenido bastante.
Y así, después de estos tres km de subida, enlazo con el camino Smith. Ahora si que se puede correr bastante. Y eso es lo que hago salvo en algún repecho que hay en tramo. En este camino adelanto por lo menos a siete corredores. A estas alturas estamos para pocas florituras, pero yo me encuentro bastante bien y estos tramos me sirven para soltar piernas y alargar la zancada un poco.
Llegando al Puerto de Navacerrada, veo a lo lejos de nuevo a Txule y a Javi. Que me acompañan hasta el avituallamiento. Aquí los voluntarios se salen. Son lo mas. Uno de ellos me refresca con un pulverizador mientras los demás me hacen todo como si de un boxes se tratara. Me sacan los bidones, me los rellenan, me los meten. Joder que pasada. Muchas gracias.
Les digo a mis compis que voy bastante bien y estoy muy entero. Su visita y lo poco que me queda me ha dado un último empujón. Es hora de rematar esto. Me despido de todos los que allí están y me lanzo para arriba mientras les digo. _"si me queréis ver entrar en meta, correr que voy como un tiro y no llegáis, eh". Ja ja ja. El buen humor que no falte.
La poca subida que nos queda me la como con patatas hablando con Susana por teléfono. Voy como una moto. Cuando cojo el camino de bajada (la denominada tubería), me doy cuenta que puedo correr bastante bien. En este tramo pedregoso son muuuchos los que bajan muy despacio. Todos me dejan paso y hasta alguno me dice que como voy.
Pero lo bueno está por llegar. Cojo el camino ancho y bueno que me lleva directo al pueblo y me pongo a ritmo maratón. Me duelen un poco las plantas de los pies, pero no me impide ponerme a 5´el km. Hasta que a falta de unos cuatro km me pongo a una altura de una chica que esta entrenando. Al verme, me dice, que como voy así después de 110 km. Yo que se, la contesto. El caso es que estoy bajando bastante rápido. Incluso hago un par de ellos a 4´45". Y así cascando paso por el último avituallamiento con la intención de ni parar.
Le hago el gesto a los voluntarios de que no voy a parar, pero uno de ellos me dice que es un control de chip. Parada en seco para que me fiche y a continuar corriendo. Y así llegaré a la entrada del pueblo. Hay mucha gente animando. La compañera en estos últimos km me da la enhorabuena y se despide de mí.
Recta de meta. Veo a Mapi que me saluda mientras me saca un reportaje fotográfico. Gracias guapetona. Y un poco mas adelante mis compis ya están aquí para felicitarme en esta sufrida y calurosa entrada a meta.
Se acabó. 20 horas y 24 minutos. Paso por meta con un gesto de rabia y alegría a la vez. Esta ha costado lo suyo, pero me he demostrado a mí mismo que me conozco y que me tengo controlado al 100%.
Hoy ha sido una batalla de las duras. De cuerpo y sobre todo de mente. Hoy como fallase una de las dos te quedabas fuera.
Mas de la mitad de abandonos dicen mucho de la dureza de esta edición.
Ya en meta me hidrato y como algo, recojo el regalo finisher y me cuelgan la medalla. Esto está sentenciado. Solo queda reunirme con mis compis y charlar largo y tendido. Eso sí, después de una duchita.
Tengo la suerte de poder saludar a Basalo que me ha vuelto a sacar unos minutillos (que cabrito) y a Javier del Castillo que por muy poco no ha bajado de su objetivo sub 20 horas. De todas formas enhorabuena y felicidades a los dos. Nos veremos pronto, je je je.
Y con esto se da por concluida la carrera. Solo me queda decir que nuestro compañero del Bikilamanjaro F Javier, el que estuvo con nosotros hasta el km 47 mas o menos, hace su entrada en meta a las dos de la mañana convirtiéndose en finisher de una de las ediciones mas duras de la prueba. Enhorabuena colega. Sabía que a tu tran tran lo conseguirías. Felicidades.
Hasta la próxima amigos.
Capi
Todos juntos y comenzando a coger sensaciones nos dirigimos a subir a la Maliciosa. Javier Castillo se va hacia adelante para intentar bajar de 20 horas. Suerte colega.
La subida al final es casi en fila india. Un cordón de frontales donde nosotros somos uno mas. Noche calentita aunque por aquí arriba sople una ligera brisilla. Aún así el bochorno es importante y no hay que perder de vista la hidratación. Yo para esta ocasión llevo un tercer bidón de isotónico en la mochila.
Picamos en la Maliciosa y a currarse la bajada. Muy técnica y peliaguda. Hay que tomárselo con calma y aunque alguno se juegue el físico por ir rápido y adelantar por donde no debe, nosotros a lo nuestro.
Y después de esta bajada peliaguda, viene otra chula de correr que nos dejará en Canto Cochino. Punto de control número 2. Pasamos en 3:23´. Hay que ir hidratándose y tomando sales que vamos empapaditos en sudor. Dejamos atrás este km 18 y decididos nos vamos para arriba. No vamos mal. Siempre al tran tran sabiendo que queda un mundo. Pero en la bajada siguiente no muy técnica pero si traicionera, Javi Bikila empieza a tener problemas de estomago. Ya en el avituallamiento anterior hemos visto algún retirado por ese motivo.
Con paciencia y esperando que mejore la situación vamos haciendo kilómetros. Pero la cosa se tuerce y después del mal estar viene los vómitos. Ya no le entra nada y esto hace que la falta de agua le vaya pasando factura.
Decidimos, como es nuestro deber, intentar llegar hasta el avituallamiento de la Hoya de San Blas situado en el km 27. La cosa no pinta nada bien y nuestro ritmo es muy lento. No pasa ni media, pero hay que llegar cuanto antes para que nuestro compañero se pueda reponer.
Primero Yo y luego Txule, le decimos a F Javier que se vaya a lo suyo. Nosotros nos quedamos con él y es tontería que se quede con nosotros así que tira para adelante. Mucha suerte compi.
Y a falta de 3 km para el avituallamiento nos encontramos con una ambulancia. Ese es un sitio seguro y deciden desde allí llevarle controlado hasta Rascafría donde hay un punto de evacuación.
¡Joder!, puto estomago. Vaya mala pasada le ha jugado hoy al presi. Nos despedimos de él y ya en solitario y a cola de carrera recorremos esos 3 km para llegar al avituallamiento y darnos cuenta que allí hay muchos que abandonan también esta carrera. km 27, demasiada gente retirada para tan pocos kilómetros. Hoy el tiempo está haciendo de las suyas.
Aquí reponemos de todo y salimos de najas. Nos han dicho y hemos mirado en la chuleta que en la Morcuera (km 42) tenemos que pasar a las 8:15 como muy tarde para que no nos corten.
Aquí empieza nuestra carrera contra reloj. Txule y yo vamos a piñón para escaparnos del corte. Esto hace que vayamos aguantando en los pies, dentro de las zapatillas, la arena y las piedrecillas que se nos han metido hace tiempo. Esto no es nada bueno y después de muchos kilómetros decidimos parar a quitarlas. Se nos hace de día y guardamos los frontales.
Llegamos a la Morcuera y vemos a F Javier allí. Ya estamos los tres juntos. Mientras bebo un poco de Cocacola, saludo a Juanlu y a Pedro que son los escobas de este tramos. Me dicen que nos quedan 15 minutos para cortarnos.
Faltando 6 minutos me despido de ellos y los tres Bikilamanjaros salimos pitando hacia Rascafría donde tenemos la bolsa de vida y un avituallamiento de los buenos.
Senda muy corrible donde vamos comiéndonos los km. Pero a falta de unos 5 o 6 km Txule me dice que me vaya. -"¿eh?", pero que pasa..... Me dice que no está en condiciones de hacer todo lo queda y que además le han salido ampollas entre los dedos. Queda mucho y no está dispuesto a penar sin necesidad.
Joder. Le intento convencer para llegar a Rascafría y allí decidir, pero se niega en rotundo. Txule en ese aspecto es muy claro. Hablo con F Javier y me dice que el va a tirar pero a su ritmo. Con todo esto y con la pena que me da me despido de ellos y me lanzo hacia abajo dejándolos atrás.
Durante el descenso me pasan muchas cosas por la cabeza, pero no hay que buscar explicaciones a lo sucedido. Son carreras muy largas y difíciles y cualquier pequeño problemilla , aquí se convierte en un problemón. El calor hoy está atizando de lo lindo y ha dejado ya a muchos corredores en la estacada sin haber llegado todavía la ecuador.
A mi estos kilómetros me vienen muy bien para soltar las piernas y volver a coger un poco de ritmo. Y así llego a Rascafría. Mi decisión es parar aquí lo mínimo posible. Es una zona con sombras, césped, sillas y un avituallamiento de los grandes que te pueden jugar una mala pasada, je je je.
Muchos corredores se han cambiado y dan por terminada su aventura aquí. Estamos justo en la mitad del recorrido. Yo llevo 10 horas y veinte minutos de carrera. La verdad es que viendo la gente que se ha retirado tan relajada y descansando te haces una idea de como podrías estar en dos minutos aquí con ellos y como vas a estar en dos minutos si continuas.
Yo lo tengo decidido. Me cambio de calcetines, cojo unas sales y unas glucosas y después de rellenar bidones y comer algo sólido, el menda sale por patas de allí. No quiero mirar para atrás. El speaker por el micro me da ánimos mientras me choca la mano.
Respiro hondo, saco los bastones y digo en bajito: -"Vamos a por ello". Llamo a Susana y charlo con ella un rato. Son las diez de la mañana y cada vez hace mas calor. La ratifico lo que la dije ayer: -"Esta va a ser una carrera por eliminación". Ella se preocupa por mi como es natural y me dice que tenga cuidado. Pero también sabe que cuanto peor se pone la cosa, mas fuerte me vuelvo. Cosas del aprendizaje, je je je.
Desde este momento mi objetivo es uno. Sencillo, claro y conservador. "CORRER CUANDO SE PUEDA, ANDAR CUANDO DE DEBA".
Pues nada, vamos a subir el Reventón. Tramo que con ese nombre no hace falta que os explique como puede ser. Esto hay que tomárselo con mucha calma. Me voy dando crema solar desde que ha salido el sol y en esta subida que le tenemos en todo lo alto, me la doy un par de veces.
La verdad es que ahora si se nota bastante la subida de las temperaturas. Yo el calor lo llevo bastante bien y se gestionármelo de maravilla y hoy es un día para demostrármelo a mi mismo. Si fallo, todo se acabó. Esta carrera a estas temperaturas no te da segundas oportunidades.
Veo durante la subida a varios corredores (mas de tres y de cuatro) sentados. Les pregunto a todos aunque ya están acompañados. Uff, alguno esta bastante tocado. Ya han llamado a la organización y viene a recogerlos.
Yo he subido a ritmo y bastante bien. Los palos hoy son fundamentales. A menos de un kilómetro para coronar y llegar al avituallamiento, veo a una chica llorando y temblando. Está con dos compañeros que me dicen que están bajando a por ella, que no me preocupe. Joder que tralla está metiendo el reventón.
No tarda en bajar a to cimbel un todoterreno a recoger a los corredores. La polvareda que levanta y que nos llena de polvo en este caso está justificada, aunque haya que beber y mojarse la boca para quitarse la arenilla.
En el avituallamiento también hay corredores retirados. Otro sitio para salir por patas. Aquí estoy un pelín mas de tiempo por que tienen cocacola con hielo. Ahhh, que fresquita. También tienen cubitos para poder echar en los bidones.
12 horas y 16 minutos. Salgo hacia Peñalara. Comienza un recorrido por la loma con varias subidas. Este tramo se me atraganta un poco. No me acordaba de él y se me hace muy pesado. Me adelantan muchos corredores del TP 60 que se van directos a subir a Peñalara.
Nosotros este año no la subimos y después de 1 hora y 10 minutos desde que salí del avituallamieto, llego al desvío que me indican para dirigirnos a la Granja.
Trotandito, primero entre piornos y luego entre un pinar, voy descendiendo con buenas sensaciones. Me mojo la cabeza y los brazos en los varios pasos de río que tenemos que pasar.
La llegada a la Granja bajo el aplauso de las muchas personas que están en las marquesinas tomándose una cervecita fresquita, me da alas, je je je. Pero al llegar al avituallamiento, no me gusta mucho lo que veo. Muchos corredores con sus familias haciendo las maletas. Hay ratos que pienso que me voy a quedar solo a este paso.
Este es otro punto clave. Voluntarios que te tratan de cine. Fruta fresquita, bocadillos de jamón con tomate, gominolas, pasta, empanada y muchas cosas más. Además si quieres tiene duchas para hacer uso de ellas. También te mojan la gorra con agua fría. Esto es un oasis. Hay que salir lo antes posible de aquí, Dios mío.
Mientras me termino un bocadillito de jamón, vuelvo a hablar con Susana. Todo perfecto y seguimos para adelante. Junto a mí salen otros tres corredores con los que comparto algunos kilómetros.
Este tramo es de los mas largos sin avituallamientos. Vamos pegaditos al río viendo a centenares de personas disfrutar de sus aguas y de sus pozas. También hay zonas de merenderos y pasar por aquí te da una envidia que flipas. Así durante muchos kilómetros en los que cada cierto tiempo me acerco a la orilla y me remojo la cabeza, los brazos y con la gorra llena de agua me la hecho por encima.
Hay algún corredor que se baña entero. Yo, aunque me cueste, decido no hacerlo. No quiero mojar las zapatillas ni la ropa por si al secarse me hacen daño o me dan problemas.
El calor por esta zona y por la hora que es (las dos de la tarde), es bastante achicharrador. Hay zonas que es casi insoportable. Aun así, consigo mantener a raya mi hidratación y mis sales y no tengo ningún tipo de problemas.
A falta de unos 4 o 5 km del siguiente avituallamiento, tengo la visita de mis dos compis. Javi y Txule. Que alegrón verlos. No me lo esperaba y me ha hecho mucha ilusión. Charlo con ellos. Sus palabras me hacen más fuerte. Ellos están bien y eso es lo importante. La tranquilidad reina en mi interior y así me voy alejando dejando atrás los gritos de ánimos. Gracias amigos, me habéis dado la vida.
Y con este subidón, llego a la Casa de la pesca. Avituallamiento muy alegre donde tienen pulverizadores que no dejan de usar para refrescarnos. Que bien nos va a venir para comenzar la subida a la Fuenfría. Dándole las gracias me despido de ellos, mientras cojo unas rodajas de sandía, pero las vuelvo a dejar por que estoy embuchao y no me entra nada mas.
Subida por un cortafuegos donde comienzas a sudar como un cosaco. Aquí me acuerdo de las dos rodajas de sandía. El año que viene me traigo un taper, ji ji ji.
Adelanto a varios corredores q están apoyados sobre sus bastones descansando. Yo a mi tran tran. Pasito corto y con cadencia. Aun así las pulsaciones te suben y no dejas de mirar para arriba buscando la fuente.
Allí hay varios voluntarios que dan ánimos en los últimos metros de la subida. Parece mentira lo que se agradecen esas palabras aún viniendo de desconocidos. Ellos me explican el cambio que ha habido este año y que tengo que afrontar ahora. Como no hemos subido a Peñalara, tenemos que hacer esos kilómetros y ese desnivel que nos falta. Por eso vamos a bajar por la calzada romana, para volver a subir por otro camino y enlazar con el camino Smith.
Menuda bajada. Menudo pedregal. Uff, que mal que viene esto par los tobillos en particular y las piernas en general. Algo mas de dos kilómetros buscando donde pisar. Aquí baja una chica que dice que lleva los tobillos y los pies bastante doloridos y esto la esta rematando. Habrá que hacerlo despacito y poco a poco. No queda otra.
Y por fin llegamos al llamado chalet Peñalara. Punto de control y avituallamiento. Me indican que estoy en el km 100. Y yo se lo agradezco pero les digo que quien se ha inventado esta bajada, ja ja ja.
Pues la subida no tiene desperdicio. Esta ya pica de verdad. Raices, piedras, escalones, tierra seca que hace que te resbales, en fin un poco de todo por si no habías tenido bastante.
Y así, después de estos tres km de subida, enlazo con el camino Smith. Ahora si que se puede correr bastante. Y eso es lo que hago salvo en algún repecho que hay en tramo. En este camino adelanto por lo menos a siete corredores. A estas alturas estamos para pocas florituras, pero yo me encuentro bastante bien y estos tramos me sirven para soltar piernas y alargar la zancada un poco.
Llegando al Puerto de Navacerrada, veo a lo lejos de nuevo a Txule y a Javi. Que me acompañan hasta el avituallamiento. Aquí los voluntarios se salen. Son lo mas. Uno de ellos me refresca con un pulverizador mientras los demás me hacen todo como si de un boxes se tratara. Me sacan los bidones, me los rellenan, me los meten. Joder que pasada. Muchas gracias.
Les digo a mis compis que voy bastante bien y estoy muy entero. Su visita y lo poco que me queda me ha dado un último empujón. Es hora de rematar esto. Me despido de todos los que allí están y me lanzo para arriba mientras les digo. _"si me queréis ver entrar en meta, correr que voy como un tiro y no llegáis, eh". Ja ja ja. El buen humor que no falte.
La poca subida que nos queda me la como con patatas hablando con Susana por teléfono. Voy como una moto. Cuando cojo el camino de bajada (la denominada tubería), me doy cuenta que puedo correr bastante bien. En este tramo pedregoso son muuuchos los que bajan muy despacio. Todos me dejan paso y hasta alguno me dice que como voy.
Pero lo bueno está por llegar. Cojo el camino ancho y bueno que me lleva directo al pueblo y me pongo a ritmo maratón. Me duelen un poco las plantas de los pies, pero no me impide ponerme a 5´el km. Hasta que a falta de unos cuatro km me pongo a una altura de una chica que esta entrenando. Al verme, me dice, que como voy así después de 110 km. Yo que se, la contesto. El caso es que estoy bajando bastante rápido. Incluso hago un par de ellos a 4´45". Y así cascando paso por el último avituallamiento con la intención de ni parar.
Le hago el gesto a los voluntarios de que no voy a parar, pero uno de ellos me dice que es un control de chip. Parada en seco para que me fiche y a continuar corriendo. Y así llegaré a la entrada del pueblo. Hay mucha gente animando. La compañera en estos últimos km me da la enhorabuena y se despide de mí.
Recta de meta. Veo a Mapi que me saluda mientras me saca un reportaje fotográfico. Gracias guapetona. Y un poco mas adelante mis compis ya están aquí para felicitarme en esta sufrida y calurosa entrada a meta.
Se acabó. 20 horas y 24 minutos. Paso por meta con un gesto de rabia y alegría a la vez. Esta ha costado lo suyo, pero me he demostrado a mí mismo que me conozco y que me tengo controlado al 100%.
Hoy ha sido una batalla de las duras. De cuerpo y sobre todo de mente. Hoy como fallase una de las dos te quedabas fuera.
Mas de la mitad de abandonos dicen mucho de la dureza de esta edición.
Ya en meta me hidrato y como algo, recojo el regalo finisher y me cuelgan la medalla. Esto está sentenciado. Solo queda reunirme con mis compis y charlar largo y tendido. Eso sí, después de una duchita.
Tengo la suerte de poder saludar a Basalo que me ha vuelto a sacar unos minutillos (que cabrito) y a Javier del Castillo que por muy poco no ha bajado de su objetivo sub 20 horas. De todas formas enhorabuena y felicidades a los dos. Nos veremos pronto, je je je.
Y con esto se da por concluida la carrera. Solo me queda decir que nuestro compañero del Bikilamanjaro F Javier, el que estuvo con nosotros hasta el km 47 mas o menos, hace su entrada en meta a las dos de la mañana convirtiéndose en finisher de una de las ediciones mas duras de la prueba. Enhorabuena colega. Sabía que a tu tran tran lo conseguirías. Felicidades.
Hasta la próxima amigos.
Capi