Nos han dicho que este trail merece la pena. Nos han hablado maravillas de él. Pues nada, habrá que comprobarlo de primera mano.
Tres distancias a elegir. 52 km, 30 km y 18 km. Un dilema que se resuelve en pocos segundos, ja ja ja. Va ser que después de hacer más de 400 kilómetros en coche, habrá que hacer algo acorde a eso. Pues nada, a la de 52 km. Je je je.
Después de currar, y un viaje hasta Valencia bastante tranquilo, viene el atascazo del siglo. La circunvalación de Valencia dirección Castellón, está colapsada.
Nos chupamos casi una hora de atasco. Esa hora y la incertidumbre de si llegaremos o no, nos hace llamar a José Vicente. El nos ha conseguido el alojamiento, ya que estaba todo pillado, y ahora nos va a hacer el favor de recogernos el dorsal por que no vamos a llegar a tiempo.
Con la tranquilidad de este trámite resuelto, llegamos a Montanejos bastante tarde y encima se pone a llover.
Bueno, ya estamos en el hotel. Recogemos el dorsal y la bolsa en recepción y a la habitación.
Hablo con José Vicente para agradecerle el favor. Mañana nos veremos y nos saludaremos, que hoy solo queda cenar algo, prepar lo de la carrera y dormir lo que podamos.
A las 06h 30 minutos, suena el despertador. Justo en lo mejor del sueño. Pero sabemos que algo mejor está por llegar y será en una hora y media.
Desayuno y cafetito junto a nuestro amigo y anfitrión. Nos comenta un poco el trazado y la carrera y nos despedimos hasta dentro de un rato.
Sausana y yo nos preparamos para la ocasión, como siempre y derechos a la salida.
Alli ya tenemos a muchos corredores. Algunos amigos con los charlamos. Y como no, pasamos un ratillo con José Vicente que hoy va a estar por el recorrido haciendo fotos.
Que buena mañana hace. Parece que hoy va a ser un gran día, climatologicamente hablando.
Pues nada, esto está apunto de comenzar. Ya estamos todos metidos en faena. Justo enfrente el arco de salida, que esperemos cruzar de vuelta dentro de unas horas.
Tras la deseada cuenta atrás, comenzamos a dar las primeras zancadas por el pueblo. Lo primero es salir del centro para después de cruzar un puente muy chulo y comenzar a bordearle para coger dirección a la sierra. La sierra del Espadan.
Los comienzos son junto al rio Mijares. Un rio y unas riveras muy cuidadas. es super chulo como lo tienen. Aquí vamos bastante agrupados disfrutando de estos primeros compases tan increíbles.
Cruzamos otro puente para dejar el rio Mijares a nuestra izquierda y al poco, comenzar, ahora si, a adentrarnos en la sierra. comenzamos a subir. Una vereda donde empezamos a adentrarnos en los pinares.
Al final, vamos a darnos cuenta que el recorrido discurre casi todo por unas veredas muy chulas donde vamos a tener tres subidas muy marcadas, pero que el resto va a ser caminos y muy chulos de correr donde tendremos diferentes tipos de suelo.
Los primeros 4 km son en continua subida. No muy exigente pero no está mal. Terreno algo roto en algunos tramos, pero en general bastante llevadero. Además, aquí vamos bastantes corredores juntos, lo que hace que sea mas amena la subida.
Llegamos al kilómetro cuatro donde tenemos el primer avituallamiento. Allí los voluntarios nos ofrecen las cosas típicas. Fruta, gominolas, bebidas......
Paramos un momento para coger lo necesario. Tienen naranjas, pero no tienen cuchillo para partirlas. Bueno, decido llevarme una entera por que a Susana le apetece naranja. Salimos de allí con los bidones llenos y mientras corremos voy pelando la naranja. Ojo lo dura que tiene la cáscara. Tardo un rato en hacerme con ella, pero bueno, al final Susana puede tomársela.
En estos primeros kilómetros hemos tenido también un tramo de pista hasta bastante largo donde hemos soltado piernas.
Nos dirigimos ahora, ya en bajada, hacia el embalse del Arenóso. Este tramo no tiene mucho misterio. Un camino ancho y bueno llamado, el camino de la Manzana. Llegamos al avituallamiento del km 8. Casi al borde del embalse. Aquí si podemos comer fruta partida, además de otros manjares.
Tenemos a la vista este embalse que tiene un color azul increíble. Sus aguas son termales y están a unos 25º durante todo el año. Un paraíso en toda regla para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre.
Bueno, vamos a adentrarnos de nuevo en el pinar. Tenemos por delante otra larga subida hasta el km 15 mas o menos, con algún descanso que nos va a venir bien.
Pegados al embalse y mientras disfrutamos de estas pedazo de vistas, vamos cogiendo altura. Varios fotógrafos nos sacan nuestras mejores poses para recordar el momento. Por allí anda también nuestro amigo José Vicente que con cámara en mano, también nos quiere sacar una sonrisa.
Nos vamos alejando del pantano para ir cogiendo altura nuevamente por el bosque. Vereda muy chula entre arboles que nos dejan ver de vez en cuando este increíble azul del embalse.
Las sensaciones por ahora y después de unas pocas horas, es muy buena. Estamos disfrutando de este entorno que nos esta pareciendo precioso. Unos senderos muy chulos para correr y donde en algunos tramos nos encontramos algún que otro ciclista y senderista.
Llegamos al kilómetro 13, donde le hago una foto a Susana. Ya se la hice en el kilómetro 3 y es que ha quedado con una amiga, Patricia, que se haría una foto en los kilómetros que terminen en 3. así que de nuevo foto al canto.
Después de la paradiña que nos coincidido en plena subida, continuamos ascendiendo por un sendero pedregoso y en zig zag.
A medida que subimos, las vistas son cada vez mas bonitas. Nos paramos unos momentos para hacer unas fotos tanto al paisaje como al embalse, que desde aquí se ve espectacular.
Bueno, pues parece que ya estamos en lo mas alto. Toca crestear un poco para empezar un descenso a modo de sierra. Pequeños repechos en esta larga bajada que nos llevará de nuevo al embalse. Pero antes, tenemos un nuevo avituallamiento donde tomamos fruta, gominolas y rellenamos bidones. También tomamos un poco de Coca Cola.
Susana se para unos segundos para apretarse un poco las zapatillas de cara a la bajada. Ya me va a tocar correr, ja ja ja. Yo aprovecho para quitarme unas piedras de las zapatillas.
En este descenso donde nos lo pasamos pipa, dejamos atrás varios barrancos como el de Beganes, del Rincón o el de Almorocho. Vaya vereda disfrutona donde cogemos un buen ritmito, solamente roto por los repechos cortos que te hacen parar para coger aire.
En el km 23 y cumpliendo con la tradición del día de hoy, hacemos la foto prometida. después, a seguir dando zapatilla hasta el kilómetro 25 y pico donde nos adentramos en el pueblo de la Monzona.
Llegamos a la Monzona tras una bajada un poco mas técnica que nos hace prestar mucha atención al terreno. Por fin llegamos al pueblo donde justo a la entrada tenemos el avituallamiento.
Allí un corredor lleva una música de nuestra época. Bueno, de la época de todos los que estamos corriendo en este momento, ja ja ja.
Menudo avituallamiento. Me pongo las botas. Además de lo típico y otras cosas, pruebo una especie de empanada rellena de chocolate y cubierta de almendras que me deja estupefacto. Que rico está esto, por Dios. Tengo que comerme varios trozos por que está de muerte.
Después de unas charletas con los demás corredores que están allí, decidimos seguir la marcha. Comenzamos a bajar el pueblo por unas calles de hormigón rallado que nos hacen ir frenado para no bajar rodando. Que calles mas empinadas tienen aquí, ja ja ja.
Unos tres kilómetros de sendas casi llanas y de nuevo muy agradables de correr tenemos hasta el siguiente avituallamiento.
Cruzamos un puente sobre el embalse. Su color azul llama la atención. En frente, a la lo alto se encuentra el pueblo. Desde allí nos gritan para animarnos. Nos deleitamos con las vistas privilegiadas que tenemos en mitad del puente y nos sacamos unas fotos.
Después de estos segundos de relax, afrontamos un cuestón, corto pero duro para subir al pueblo. Y después de pasar por unas callejuelas, llegamos a la plaza de la Iglesia de Puebla de Arenoso.
Allí tenemos un nuevo avituallamiento donde volvemos a reponer calorías. Sin mucha demora, salimos a por el siguiente tramo. Allí, sentado en un portal, un hombre nos dice que ahora tenemos la peor subida del recorrido. Pues nada, con el pre aviso, salimos del pueblo y comenzamos la subida.
Cogemos una vereda que está marcada como ruta de nidos de ametralladora. Se pone interesante el asunto, ja ja ja.
Yo decido ir poquito mas adelante para ir sacando unas fotos. Mientras Susana va guiando a un grupo de unos seis chavales que la siguen durante toda la subida. Al final este tramo cuesta un poco por que vas cogiendo altura y tiene alguna zona zona un poco mas empinada y técnica, pero no es para reventar. Se sube bastante bien al tran tran.
Después de esta subida, toca relajarse un poco. Un tramo mas o menos llano donde podemos estirar las patas. Vamos por un camino pegados a la carretera CV-208. Un vereda muy atractiva.
Pues nada, disfrutando al máximo de este tramo, llegamos a Los Calpes después de cruzar la CV-207. Allí tenemos otro puesto de comida y bebida. Llevamos algo mas de un kilómetro de distancia mas del recorrido según el trac de la carrera. Bueno, veremos si luego se va ajustando.
Continuamos por veredas, sendas y trochas donde volvemos a coger altura poco a poco. Esta zona va teniendo un poco mas de terreno pedregoso. Y llegamos aun punto donde vemos a los corredores que llevamos delante bajar. Descienden por otro camino. Eso quiere decir que habrá que hacer un giro para ir perdiendo altura e ir yéndonos hacia la derecha.
Pues nada, llegamos al giro donde tenemos en el casi kilómetro 40, otro avituallamiento. Rápido comenzamos el a bajar. Susana se tira para abajo y yo me doy la vuelta a rellenar un bidón que llevo vacío. Tenemos casi 10 kilómetros hasta el siguiente oasis.
Trocha muy chula, como a nosotros nos gusta. Algo mas técnica donde tengo que emplearme a fondo para coger a Susana. Adelanto a varios corredores que me dicen que como va. Y es que a Susana estas bajadas le gustan y las disfruta mogollón.
Pues nada, al final me pongo detrás de ella y justo nos topamos con José Vicente que se ha venido hasta aquí a sacar unas fotazas con el embalse de fondo. Volvemos a charlar un ratillo con él y de disfrutar las vistas tan increíbles que hay desde aquí.
Después de este kit kat, nos despedimos de él y continuamos nuestro camino. Seguimos disfrutando de lo lindo. A algunos corredores les cuesta este terreno y van mas despacio. Nos van dejando paso y por supuesto se lo agradecemos.
Desde esta zona, se ve la presa de maravilla. Impone bastante esta obra de ingeniería. Y con estas vistas y por un camino ancho y bueno donde hemos ido con unos cuantos corredores que hemos cogido en la bajada, llegamos al último avituallamiento. Este se ha hecho de rogar. Nos marca el reloj, casi 50 kilómetros.
Los voluntarios nos dicen que nos quedan unos 3 kilómetros. Bueno, si es así, si que se va a ajustar la distancia la final.
Bueno, nos despedimos de ellos y nos vamos a rematar la faena. La verdad que nos está haciendo un día espectacular. Soleado y claro. Lo que si hemos tenido es un poco de viento en algunas zonas zonas expuestas y en los cresteos, pero no ha sido tampoco nada incomodo.
Aquí tenemos unas vistas de los barranco increíbles. llevamos un camino con unas caídas a la izquierda de muuuuchos metros. La verdad es que imponen los cortados de estos barrancos. El Barranco Maimona es acojonante.
Por fin se ve el pueblo. Allí abajo. Ya se oye la música y los comentarios del speaker. Al final si que nos va a cuadrar la distancia. Pisamos Montanejos después de unas pocas horas de monte donde hemos bordeado este pedazo de pantano y disfrutado de esta increíble zona.
Gente animando en estas últimas calles que nos llevan directos a la plaza de la Iglesia. Allí nos espera la alfombra azul y el arco de meta. Bajo los aplausos de todos los que están allí y justo cuando el reloj nos pita el kilómetro 53, pasamos por la línea de meta. El fotógrafo nos hace un reportaje y el speker anuncia nuestro entrada a meta.
Pues vaya día chulo hemos pasado. Enhorabuena Mon Amur. Que bien lo hemos hecho. Y lo mejor de todo es lo bien que lo hemos pasado y lo que hemos disfrutado. Una zona desconocida para nosotros que nos ha sorprendido gratamente. Aquí hay que venir mas despacio y con tiempo para disfrutar de todo esto con mas tiempo.
8 horas y 14 minutos para estos 53 kilómetros y 2400 positivos. Super bien. Nos merecemos la recompensa en forma de beso, je je je.
Un bocadillo, bebida y alguna cosa mas de comer para reponer fuerzas. Y después de unos momentos charlando con algún corredor con el que hemos compartido kilómetros, nos decidimos ir a duchar y a cambiar para dar un paseo por el pueblo antes de meternos de cabeza en el spa del hotel y así relajar cuerpo y mente.
Pues otra muesca para el marfil. Y para completar un poco, puedo decir que la carrera, organización y voluntarios han estado de 10. El balizaje ha sido increíble. Ni yendo despistado te podías perder o confundir. Los avituallamientos muy completos. La verdad es que son de las carreras que merecen mucho la pena. Nos ha encantado. ¡¡Volveremos!!.
Capi





















































No hay comentarios:
Publicar un comentario